Gaara era un hijo de puta pero realmente admiraba su capacidad, y cada uno se respetaba como se debía, Gaara había agarrado una deuda con él y según el pelirrojo tenía que pagársela, pero Naruto realmente no necesitaba cobrar nada, solo había defendido al alfa porque sabía que era lo correcto.

Era para lo que se formó como militar, para poder ayudar a las personas, y el nunca abandonaría a su compañero.

Gaara le acarició los cabellos de forma ruda, en sus ojos verdes brillaba la admiración al contemplar la cruz en su pecho, Naruto nunca pensó terminar con tal medalla, se soltaron felices dirigiéndose a sus familiares para al fin celebrar, Naruto caminó tranquilo hacía Kakashi y saludó.

—¿Tengo permiso para abrazarlo señor?

—Claro que sí teniente.

Naruto lo abrazó con fuerza y Kakashi sonrió sosteniéndole, Naruto lloró un poco bajo su hombro, sintiendo nostalgia y tristeza pero al salir del apretado abrazo sonrió limpiando sus ojos rápidamente, Kakashi lo notó y sonrió un poco.

—Están orgullosos, lo sé...

Kakashi tuvo que dejarle porque su presencia era requerida, Naruto asintió sabiendo que lo que Kakashi decía era verdad, miró hacía Shikamaru y este le espero tranquilamente hasta que llego a él.

—No puedo creer que te retiraras del programa después de lo de Haku y Tobi.

—No habían motivos para seguir, desde el primer día que llegué al campamento sabía que había algo raro, pude sentir como te acechaban.

Ahí comprendió porqué aquel día Shikamaru lo había topado contra un árbol poniendo su cuerpo como escudo para cualquier cosa.

—Gracias por todo lo que hiciste.

—No es nada... Realmente quise ayudarte.

—...

—Oye...

—¿Qué?

—Yahiko manda felicitaciones.

Le tendió el teléfono y Naruto tragó grueso, mirando las palabras escritas de Yahiko en el mensaje.

"Me demostraste que podías y siento mucho orgullo por ti, felicidades, te mereces esto y mucho más".

—Es un idiota –dijo Naruto mordiendo sus labios– Un idiota.

—Lo sé.

Antes de que se pusiera a llorar Shikamaru lo tomó de los hombros zangoloteándolo y Naruto rió fuerte sintiendo su amistad crecer, habían pasado por mucho ahí adentro, era normal que lo sintiera como un amigo cercano.

Deidara y Sai llegaron para felicitarlo y abrazarlo, realmente esos dos eran tan dulces como un militar no podía ser, pero Naruto les tomó cariño a pesar de todo, todo lo que les habían hecho hacer era para su bien, el esfuerzo de cada sesión los había fortalecido.

Los gritos rudos habían servido de motivación, era todo un plan que había funcionado, Naruto lo sabía y por ello había tomado una admiración hacía ellos.

Cada lección que les dieron, Naruto la aprendió bien, sabiendo que esto le serviría tarde o temprano

Sai y Deidara lo jalaron hacía su habitación, vio como todos se retiraban con sus familiares, como pudo se despidió de Neji y Kiba sabiendo que en algún punto los volvería a ver fuera de este lugar, Gaara solo había asentido en forma de despedida para luego irse, Naruto se había quedado con la pequeña sonrisa dada por el alfa.

Y ahora estaba ahí, Sai tapó sus ojos para un rato después destaparlos, jadeó con sorpresa al ver un pastel siendo traído por Deidara, era un pequeño pastel realmente hermoso, su decoración eran flores de sakura.

Fiare -Omegaverse-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora