bet ◜ဗ◞ yoonmin

𝓓𝓲𝓪 𝓬𝓾𝓪𝓻𝓮𝓷𝓽𝓪

—Soy su novio.

La expresión del hombre se tornó en una de asco de manera inmediata, su gesto representaba que estaba furioso y la rabia cubría todo su ser, se había girado de manera brusca y con sus orbes buscó al pelinaranja, le había dedicado una mirada asesina a su propio hijo.

—¿No qué no esperabas a nadie, YoonGi?

—Papá, lo puedo explicar..

—¿Qué vas a explicarme, YoonGi? ¿Me dirás que es una broma? ¿Qué es un amigo íntimo? ¿Qué estás experimentando, acaso? —Musitó con rabia, a la vez que se acercaba a su hijo.

—Papá, sí me dejaras hablar..

Bruscamente, las palabras provenientes del pálido fueron acalladas por el las del hombre.

—¡Una mierda voy a callarme! ¡Mi maldito hijo, siendo gay! ¡¿Puedes acaso creer la mala fama que eso traería a esta puta familia?! —Había subido el tono de voz, dando a notar que el enojo hablaba por él—. Pero, ¿sabes algo? Todas las cosas tienen solución, y esta también la tiene.

—¿De qué estás habland..

—Mañana nos iremos todos a Daegu.

La expresión del de nívea tez cambió rápidamente, tornándose a una de enojo, estaba listo para decir todo lo que pensaba, y todo lo que se había guardado durante años.

—Puedes irte tú, junto con esa mujer y JaeBum, pero yo no voy a ningún maldito lado.

—¿Qué fue lo que dijiste?

—¡Dije que yo no iré a ningún maldito lado! ¡No voy a abandonar a la persona que me gusta por el simple hecho de que a ti se te pegue la gana!
Pudiste separarme de YoungSoo, traerme hasta esta ciudad en un intento de que lo olvidara y me pusiera en el "buen camino", pero adivina qué. Ahora no voy a permitir que me alejes de JiMin, la misma historia no se va a repetir dos veces ni las veces que se te vengan en gana, Min Kwan.

—Cuida tu lenguaje, YoonGi. Lo que digas puede traer más consecuencias de las que te imaginas.

—¡Me importa una puta mierda lo que digas! ¡Diré lo que quiera porque no eres capaz de hacer algo más que amenaz.. —La palma del más grande en la habitación se estampó contra la mejilla del pelinaranja, provocando que la zona antes mencionada se tiñera de un color rojizo—.

Todos los presentes en la habitación quedaron perplejos, con la boca y ojos abiertos cuales platos, decir que estaban sorprendidos era poco, muy poco.

YoonGi no tardó más que segundos en alejarse de la anatomía de su padre y acercarse a la de JiMin, tomándole de la mano con una obvia fuerza, al punto de lastimarle y salir corriendo de allí con él. 

—YoonGi.. —El rubio no obtuvo respuesta alguna—. YoonGi, para, estás lastimándome.. —Nuevamente, ninguna contesta—. ¡YoonGi, por un maldito demonio! —Exclamó el moreno, zafándose del agarre ajeno; deteniendo el paso de ambos—. Entiendo que estés enojado, puedo comprender lo disfuncional que es tu familia ahora, pero por favor, escúchame.

El pálido se limitó a darse media vuelta, manteniéndose cabizbajo.

—Mira.. Sé que la relación con tu familia no es la mejor.. Y sé que quizás ahora mismo no quieres volver a casa, pero puedes quedarte en la mía unos días, hasta que puedas volver para buscar tus cosas, ¿quieres?

Palabras no fueron la respuesta que obtuvo, sí no un repentino abrazo, en el cual el de naranjas cabellos ponía fuerza, pero sin la necesidad de lastimar al más pequeño.

Ahí se quedaron un largo rato, abrazados, sin la necesidad de que hubieran palabras de por medio, el silencio entre ambos era cómodo y reconfortante.