CAPÍTULO 14

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14. Ansiedad.

― Ryu

― ¿si?

― Oye, oye ¿me quieres? – pregunto y el azabache le miro extrañado

Akutagawa dejo el libro a un lado y miro al albino ― ¿Qué te ocurre?

― Solo, tengo ansiedad...

― ¿Es por lo de ese chico? Vamos Jinko

― Dices "vamos" pero ¿Por qué no me has dicho que me quieres?

― Jinko

― ¿no me quieres? – interrumpió

― Jinko, ¿Por qué no vamos al bar?

― ¿Qué? no, no quiero. – dijo molesto el albino ― solo te pedí que me dijeras que me quieres y ni eso haces – menciono molesto.

El mafioso suspiro. Bajo hasta la alfombra y tomo al albino, Atsushi volteo la mirad ― Jinko, no seas niño

― No soy niño

El mafioso comenzó besando el cuello del albino y Atsushi no le volteo a ver ― no – expreso molesto y el azabache continuo besándolo ― no – volvió a decir. Akutagawa sonrió

― Sabes, amo tus celos

― Que no estoy celoso – se quejó de nuevo

― Entonces bésame también

― No quiero

― Bien... entonces, ¿Cómo puedo decirte que "Te quiero"?

― Pues ya no quiero ni que lo menciones

― ¿en verdad?

― Si.

― Sabes, yo también podría ponerme celoso

― ¿Por qué? yo no hago nada

El azabache acaricio el cuello de Atsushi ― siempre andas con camisa abierta, y la corbata floja, esos pantalones cortos también, no olvidemos que te jalas las mangas de tu camisa

― ¿Qué tiene mi forma de vestir con todo esto?

― ¿Qué? odio que vean tu piel

― ¿Qué? por favor

El mafioso aprisiono a Atsushi contra el suelo de la alfombra ― ¿no me crees? – Pregunto desafiante mientras el albino tragaba saliva ― Jinko, me enfurece que dudes de mi

― Y-yo no du-dude de ti y

Akutagawa dio un primer mordisco en el pecho del albino haciéndolo gritar, el albino lo miro sorprendido después de gritar ― entonces... si dudas tanto como para ponerte celoso, marcaré lo que es mío

― ¿E-eh?

El azabache comenzó a morder, no, no a succionar, si no a morder con sus dientes las mejillas del albino, uso a Rashomon para tener sus manos detrás de su espalda, Atsushi siguió gritando mientras el mafioso tomo sus mejillas y siguió mordiendo por debajo de su cabeza.

― ¡AH! ¡SUELTAME!

Fuera del departamento, algunos vecinos se asomaron por los gritos provenientes de dicho edificio. A pocos minutos tocaban la puerta, el azabache se asomó cuando miro a su vecino ― vecino, escuchamos unos gritos y...

― Sí, todo está bien.

― Pero...

― Mi compañero piso unas tachuelas de un proyecto, grito mucho mientras curaba sus pies. Una disculpa

― Bien, me alegra.

El vecino se apartó, el mafioso cerró la puerta, cierto. Los vecinos creían que ambos eran estudiantes universitarios que compartían departamento. El mafioso volteo a ver al albino, estaba en el suelo con lágrimas mientras apretaba su piel ― duele

― Tú te lo buscaste

― Eres un animal

― Me llaman perro – menciono sarcástico

― Idiota – susurro tallando sus brazos

― Ahora déjame encargarme de ti

― ¡Ja! estás loco – menciono levantándose

El azabache llego corriendo y tacleando al albino contra la pared ― oh no Jinko, te dije... detesto – menciono molesto ― que dudes.

Sostuvo con fuerza las manos de Atsushi, mientras bajaba su pantalón, el albino le miro con mala cara ― tú, ¿en verdad me lo harás así? – Se quejó, ― esto es suficiente, ¿Cómo sé que no haces esto para evitar la situación?

Akutagawa sonrió de lado, en verdad estaba molesto. Termino de bajar el pantalón de Atsushi y comenzó por jugar con su trasero, ―sabes Jinko, te quejas mucho pero no he visto que intentes apartarme ¿tienes una mente tan perversa?

― E-eres un tonto, yo no haré un desastre para que vengan de nuevo los vecinos y la policía se enteré de ti

― Oh, así que me cuidas

― Y tú te aprovechas de mi

Akutagawa siguió riendo, y toco el miembro del albino ― pues, tu sabes fingir bien una erección. – Hablo a su oído desde su nuca ― ¿de verdad te prende tanto esto? ¿Tanto amas estar en peligro? Tú realmente eres un pervertido

― Y-yo no...

El mafioso aplasto el pecho del agente contra la pared, tentaba su interior con uno de sus dedos, lo preparaba para encontrar ― ¿Cuánto tiempo aguantarás parado?

― N-no lo hagas ahora

― ¿Por qué no? – cuestiono besando los hombros del albino ― ¿Qué no dijiste que no gritarías por ayuda?

― Eres un mafioso

― Lo soy cariño, amo ser un mafioso – el azabache entro en el albino de una sola estocada haciéndole gemir ― pero más amo tener tu cuerpo a mi merced

― Aaah, Ryu ¿qu-que haces?

― Lo que debí hacer hace un rato – menciono ya cansado.

El mafioso comenzó a embestir al albino mientras este rasguñaba la pared, su cuerpo comenzaba a inclinarse aunque sus piernas permanecían rectas soportando las estocadas del mafioso. Atsushi se sostenía como podía de la pared. El mafioso comenzó a morderle la espalda. Fue cuando Atsushi tapo su boca con su mano. Las estocadas se hicieron más fuerte, a tal punto que Atsushi golpeaba su cabeza contra la pared. Resistió

Akutagawa se posiciono entre su espalda y su nuca, podía besar la nuca del albino tanto como quisiera, aprovecho para dejar un par de mordidas mientras continuaba moviéndose. Atsushi gemía sin control, cuando se sentía cerca del final, mordió la oreja del albino y desde su espalda le hablo ― Jinko, te quiero, te amo. Te amo más que mis mañanas, y menos que el día anterior, te necesito como el aire que respiro, y amaría tenerte en mi así como mi habilidad. Quiero pasar el resto de mis días contigo, porque eres el único, el más especial y tierno tigre de todos. El mafioso y el terminaron juntos, y fue cuando Atsushi cayo de rodillas al suelo mientras respiraba agitado.

Akutagawa tomo la cadera del albino haciendo que este se golpeará contra el piso, mordió su glúteo con fuerza y Atsushi volvió a gritar.

Unos minutos después, Akutagawa se escondía bajo la cama mientras Atsushi hablaba con un oficial de policía. Había cosas que jamás se podrían evitar. 



...

Bueno, les dije que Toru estaría saliendo, pero todavía no; aun así es la causa de los celos de Atsushi, ¿que creen que pase más adelante?.

¡Gracias por leer!

Couple RollWhere stories live. Discover now