•28

1.8K 200 10
                                    

Narra Joel :

Apago el auto al haber llegado a casa, y antes de bajar me quedo dentro algunos segundos, observando el auto de mi padre en mi delante.

A decir verdad, no pensé que este día se iba a arruinar de tal manera tan poco esperada, pero había olvidado por completo que mi padre sigue cada uno de nuestros pasos a donde sea que vayamos.

No lo negaré, rompí las reglas por primera vez en todo el tiempo en el que llevo aquí, pero tuve una razón, quise sacarla de casa porque podía ver en sus ojos que clara y obviamente, ________, no estaba bien..., y aunque suene mal, dejarla libre sin nadie al rededor, fue lo único que pude hacer para verla bien durante tan poco tiempo.

Simplemente quise hacer algo bueno por ella luego de todas las cosas que ha hecho por mi.

-¿Dónde estaba? -escucho a Nicolás preguntar antes de que yo suba las escaleras, así que sin tardar voy hasta la sala.

-Con tu hermano.

Inmediatamente mi hermano me clava su fría mirada cuando he puesto un pie dentro de la sala, ante la respuesta que mi padre le ha dado; sin inmutarme dejo que él hable mientras yo empiezo a tensarme.

-¿Qué hacías con _______ a esta hora? -cuestiona empezando a enojarse, dejando a _______ detrás de él, quien sigue llorando -¡¿Por qué estabas con ella?!.

-Ella se sentía mal. -le respondo entre dientes.

-Mira, Joel, lo que le suceda a mi esposa es problema suyo y mío. ¡Tú no tienes por qué estarte metiendo en lo que no te incumbe porque sólo eres su cuñado!.

-¡¿Acaso vos hubieras hecho algo por ella?! -le grito ya que en realidad, estoy enojado sin razón alguna. -¡¿Hubieras sido capaz de si quiera preguntarle por qué estaba mal y qué es lo que podías hacer para tratar de solucionarlo?! -no me responde -¡¿Al menos sabes por qué tiene su rostro lastimado?!... -hago una pausa para tratar de tranquilizar mi respiración agitada, y Nicolás voltea hacia ________.

Suelto una risa indiferente.

-Tú no sabes nada, Nicolás.

-¡¿Y acaso tú sabes mucho para que me digas esto?!  -vuelve a mirarme - _______ es mi esposa, y para ti simplemente es tu cuñada, así que ocupa tu lugar de una buena vez!.

-¡Suficiente de gritos! -exclama mi padre haciendo que me trague mi respuesta -¡Ya estoy harto de todo este dilema!. Nicolás, lleva a _______ a tu habitación y mantenla ahí; y tú, Joel, ven conmigo, tenemos que hablar.

Sin decir nada y sin quitarle la mirada de encima a mi hermano, él se va junto con _________. Mi padre ladea con su cabeza y pasa por mi lado, así que sin protestar y sin más remedio sigo sus pasos hasta su oficina.

Lo escucho resoplar al sentarse, y yo cierro la puerta a mis espaldas.

-Me puedes explicar, ¿qué es lo que esta pasando contigo? -me pregunta mirándome con enojo.

-Nada.

-Luego de todo el problema que armaste, ¿un simple "nada" es tu repuesta?. Mira, Joel, ya no eres un niño para seguir actuando de esta manera, mucho menos para obtar por desobedecer y peor aún, para haberme empujado.

-Lo hice porque estabas lastimandola, no porque yo haya querido.

-¡¿Y a ti que te importa lo que suceda o haga con ella?!. No tienes porque estarte metiendo en problemas solo por las rebeldías de esa muchacha; no debiste mentir para hacerle creer que ella podía salir.

-Eso lo sé, pero, papá, quería evitar que hagas alguna locura y que ella también haga una locura.

-Si la hace, bueno, todo será igual a Lucía, ¿no? -desvío mi mirada y él hace una pausa, para ponerse de pie e ir hasta el estante de libros -Debes empezar a entender que yo no hago locuras, Joel, todo esto es por tú bien y por el de tu hermano, ¿lo sabes? -asiento con mi cabeza -No iba a hacerle nada, y de nuevo te lo digo, tú no tienes porque estarte preocupando por ella. Pronto llegará la chica con la que vas a comprometerte y a la que amarás, y ahí si quiero verte preocupado y peleando por ella, no por ________ que no es nadie para ti.

-¿Estas seguro de que quieres que me comprometa ahora? -cuestiono apretando mis puños.

-Si, ¿acaso tú no lo estás? Si es así, dímelo y puede que regreses a Europa con tus amigos -lo miro con sorpresa y él está sonriendo de forma cínica cuando a volteado, lo cual genera que quiera explotar ahora mismo.

-No, no es eso.

-Pefecto. No quiero que me desilusiones más de lo que lo hiciste hoy -suspira -, créeme que lo hiciste, no creí que tenías tantas agallas ocultas en ti, pero esas agallas son malas porque acabaron de quitarme la confianza y el orgullo que tenía en ti; decepcionado de ti, así es como me siento en este momento, aprende hacer las cosas bien por una vez en tu vida.

No respondo. Esto podría lastimarme, pero no lo hace ya que llevo escuchando estas palabras desde que era un niño.

Según mi padre, es para hacernos más fuertes y firmes; siempre nos los repetía.

-¡Vete!, y piensa en lo que hiciste. No quiero verte hasta mañana en la empresa.

Salgo de la oficina sin decir ni una sola palabra más, y al estar fuera suelto una gran bocanada de aire para luego marcharme.

No quiero estar en esta casa.

Narra ________ :

Alejo la mano de Nicolás de mi rostro ya que no tengo ni una sola intención de dejar que él trate de curarme, no quiero que lo haga, no, luego de lo poco que me defendió cuando estuvimos abajo.

-Vamos, _______, deja de comportarte como una nena y deja que limpie esa herida.

-No quiero que lo hagas, ¿cuántas veces más debo repetirtelo? -él suspira ante mis ariscas palabras.

-Yo solo quiero hacer algo bueno por ti, ¿es tan difícil de entender?. Quiero demostrarte que me importas y que te quiero, ________. Tienes que saber que es por el bien de nosotros.

-En esta casa no hay ningún nosotros, Nicolás, y jamás habrá un nosotros que nos destaque ante los demás, así que empieza a reconocer el hecho de que no me quieres como lo dices y déjame en paz.

-¿Crees que si no te quisiera estaría aquí preocupado por ti y me hubiera preocupado porque no estabas en casa cuando llegué de trabajar?.

-Me gustaría creer que lo actuaste, porque viendo como te doblegas ante la presencia de tu padre en vez de sacar la cara por mi como el esposo que dices ser, me hace pensar que no significo nada para ti.

-Sabes que no tengo permitido encarar a mi padre, mucho menos cuestionar sus decisiones como tal.

-A eso me refería -me expreso con enojo y me levanto de la cama -Tú no sabes lo que es querer, Nicolás, así que deja de repetirmelo.

Doy la vuelta para caminar hasta la puerta y abrir esta para escapar de una vez por todas de esa habitación, pero sus palabras me detienen antes de que cierre la puerta.

-Te juro que no entiendo por qué me odias tanto, ________, yo no te obligué a casarte conmigo y tampoco te obligué a quedarte aquí. Fueron tus padres y él mío, yo solo seguí y obedeci órdenes al igual que tú.

Me quedo en silencio algunos segundos ya que en realidad, aunque no quisiera decirlo, él tiene algo de razón. Creo que si no fuera por su padre que es tan estúpido, quizás Nicolás no hubiera aceptado comprometerse conmigo.

Quiero pensar que pudo ser así.

-No eso eso -murmuro sin mirarlo -Solo me molesta que no seas capaz de decidir por tu propia cuenta..., no te odio, Nicolás.

Cierro la puerta antes de que me diga algo porque no tengo ninguna intención de hablar sobre lo que dije, y a paso apresurado bajo las escaleras.

No quiero pensar que me equivoqué al haber dicho eso, pero creo que mi pensamiento de la vez anterior al haberme sentido algo culpable por mi actitud, me hizo decir esto.

No lo sé, quizá me equivoqué o quizá no.

|| Eres el Correcto || Joel Pimentel y Tú || TERMINADA ||Where stories live. Discover now