bet ◜ဗ◞ yoonmin

𝓓𝓲𝓪 𝓬𝓾𝓪𝓻𝓮𝓷𝓽𝓪 𝔂 𝓾𝓷𝓸 (𝓝𝓪𝓶𝓙𝓲𝓷)

Capítulo únicamente acerca de NamJin, sí la pareja no es de tu agrado sólo no leas el capítulo. Gracias de antemano.

—Kath.

Era una noche tranquilo para ambos chicos, habían decidido pasar una velada juntos, ver películas y darse mimos, cosas de pareja, lo usual.

El menor de ambos, NamJoon, había recibido una inesperada llamada, pero no pasaron más que segundos para que este atendiera, rápidamente apegó el aparato a su oreja y una voz bastante conocida se hizo escuchar, era YoonGi.

—¡NamJoon, viejo! ¿Quieres venir a mi casa? Podríamos ver una película o al--

—Tengo planes con Jin, hablamos otro día. —Tras haber musitado dichas palabras, el moreno colgó, dejando su móvil a un lado.

—¿Puedo saber quién era, Kim?

El de morados cabellos tomó una gran bocana de aire, acto seguido expulsó el aire que había retenido. Conocía perfectamente ese tono, así como también se veía venir aquel interrogatorio.

—Sólo era YoonGi, preguntando sí podíamos quedar.

—¿Estás totalmente seguro? Es decir, siquiera lo llamaste por su nombre, o le hiciste alguna pregunta. Encima de eso, tu voz sonaba molesta. ¿Soy molesto?

—Aquí vamos de nuevo; Jin, era YoonGi, puedo mostrarte el móvil incluso, y no eres molesto, en lo absoluto, simplemente tengo algo de sueño.

—¿"Aquí vamos de nuevo"? ¿A qué rayos te refieren con eso? Y no es necesario que me muestres el contacto, quizás es uno de tus tantos amantes y los difrazas con los nombres de tus amigos.

—¡Estoy harto de tus malditos celos enfermizos! ¡Eres un maldito celoso sin control que me cela incluso con el puto aire! —Exclamó el menor, levantándose de manera brusca del sofá, mostrando una obvia mueca de enfado.

—¡¿Yo, celoso enfermizo?! ¡Simplemente estoy cuidando que me seas fiel! —Al igual que su novio, se levantó enfurecido del inmueble, posicionándose frente a él.

—¡Ah, entonces es bastante imposible confiar en mí, ¿no?! ¡Aún cuando nunca te he dado motivos para celarme, y aún cuando tú me has dado miles, nunca te he hostigado por ello!

—¡Eres un idiota, Kim NamJoon!

—¡Y tú eres un maldito celoso enfermizo, no sé que mierda te vi además de la cara y el culo!

Dichas esas palabras, los ojos del mayor se humedecieron, comenzaron a picar, las lágrimas amenazaron con brotar de sus orbes, y el pelirosado no se abstuvo a esta pequeña amenaza, permitiendo que las lágrimas corrieran por sus mejillas. Elevó su mano y la dirigió con fuerza hacía la cara del moreno, dándole una bofetada.

—Vete de mi casa.

El pelimorado estaba perplejo, era incapaz de soltar palabra alguna, se limitaba a analizar toda la situación y el golpe que había recibido hace unos pocos segundos.

—¡QUE TE VAYAS DE MI PUTA CASA!

Aquel grito fue más que suficiente para sacar a NamJoon de sus pensamientos, el cual sin pensarlo dos veces se encargó de recoger sus cosas y marcharse de la vivienda de SeokJin.

El de cabellos rosados colocó ambas manos sobre su rostro, soltando inentendibles sollozos acompañados de lágrimas e hipeos, le dolía, le dolía demasiado haber escuchado aquellas palabras, quería creer que eran mentira, que eran producto del enojo, quería creer que esas palabras no habían salido de la boca de la persona que ama.