|| Eres el Correcto || Joel Pimentel y Tú || TERMINADA ||

•32

Narra ________:

Me quedo de pie en el mismo lugar, atónita por lo que acababa de escuchar, mientras lo veo marcharse, y desvío mi cabeza hacia un lado. No estoy segura de lo que podría hacer en este momento, en realidad ni siquiera se si en verdad esto esta ocurriendo o nuevamente es otro sueño.

Si es así, un sueño, no me gustaría que él se vaya, ni que mucho menos termine.

Al golpearme mentalmente para reaccionar de una buena vez, levanto mi cabeza y empiezo a acelerar mi paso por el simple hecho de querer seguir un impulso para no dejar esto como si no importara.

No sé si lo que voy a hacer es correcto y cabe recalcar que tampoco me interesa saberlo... Solo quiero alcanzarlo porque también tengo algo que decir.

Mi yo interior me dice que si.

-Espera Joel -digo al haber tomado su brazo, logrando que detenga su paso sin que voltee a mirarme.

Las palabras se han borrado de mi cabeza de un momento a otro, pero aquel cosquilleo tan agradable en mi estómago solo quiere decir una cosa.

De la que ya estoy segura.

-Te dije que no importaba -murmura.

-A mi me importa -admito firmemente -, en realidad me importa y quiero que sepas que no pienso decirte nada malo.

-¿Qué quieres decir con eso? -cuestiona volteando un poco su cabeza, para mirarme.

-Que yo también estoy enamorada de ti, Joel. No estaba segura en un inicio hasta ahora que me lo dijiste y que puedo admitirlo -suspiro -Creo que "Eres el Correcto".

-Sabes que... Estamos siendo sinceros con lo que sentimos aún sabiendo que no podrá pasar nada entre nosotros, ¿verdad?. -voltea, para esta vez mirarme atentamente.

-Lo sé, pero solo quería que también lo supieras. No planeaba quedarme callada.

Guardamos silencio durante algunos segundos, ahora mismo esto podría tomarse como una situación incómoda, pero no lo es en lo absoluto, más bien es todo lo contrario...

Se suponía que odiaba a todos en esta casa, que no iba a enamorarme de nadie, pero ahora lo estoy.

Estoy enamorada de Joel cuando en realidad tenía que enamorarme de Nicolás.

-No creo que podamos seguir actuando como antes luego de esto -dice y sin más remedio yo asiento con mi cabeza para luego desviar mi mirada hacia un lado, ya que aún que no quiera, tiene razón. Su mano me toma del mentón para hacer que lo mire de nuevo -, si te soy sincero yo no quiero, pero sabiendo que mi papá y mi hermano están en medio -lo interrumpo.

-No harás nada al respecto porque sigues las reglas, no te preocupes, yo lo entiendo.

Quiero llorar.

Llorar por la frustración y la impotencia que me está causando la situación.

-No quiero causarte problemas, ________, por eso. Yo no quiero que sigas pasándola mal.

-Esta bien.

Luego de murmurar mis últimas palabras un nuevo impulso crece en mi, y esta vez no lo pienso ni lo medito, solamente lo pongo a prueba al tomar a Joel de las mejillas de manera sorpresiva para besarlo, siendo correspondida al instante.

Me gustaría decir que Nicolás y Joel sólo son diferentes por sus personalidades, pero no es así. Con Joel, al solamente estar con él, me siento feliz, tranquila y segura; con Nicolás es todo muy diferente.

Al alejarse de mi me rodea con sus brazos, formando un abrazo tan cálido y reconfortante que hace que me aferre más a él, como si ya no quisiera soltarlo.

-¿Puedo decir algo más? -dice soltando un suspiro de por medio y yo solamente asiento, haciendo que él se aparte un poco de mi para tomarme de las mejillas y mirarme fijamente a los ojos. -Hubiera querido que nos conozcamos mucho antes de que todo esto ocurriera.

Se aparta de mi antes de que pueda decir algo, y esta vez dejo que se vaya. Me doy vuelta algo confundida, nostalgica y molesta al mismo tiempo ya que no planee que las cosas se dieran de esta manera a tal punto en el que llegué a sentir algo por Joel y no por Nicolás.

Son tan iguales, pero a la vez tan diferentes..., que fue imposible evitarlo.

(...)

-No planeaba encontrarte por los pasillos -dice Juan antes de entrar a su habitación, al verme llegar al segundo piso -¿Que hacías merodeando por ahí?.

-Ningún plan tan ruin como los que usted realiza, así que no se preocupe.

-Para ya con tus rebeldías, _______, no quiero escucharte. - me cruzo de brazos -Ahora que te encuentro optaré por regresarte esto -me extiende mi celular el cual no demoro en tomar, cayendo en cuenta de que aparte de tener un cinco por ciento de batería, esta completamente vacío.

-Aquí no hay nada, ¿qué se supone que hizo con mis cosas? -cuestiono frunciendo mi ceño.

-No creas que tu vida iba a ser la misma luego de lo desleal que fuiste. Ahora tienes celular y solamente podrás llamar a tus padres, a Nicolás, Joel y a mi.

-¿Qué pasará con todas mis amistades?, ¿es que acaso ya no voy a verlas nunca?.

-Debiste pensarlo antes de ir y abrir la boca. Como dije en un inicio: lo que sucede en esta casa, se queda dentro de esta casa. No tiene porque salir.

-Está arruinando mi carrera y mi vida junto con ella.

-Tu carrera sigue en pie, tampoco busco que mi hijo tenga como esposa a alguien inútil, así que ahora que encontré ayuda, tu profesor particular vendrá el lunes. Todo está solucionado de ahora en adelante y espero que no lo arruines con tus berrinches y tonterías. Buenas noches.

Soltando todos los insultos posibles y reteniendo mis ganas de llorar por la impotencia, entro a mi habitación llamando la atención de Nicolás por lo fuerte que he cerrado la puerta.

-¿Dónde estabas? -me pregunta al ponerse de pie -_______, ¿qué sucede?.

-Tú papá es un asco, eso sucede.

-_______ pero... -lo interrumpo.

-No, Nicolás, si vas a defenderlo mejor no hables que no quiero enojarme contigo -me aparto de él para ir al baño y encerrarme en este.

Dejando que algunas lágrimas rebeldes resbalen por mis mejillas me siento sobre el retrete. No entiendo cómo le haré para poder acostumbrarme al hecho de tener que quedarme aquí, parece algo tan difícil que con solo pensarlo la impotencia vuelve a surgir en mi.

Respiro profundamente para calmarme y retiro el cabello de mi rostro. En mitad de mi silencio las imágenes de lo que pasó en el jardín regresan a mi cabeza.

Al menos puedo decir que ese es el único recuerdo agradable que tengo de esta casa, aunque no haya acabado como esperaba que lo hiciera o como se suponía que tenía que ser, estoy segura de que no podré dejarlo u olvidarlo de la noche a la mañana...

-A mi también me hubiera gustado conocerte antes.