CAPÍTULO 82

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Llevaba dos días de viaje y justamente Atsushi tenía un plazo de descanso. Había comido dulces hasta tener dolor de estómago.
Había visto series, películas y disfrutado, pero no, le hacía falta lo más importante.

— Jinko, te escuchas triste

— Es que no estás aquí, te extraño mi amor

— No me hagas esto, sabes que también te extraño

— Entonces regresa ya — se quejó. — Dile a tu jefe que te necesito

— Jinko, ya cálmate. Prometo volver con juguetes nuevos. Debo colgar. Te amo

— también te amo

Colgaron. Atsushi en verdad estaba haciendo un berrinche. Lo extrañaba, — no lo necesito — se dijo así mismo.

Fue a buscar en El Cajon de la cama un lubricante. Bajo su pantalón y su bóxer, no le importaba ya nada; de todos modos estaba solo.

Lleno sus dedos de lubricante y no dudo en meterlos. Estaba sentado entre las almohadas. — aaah... mm... — estiraba su brazo lo más que podía para entrar. Tuvo que subir una pierna para llegar mejor — aah.. aah maldición — se quejo.

No podía alcanzarse bien. Quería algo más profundo — maldita sea, Ryu me tiene acostumbrado a cosas grandes y profundas.

Chasqueó la lengua. Un tigre enojado no jugaba fácil.

Tomó la tarjeta del azabache y su delivery preferido. Pidió un paquete express el cual llegaría en 25 minutos.

Aprovecho para tomar un baño, preparar comida para después y Justo a tiempo, Atsushi fue a abrir la puerta usando únicamente uno de los abrigos del azabache — Señor Akutagawa

— si

— firme por favor

Atsushi firmó, y se le entregó el paquete, aquel chico lo vio — ¿que? ¿Quieres propina o que? — habló frío

— n, no, por un momento no lo reconocí sr Akutagawa, disfrute.

El chico se fue y Atsushi cerró la puerta, fue a la habitación donde sacó su paquete — uuuy, eres hermoso. — exclamó.

Su nuevo dildo había llegado, más que largo, solo eran 15 centímetros pero el grosor era de 20 centímetros en su base y 8 en la punta.

Fue al baño a limpiarlo primero, una vez limpio, lo coloco en la cama rodeándolo de almohadas — tú serás el perfecto enemigo de ese simple mafioso. — dijo triunfante.

Fue por el lubricante, primero que nada, ya se había preparado en el baño, y aún así, prefirió abrirse un poco más, estaba preparado, listo. Puso lubricante en su nuevo amigo, bastante de hecho.

Tomó la base con su mano y fue entrando lento — aaah... ¡aaah! Atsushi espérate — se dijo a si mismo. Busco con que agarrarse pero la cabecera quedaba lejos

Sus piernas perdieron el equilibrio y terminó entrando hasta a la mitad. — ¡Aaah!

Atsushi cayó de cara a la cama, sus brazos temblaban — AAy Dios, aay... — cada movimiento el menor lo sintió peor. Era tan Grande que estaba tocando su punto.

Atsushi se movía más por la sensación, estaba en el punto del extasis

Apretó las sábanas mientras se movía aunque por desgracia para el con tanto lubricante terminó saliendo.

Sus piernas temblaban, fue por su querido amigo. Lo puso contra la cabecera para que no saliera de el, y una vez más comenzó.

Estuvo así un buen rato. Cuando terminó, abrazó al dildo contento — te llamare, amante

Couple RollWhere stories live. Discover now