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Narra Joel :

En realidad las horas que me la había pasado en el cuarto de lavado me habían servido para tener una idea de lo que le diré a mi padre.

Ya que soy conocedor de que mi familia esta noche tendrá una reunión importante, tuve que arreglarme entrando demasiado cauteloso a mi habitación.

Así que ahora también estoy listo para lo que acontece esta dichosa reunión.

Salgo del cuarto de lavado y bajo las escaleras ya que toda mi familia se encuentra abajo. Obsevando a mis lados cuando ya estoy en la planta baja voy hasta el living en dónde están todos.

Nicolás es el primero en verme, así que ignorando su ceña aclaro mi garganta cuando me he detenido justo en la entrada del living.

-Buenas noches, familia -digo sonriendo de lado mientras guardo ambas manos en los bolsillos del pantalón de mi traje -Me alegra tener la oportunidad de verlos esta noche.

-¿Joel? -dice mi padre y yo enarco ambas cejas -¿Qu-qué, qué haces aquí?.

-No entiendo por qué todos me preguntan eso, obviamente estoy aquí porque esta es mi casa; aquí crecí, pero veo que no lo ven de esa manera o...es qué lo olvidaron.

-No nos dijeron nada de tu libertad. Nadie nos avisó que ya eras libre y que podías volver.

-Quise que sea sorpresa -sonrío -Merezco una bienvenida alegre y no una bienvenida como si hubiesen visto un fantasma.

-Joel, basta, esto es muy sorpresivo; nos sorprende a todos que tú ya estés de vuelta -me dice Clara -¿Cuándo llegaste?, ¿desde cuándo estas en la casa?.

-Llegué en la mañana y estuve un tiempo en mi habitación y la otra mitad en el cuarto de lavado. Padre, ¿no te emocina verme? Digo porque te olvidaste de mi durante, años.

-Joel, ya te dije que hubo problemas con la empresa -me responde mi hermano, ganándose la mirada seria de mi padre.

-¿Sabías que tu hermano estaba de vuelta? -le pregunta pero yo intervengo antes de que Nicolás diga algo.

-Eso es lo de menos, ¿acaso no estas feliz de tenerme aquí?. Porque yo estoy muy feliz de verlos a todos, aunque puedo dejar de estarlo si les molesta.

-Ni siquiera los años ni estar en prisión te han hecho cambiar; continúas con tu actitud tan burlona e inmadura -espeta mi padre con molestia y yo ladeo con mi cabeza.

-Me doy cuenta que no quisiste verme y que no te alegra mucho mi llegada -digo -¿Te preocupa que diga algo?. Papá, sé que no me visitaste, pero debes saber que sin embargo te aprecio mucho.

-¿Qué buscas con esta actitud, Joel?.

-Nada, solo quería tener una imagen de cómo reaccionaría cada uno de ustedes, pero me doy cuenta de que recibir un abrazo es como pedir que regalen un Ferrari.

-No digas tonterías. Tengo demasiado estrés acumulado y tus palabras irónicas no están siendo de mi agrado. Que bueno que estés aquí, Joel, no puedo hacer ni decir más. Y si quieres un Ferrari compratelo, que no me importa.

-Como sea, me tranquilizare -levanto mis manos -¿A quién esperamos?. Veo que llevan minutos aquí.

-A _________, esa niña altanera que no tiene modales -responde Clara -Y en realidad está tardando demasiado. ¿Qué es lo que hace allá arriba?.

-Nicolás, ve y trae a tu esposa, ahora -le ordena mi padre, pero antes de que él mueva un solo pie, se detiene al escuchar la voz de ________.

Al igual que los demás, volteo hacia las escaleras posando mi mirada en ella.

Narra __________ :

-No hace falta, ya estoy aquí -digo bajando las escaleras, y al llegar mi vista se posa en los dos hermanos que se ven exactamente iguales, con la única diferencia que es su traje.

-Necesitas aprender sobre el valor de la puntualidad -me dice Juan -Si dije a las siete, a las siete tenías que estar aquí.

-Lo lamento, pero tuve que hacer magia con el polvo gracias a su esposa -lo miro de manera fulminante.

Tuve que tapar mi mejilla con algo de polvo ya que los dedos de la mano de aquella mujer, se habían quedado impregnados en mi piel.

-Fue muy grosera -se defiende aquella mujer de quien no recuerdo su nombre -Y debe aprender que en esta casa hay que respetar.

-Clara tiene razón.

-Ella no tenía porque golpearla -dice Nicolás, supongo -Es mi esposa, papá.

-Si tú no puedes controlarla, entonces hay que recurrir a otros métodos -le responde Juan -Hora de irnos, andando.

-¡Muy bien! -expresa Joel mirándome con emoción -Andando, cuñadita.

-Dime cuñada de nuevo y te hago la cicatriz de la frente más grande idiota -lo amenazo señalandolo y él ríe por lo bajo mientras Nicolás lo mira fulminante.

-Eres agresiva -vuelve a decirme -Quiero llevarme bien contigo, eso es todo.

-¡Joel! Suficiente, deja tus niñerías a un lado -lo regaña Juan -Vamonos que no tolerare más una pelea como esta.

Juan sale junto a Clara quien me mira con odio, y yo reviro mis ojos ya que si Juan y lo otros dos no hubiesen estado, me hubiera lanzado encima de ella para arrancarle una por una sus extensiones pelirrojas.

-Vamonos -me dice Nicolás -Joel, no molestes a ________, suficiente, ¿está bien?.

-Cómo digas, Nico, no haré nada.

-Tú no me toques -me alejo de Nicolás para salir de la casa y dejar a ambos atrás.

No voy cambiar mi actitud sólo porque me defendió.

Cualquiera puede hacer eso.

-Ahora que estamos todos completos, quiero que hablemos, Nicolás. No irás con tu esposa hasta arreglar este asunto -avisa Juan, antes de que suba al auto de Nicolás.

-¿Entonces con quién irá ________? -cuestiona el recién nombrado.

-Ya que Joel esta aqui debe servir de algo. Joel, lleva a ________ en tu auto, hasta mientras.

-¿Es necesario excluirme de sus asuntos? -le pregunta Joel pero Juan no responde, sólo se limita a mirarlo enfadado -Ok, ok, lo siento, vamos cuñadita.

-¡No me digas así! -le digo empujandolo para quitarlo de la puerta del copiloto mientras el ríe.

-Joel, ya hablamos -le recuerda Nicolás y su hermano levanta sus manos.

-Ok, voy a calmarme -voltea hacia mi cuando ellos han subido a su auto -Cuñadita -me dice para seguido rodear el auto sin dejar de reír.

-Ser detestable -espeto con molestia para subirme al auto y azotar la puerta.

-Cuidado, es mi bebé, no puedes tratarlo así -me dice mirándome con su ceño fruncido.

Fabuloso, ahora tengo al bruto de la familia a mi lado.

-Cállate y conduce que ya no quiero más problemas. He tenido suficiente por hoy y solo quiero que este día acabe.

-Está bien, lo lamento -me dice encendiendo el auto y yo recargo mi codo en el filo de la puerta mientras sostengo mi cabeza -Sólo que es agradable ver un rostro nuevo en casa.

No respondo y él no dice nada más para empezar a conducir.


|| Eres el Correcto || Joel Pimentel y Tú || TERMINADA ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora