bet ◜ဗ◞ yoonmin

𝓓𝓲𝓪 𝓿𝒆𝓲𝓷𝓽𝓲𝓾𝓷𝓸

YoonGi estaba torturándose, corría de un lado a otro en la vivienda, la cual ni siquiera le pertenecía, estaba volviéndose loco.

Loco porque, no habían señales de su hermano, JaeBum, un chico de tan sólo quince años. ¿Y sí había tomado la noche anterior? ¿Y sí se había puesto ebrio? YoonGi no podía imaginar a su pobre hermano, solo, ebrio, indefenso, se le partiría el alma.

Pero, oh, recordó que existe un aparato llamado teléfono móvil, el cuál rápidamente sacó de su bolsillo, encendió con su dedo pulgar y escribió el pin con el mismo dedo, entró a la aplicación de contactos y buscó el de su hermano, para llamarle y pegar el teléfono de su oreja.

Timbró una, dos, tres, cuatro veces, y no había respuesta de JaeBum.

Llamó repetidas veces al número, pero luego de timbrar algunas veces le llevaba al buzón de voz.

—Maldita sea JaeBum.. ¿En dónde te metiste? —Era lo único que podía mencionar el pelinaranja, le había buscado en cada rincón del inmueble, en cada habitación. ¡No dejo ni una sola piedra sin levantar!

YoonGi no suele mostrar su cariño, pero cuando se trata de su hermano todo es diferente.

Cuida y protege a JaeBum con cada parte de su ser, pues, no quiere que siga los mismos pasos de su hermano, el de cabellos anaranjados se nombraba a sí mismo un "Don Nadie".

Realmente, no se sentía orgulloso con quién era, al contrario, le decepcionaba. Todos los días, con cada parte de su ser, con todas sus fuerzas, trataba de ser diferente, ser alguien, alguien en la vida, ser lo que ellos quieren.

Sacudió su cabeza de un lado a otro, deshaciéndose de los pensamientos que llenaban la misma, JaeBum, encontrar a JaeBum, era lo que tenía que hacer.

Pero, a quién engañar, él no estaba preocupado.

Estaba muriendo lentamente.

¿Qué tal si su hermano se embriago, decidió irse y fue atacado en el camino de regreso a casa? 

¿Qué tal sí lo drogaron?

¿Qué tal sí lo secuestraron?

¿Qué tal sí lo violaron?

¿Qué tal sí lo mataron?

¿Qué tal sí...? Ahg, YoonGi había pasado de preocupado a estresado, llevo sus venosas manos a sus cabellos, tirando de estos sin medir fuerzas.

De repente, en medio de su trance, la vibración de su móvil en su bolsillo le sacó del trance que le estaba enloqueciendo, rápidamente sacó el aparato, y al ver que era una llamada de su hermano no tardó nada para contestar la llamada y pegar el teléfono de su oído.

—¿YoonGi Hyung..?

—¡JAEBUM! ¡¿DÓNDE ESTAS?!

—YoonGi, baja la voz.. Es temprano, estoy en casa.

—¿Qué?

—Sí, en casa, me fui temprano anoche, pero como tú habías comenzado a beber dudo que recuerdes algo, borracho de mierda.

—Más respeto a tú mayor sí no quieres que golpee tú linda carita.

—Quiero ver que lo intentes. —El chico al otro lado de la línea colgó, en sus palabras obviamente se había notado un tono burlón, algo que incomodo a YoonGi. ¿Su hermano menor se estaba burlando de él? Se aseguraría de darle su merecido cuando le viera.

—Y yo preocupándome nada. —Suspiró con alivio y para sí mismo, quizás había exagerado.

Digamos quizás, porque lo hizo.

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¿Qué hago actualizando a las tres de la mañana?

—Kath.