CAPÍTULO 57.

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Capítulo. 57 Día de chicas...



Era el día libre de Akutagawa pero por esta ocasión había ido a la base de la port mafia a acompañar a su hermana quien estaba realizando un proyecto con Kaiji. Al parecer el científico necesitaba de la chica. – Akutagawa-san no es necesario que este aquí

Si vas a hacer algún experimento que involucra a mi hermana, aquí estaré

Bien, bien – se quejó el castaño – toma Gin, usa este perfume y dime si sientes cambios

Gin asintió y se roció el perfume. Esperaron un par de segundos, se miraron entre ellos, el cabello de Gin se encogió y la chica rápidamente se tapó con su hermano - ¿Qué hiciste?

Pues, eso no debería pasar y Gin

Gin se giró y pateo a Kaiji entre las piernas, con gran fuerza. Akutagawa miro a la menor - ¿Qué paso?

Soy un chico

¿Eh?

Entonces... si funciona – exclamo Kaiji adolorido en el suelo – solo durara una hora. No te apures

Akutagawa pateo su cabeza – la siguiente, avisa. – Miro a Gin - ¿estarás bien?

Gin asintió.

El azabache fue a casa, su hermana tenía trabajo todavía, claro que él había tomado aquel perfume. Atsushi aún no llegaba a casa, así que sonrió mirando el frasco – podría... hacer un juego nuevo...

Se roció perfume en el viendo como su cabello creció, sentía menos peso en su cadera así que miro debajo de su pantalón y sonrió – esta cosa es increíble – exclamo sonriente. – iré de compras...

Más tarde por la noche, Atsushi salía de las oficinas de la Agencia armada de Detectives cuando Rashomon lo jalo, Atsushi sonrió al ser azotado contra la pared, le encantaba ese juego no lo iba a negar - ¡AAah! Ryu, empezamos rudos y – le miro - ¿Ryu?

Jinko, pide un deseo – Atsushi no pudo reaccionar cuando fue perfumado.

Tosió un poco por el perfume tan fuerte, y después se sintió raro, tapo su pecho pero ni sus manos lograron taparle - ¡A-AKUTAGAWA! – Le grito

Oh, asi que serías una chica de pequeños grandes

¿Qué me hiciste Ryunosuke?

Te hice mujer

¡te voy a matar!

Usualmente esa es mi frase

¡Ryu!

Tranquilo, tranquilo, no es nada malo. El efecto pasará en una hora. Ya lo probé, compre algo de ropa pero no sabía sobre tus pechos.

¿me quedaré así por una hora?

Sip – le sonrió – vamos mi bella dama, compremos ropa linda

Atsushi se sonrojo por completo y siguió al mayor, aunque terminaron deteniéndose pues la camisa de Atsushi se abrió, y Akutagawa tuvo que ponerle su abrigo y cerrarlo. Atsushi estaba avergonzado pero Akutagawa no paraba de reír.

Primero fueron a una tienda donde compraron un vestido, Akutagawa moría por ver al albino con un vestido que reluciera sus pechos, pero Atsushi no quería nada de eso. Después de comprar algo de lencería de acuerdo a la talla del albino, fueron a casa.

Couple RollOnde as histórias ganham vida. Descobre agora