𝓓𝓲́𝓪 𝓬𝓾𝓪𝓻𝓮𝓷𝓽𝓪 𝔂 𝓭𝓸𝓼 (𝓹𝓽. 𝟐)

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—Escúchame bien, Yoongi.

El pálido tembló en su lugar, pasando saliva con cierta dificultad mientras que intentaba mantener la compostura, no importaba cuando sus piernas temblaran y como sentía que su corazón terminaría saliendo por su boca, no podía flaquear.

—Pasé la noche dando vueltas en la cama únicamente con este tema en la cabeza, y aunque no me guste admitirlo, tienes razón.

Los orbes del de anaranjados cabellos se iluminaron al instante, la corvatura de sus labios se alzaba en una sonrisa al darse cuenta de que no tendría que ir a ningún lugar.

—No importa que te separe de todos los novios que llegues a tener, terminarás encontrando otro, y por difícil que sea para mí, aunque no comparto tus ideales, acepto que seas.. De ese modo.

—¡Qué alegría! ¿Entonces puedo yo también decir que tengo novio? —El menor de los Min se integró a la escena, dejando a su padre con una gran mueca de sorpresa—. Yo estoy saliendo con un chico llamado Hoseok, es de lo mejor. Como ya toleras a Yoongi, me tienes que tolerar a mí también.

—Sólo no traigan a sus novios a la casa.

Ambos hermanos parecían haberse puesto de acuerdo psicológicamente, pues se cruzaron de brazos, sus ojos haciéndose cada vez más pequeños en busca de amenazar a su figura paterna.

—¡Ugh, de acuerdo! Sólo no hagan cosas fuera de su edad, empezando contigo, Jaebum.

—Me parece que ya es un poco tarde para eso, como sea, ¡los veo más tarde! —Sin propinar explicación alguna, pues sabía de antemano como la imaginación de los presentes se encargaría de terminar de atar los cabos.

—Tu madre y yo debemos marchar nuevamente.. Cuida a Jaebum, y a ese chico entre los arbustos.

( . . . )

—¿Viste eso, Jimin? ¡Lo encaré como todo un hombre! "No puedes hacer nada al respecto para cambiar mis gustos, acepta como soy porque no hay de otra". Estuve muy genial, ¿verdad que sí?

—No es por nada, pero parecías más bien un pequeño gatito asustado, todo tembloroso y con la respiración entrecortada. —Mencionó el menor de ambos dejando escapar algunas risas, recibiendo miradas de odio por parte de su pareja.

—Oye, no te burles de mí, mira que nuestra relación pendía de un hilo.

—En verdad.. Podríamos haber mantenido una relación a distancia, y que yo fuera los fines de semana a Daegu.

—¡¿Estás loco?! Habría muerto al tenerte tan lejos de mí, mi corazón no lo habría soportado, creo que estoy agonizando de solamente la idea.. Este es mi fin. —Llevó su diestra a su pecho, arrugando su camiseta entre sus dedos mientras fingía sufrir algún tipo de ataque al corazón, obteniendo risas por parte adversa.

—Supongo que tienes razón, tampoco lo habría soportado.

—Además, aquí están los chicos, no tengo ni idea de como socializar, probablemente habría sido el bicho raro de mi escuela.

—Ahora que lo pienso.. Dijiste que una vez en Daegu habrías conseguido otro novio, ¿y yo qué? ¿no tengo teléfono? ¿redes sociales? ¡¿estás pensando el dejarme?! 

El pelinaranja sabía que no se trataba de más que de una escena actuada, por lo tanto, tomó el mentón impropio con sus dedos pulgar e índice, deshaciendo los centímetros existentes entre los labios de ambos para así formar un beso, expresando una sonrisa en medio de este.

Definitivamente, su vida estaba en Seúl, y no la cambiaría por nada del mundo.

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¡hola, preciosuras! muchas gracias por llegar hasta aquí y con estos dos capítulos doy por hecho mi regreso a esta plataforma, probablemente publique más fics que tengo en mente y renueve algunas cosas, pensé en corregir algunos errores que tenía en ese entonces, pero dos capítulos y me cansé. (?) 

¡nos vemos en la próxima, besitos!

—kath.

bet ◜ဗ◞ yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora