CAPÍTULO 22.

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Akutagawa estaba vigilando un viejo consultorio clandestino, su jefe tenía una misión sobre viejos farmacéuticos, y solo él conocía cuales eran. ¿La misión del perro rabioso? Vigilar que nadie se acerque y de hacerlo, matar.

Sus brazos estaban cruzados, miraba los alrededores, nada pasaba y de la nada fue tacleado y tirado al suelo. En cuanto abrió los ojos, miro aquellos ojos filosos, amarillos, las orejas, la cola, él encima de él y reteniéndole con sus patas de tigre en sus hombros – ¡Jinko! ¿Qué crees que haces maldito gato enorme?

―     Me pidieron una distracción

―     ¿eh? – se levantó – mi jefe está allí

Atsushi lo abrazo reteniéndolo – sí, el  mío también. – Sonrió – ¿no quieres oler tu abrigo?

―     ¿mi abrigo? ¿Qué le hiciste? – olio el abrigo por el lado de los hombros – huele a higos...

―     Compre una loción de baño – sonrió amplio – se llama esencia de higos

―     Maldito gato te voy a comer entero

Akutagawa azoto a Atsushi contra la pared.

Mientras tanto, Mori revisaba los frascos cuando sonrió – tardaste en llegar

―     Dejaste un vigilante

―     Soy el jefe de la port mafia, debía traerlo por cualquier cosa. Pero... imagino que te las arreglaste igual

―     Soy el jefe de la agencia armada de detectives, debía traer a alguien por cualquier cosa

―     ¿trajiste eso?

―     Aun no entiendo por qué debe ser en un consultorio clandestino

―     Porque es sexy...

Mori volteo a verle, se sonrojo – oh sí, te vez sexy – Fukuzawa estaba frente a él con un traje y corbata

―     Solo uso esté traje por lo pediste

―     La próxima usaré el kimono que quieras

―     Más te vale.

―     Vamos, cierra los ojos

Fukuzawa cerró los ojos, pudo sentir como las manos de Mori atravesaban su cuello y acariciaban su cabeza - ¿Qué haces?

―     Dame unos segunditos

―     Ougai, cuando hablas así suenas tierno

―     No me llames tierno Yukichi, trabajo en algo sexy – termino se ajustar la corbata del agente y sonrió – ábrelos

Fukuzawa abrió sus ojos, se mantuvo inerte, serio, Mori Ougai estaba frente a él con una cola de gato y orejas en su cabeza, unas suaves manitas de gato y una bata de enfermero – doctor gato, creo que los gatitos se encuentran mejor – menciono coqueto. Fukuzawa se agacho levemente – vamos cariño, dijiste que lo de los gatos debía ser una vez a la semana. – el agente le miro

―     Es muy bueno...

―     Doctores, gatos – Mori sonrió tomando la corbata del mayor – venga a mi doctor felino y hagamos gatitos

―     Que sean 5 gatitos

―     Y los llamaremos naranja, fufy, caramelo, miumiu, y té

―     Te amo Ougai

Fukuzawa comenzó besando el cuello de Ougai, el jefe de la mafia abrazo al jefe de la ADA – necesito más de ti Yukichi

―     Eres el jefe de la mafia, no tienes tiempo

Couple RollWhere stories live. Discover now