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Narra Joel :

Respiro con frustración cuando la rama se ha partido en dos y tratando de no perder la calma, me acomodo mejor en el suelo para tomar otra rama.

Durante lo poco que quedaba de tarde, luego de haber arreglado nuestras cosas, traté de encender esta fogata, la cual ha sido un caso perdido. La noche ha caído y gracias a la literna de aceite que esta a nuestro costado, no estamos en medio de la oscuridad.

-¿Ya mismo? -escucho a ______ preguntarme y yo la miro. Esta sentada en la mesa de manera, mirándome con diversión.

-No me presiones. Necesito relajación.

Ella ríe y yo vuelvo a mi trabajo. Debo admitir que en las películas se ve mucho más sencillo encender una fogata, e incluso en el tutorial que vi parecía sencillo, pero ahora me doy cuenta de que es todo lo contrario.

______ estira un encendedor en mi delante y seguido de eso deja un beso en mi mejilla.

-No te estrezes más.

-¿En serio? Me viste sufriendo desde hace varios minutos, _______ -tomo el encendedor de sus manos y ella ríe abrazándome por detrás.

-Lo acabé de encontrar ahora en las bolsas.

Enciendo la fogata y respiro con alivio ya que al fin tenemos fuego. Ambos nos ponemos de pie y vamos a sentarnos en la mesa.

-Joel. -me dice mirándome.

-Dime.

-Tengo mucha hambre.

Suspiro y volteo a mirar hacia la laguna.

-Sabía que esto iba a ocurrir. -menciono con diversión.

-¿Iba? Por supuesto que ocurriría. Lo único que comimos es solo el desayuno, Joel. -evito reír -Como si a diario saliéramos a acampar. Estabamos arreglando las cosas, una araña gigante me asustó y eso me provocó aún más hambre debido a la sorpresa que me generó.

Suspiro estirando mis brazos y sonrío.

-Cuando tienes hambre hablas mucho más -admito.

-Eso que importa. Mi estómago quema y quiero comer -se cruza de brazos y yo doy una leve palmada sobre su brazo para ponerme de pie e ir hacia la tienda.

-¿Simplemente me dejarás aquí y te irás a domir?. -la escucho preguntarme -, Joel, no puedes restarle importancia a un estómago vacío.

Salgo de la tienda con la bolsa en la que hice las compras y saco dos latas de fruta picada. Antes de regresar a la mesa, dejo nuevamente la bolsa dentro.

-¿Y? -cuestiona una vez que me sentado otra vez, frente a ella.

-¿Sabes que eres como un sueño? -le digo -Es imposible no perderme cuando miro tus ojos.

Ella sonríe.

-Me siento alagada, pero todavía tengo hambre. -suelto una risa y le doy una de las latas.

-Ahí tienes.

-¡Gracias! -expresa con emoción, abriendo la lata e imito su acción para ambos comenzar a comer.

Tengo que admitir que yo también sentía demasiada hambre, pero debía terminar de encender esa fogata.

-Te juro que me siento viva -admite y yo la observo con atención sin borrar la sonrisa de mi rostro -, ahora me siento con toda la energía sabiendo que mi estómago tiene algo de comida.

-Estoy completamente seguro que el único oso aquí eres tú.

-No me culpes, me trajiste de manera inesperada sin siquiera darme tiempo tomar una chamarra.

|| Eres el Correcto || Joel Pimentel y Tú || TERMINADA ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora