In the hell 47.

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Taylor y Harry, se habían ido a dormir hace más de media hora, estaba recostada sobre Michael, él estaba sentado en el sofá y me tenía en sus piernas, podía perfectamente escuchar sus latidos que bombeaban la sangre de su cuerpo a un ritmo tranquilo. Su boca deposita un beso en mi cabellera y su mano izquierda está en mi brazo izquierdo acariciándolo.

—¿Sabes? Todo este tiempo creí que odiaba a Benson.—Confiesa, y su voz es tan sincera.— A pesar de todo lo qué pasó , lo vi todo... la expresión de Harry al llegar al local cuando te pusiste mal, me llegó al corazón...me hizo creer que de verdad era el padre, pero detrás de todo sé que le importabas, y estoy seguro que ha sido un buen hombre, y un buen amigo, y hasta podría ser un mejor padre de lo que yo pudiera ser, cuando los vi afuera del ginecólogo una vez, él te cargó y te abrazó tan contento... sin duda alguna sé que te quiere y que haría cualquier cosa por ti o por Paris.—Dice.—Estoy en deuda con él.

Un nudo se forma en mi garganta y no digo nada.

No habíamos hablado mucho en todo este tiempo, el nudo seguía en mi garganta y la presión de todo el país comenzaba afectarme, y pensar en Lisa era la tercera cosa que castigaba mi cuerpo, además de preguntarme como por séptima vez si él guardaba resentimiento por haberle hecho pasar por toda esta situación, el haberle hecho creer lo de Harry y los falsos resultados de la prueba de paternidad. Exhalé casada.

Michael habla sobre mi cabeza y antes deposita un beso. —Dime, algo. —Susurra, y yo esperé por sus palabras. —La razón por la que has estado callada por casi cuarenta minutos ¿Es la misma, que no nos permitió entrar al motel?

Pensé un par de segundos antes de contestarle, omitiría la parte de la presión que ejercía el saber que todos los noticieros estaban hablando de nosotros como locos, y asentí, levanté la mirada, manteniendo a sus ojos. —Si, por una parte. —Le confesé.

—¿Y por la otra? —Pregunta. —Quiero escucharte, no me dejes más tiempo sin tu voz, porque siento que enloquezco. —Emití una leve sonrisa y él hace lo mismo. —Beth. —Me pide que le responda lo que me ha preguntado recientemente.

—Bien—Aclaro mi voz, antes de continuar y lo hago. —La otra parte, es sobre ti. —Le confieso.

Él sonríe. —¿Piensas en mí? —Sus dientes se muestran y mis mejillas se tiñen.

—Todo el tiempo. —Sonreí y él sonríe y me besa, con una boba sonrisa aún en sus labios.

—Soy inolvidable ¿Eh? —Gasta una broma y comencé a reír.

—¡Eres un egocéntrico! —Reí, acariciando su mejilla.

—Soy lo que quieras, siempre y cuando me beses una vez más. —Reí, mientras su voz salía en un tono seductor.

Michael, une nuestros labios.

—¿Quieres contarme sobre mí, estando en tu mente? —Sonríe.

—De verdad, ¿Quieres que hablemos de eso? —Lo miro y él asiente. —Bien—Dije suspirando—Estaba pensando en que he sido muy egoísta. —Le confieso—todo este tiempo, pensé en mí...y me dejé llevar por el estúpido impulso de verte con alguien más, tu boda, y todo eso...es decir, ahora que estamos aquí, en un sofá juntos, no puedo evitar pensar en cómo fue para ti, desde tu cumpleaños hasta los resultados del ADN. Y ahora sé que mis decisiones erróneas fueron las que te llevaron a tomar las tuyas. —Lo miro. —Yo, Michael...perdóname, sé que no debí hacer que Harry los falsificara, debí decirte, pero tú estabas con ella y mi miedo se incrementaba más y más, tengo tanto miedo que algo pueda pasarle a nuestra bebé, y...el resentimiento mezclado con el miedo me llevó a hacerlo.

Michael, me abraza más fuerte y niega. —Beth, no tengo porqué perdonarte nada, ahora que sé todo, tengo que confesar que he sido un completo idiota, y Harry tiene razón al no quererme, él vio cada dolor que te causé, si yo hubiera creído más en ti, si no habría permitido que te fueras esa noche...dije tantas palabras hirientes, y le di entrada a Lisa, he sido el culpable aquí, y sé que todo se hubiera evitado, si tan sólo te hubiera detenido esa noche, es decir ¡¿Cómo fui capaz de creer todo?! ¡¿Cómo desconfíe de ti?! —Niega—Perdóname tu a mí, he estado haciendo todo mal. —Dice acariciando mis mejillas. —Sé que todo el dolor que he causado, no se va a borrar con un "perdóname" pero no dejaré que te vayas de mi lado nunca más. —Susurra. —Así tenga que dar mi vida por ambas.

Neverland | EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora