In the paradise 08.

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Él asiente y levanta su mano en confirmación. Él luce muy pensativo.


Tomo mi plato y todo lo que utilicé, y me dirijo fuera del comedor. Una señora dulce me mira y me dice: — ¡No, linda! Ese es mi trabajo, deja que me lo lleve. —Dice refiriéndose a las cosas con las que cene.


—De ninguna manera, permítame llevar mis cosas, por favor.


La mirada de la dulce señora se dirige hacia algo detrás de mí. Y me giro para ver lo que ella mira. Era Michael, quien estaba parado en el marco de la entrada del comedor, con mucha atención nos miraba y escuchaba.


—Dámelo, linda yo me encargo—Insistió una vez más.


—Por favor... yo puedo ayudar, no me gusta estar aquí sin hacer nada—Mire a la señora y ella se dirigió a Michael.


—Señor...—Dice ella.


Michael asiente con la cabeza y nos mira aun.


—Gracias, Michael. —Le digo y él asiente.


—La cocina es por aquí. —Dice  ella caminando, la sigo sin dejar de mirar a Michael y cuando no puedo mirar lo más me giro hacia el frente. Entre a la enorme cocina y coloque mis utensilios en el lavabo y comienzo a tallarlos.


Una vez que lave lo que utilicé, miré alrededor, todo estaba impecable. Ni una sola mancha cubría la cocina.


Sequé mis manos y salí de la cocina en dirección a las escaleras. Allí estaba Michael, mirándome desde el mismo marco donde estaba hace menos de diez minutos.


Tomé el barandal, lo mire y subí las escaleras. Él me acompaño subiéndolas también y me acompañó hasta mi habitación. No mencionó ni una sola palabra en todo el recorrido.


Cuando estuvimos frente a la puerta de mi habitación lo miré, él tenía las manos metidas en sus bolsillos del pantalón.


—Buenas noches, Michael. —Dije y él solo asintió.


Esperaba que mencionara una palabra, no sé, algo como "Buenas noches, Beth" o tan siquiera un  "Igual".


Pero no las hubo.


Abrí la puerta y di dos pasos adentro. Y me quede parada. Me giré de nuevo y regrese hacia él y lo rodee con mis manos y mi recosté mi cabeza en su pecho. Podía escuchar su corazón acelerado y sonreí un poco.


—Muchas gracias Michael, sin ti, no sé qué habría pasado aquella noche, eres un Ángel para mí y siempre serás mi ángel guardián. Aun así estés molesto conmigo.


Sé que él no esperaba mi abrazo así que tardo unos segundos para después abrazarme. Una mano fue retirada al instante, y luego sentí que sus manos tomaron mi rostro y él depositó un beso cálido en mi frente.


Cerré mis ojos al sentir sus labios sobre mí, comencé a pedirle al cielo que este momento durara por toda la eternidad. Una mano se separa de mí y al abrir los ojos, él termino de bajar su tapabocas. No logré ver nada, pero le mostré una sonrisa.


Caminé hasta la habitación y  él  se marchó.


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Comencé a ayudar más en las tareas de la casa, como lavar vasijas, ayudar a lavar mi ropa y la de los demás. Incluso a veces le ayudaba a la señora de la cocina a cocinar.


Toque la puerta de la habitación de Michael, pero nadie respondió. Quise imaginar que no estaba desde temprano.


Tenía una canasta en mis manos, comencé a recoger la habitación de Michael, era muy grande  como cuatro veces que la mía, una cama tamaño quinsay, me acerque a la cama des tendida, las sabanas eran de un color dorado, su cama tenía techo y una telas delgadas que cubrían toda la cama, estás se usaban más bien para los sancudos, la tela delgada y transparente evita que los sancudos entren.


Su closet era muy grande, con puertas deslizables. Él tenía un balcón que mostraba toda la vista hacia su bello jardín. Una pintura de él mismo sin ropa, con una tela cubriendo su entre pierna adornaba una pared.


El sonido de la regadera comienza escucharse y sé que él está aquí. Comencé a tender la cama y escuche como cantaba una de sus canciones.








"Hey pretty baby with the high heels on, you give me fever like I've never, ever known you're just a product of loveliness. I like the groove of your walk,
your talk, your dress"

"Hey bebe bonita con altos tacones, me das fiebre como la que nunca he conocido, tu solo eres un producto de belleza. Me gusta el movimiento de tu caminar, tu hablar y tu vestido"

"I feel your fever from miles around I'll pick you up in my car and we'll paint the town Just kiss me baby And tell me twice                                                                                                                       that you're the one for me"

"Siento tu fiebre desde millas alrededor, te recogeré en mi carro y pintaremos la ciudad, Solo besa me bebe y dime un par de veces que eres la única para mi"






No pude evitar sonreír, y acomodé un par de cosas en su mesita de noche, cuando terminé salí y llevé la ropa sucia de Michael a lavar.

Realmente me hacía sentir muy bien poder ayudar en algo, y creo que Michael entendió que necesitaba despejar mi mente con algo. Una vez que puse la ropa de Michael en la lavadora, subí  y ayudé a Casandra con el desayuno.

Subí a bañarme, y  miré a Taylor llenando un expediente.

—Buenos días, Taylor—Dije y me saqué la blusa.

—Buenos días, Elizabeth. —Dice y sigue llenando su formulario— Te ves muy contenta el día de hoy.

—Me siento contenta, mi pierna cada vez se siente menos dormida, creo que es buena respuesta, además que me siento útil. —Dije sacándome el short.

—Me alegra mucho, Elizabeth. —Dice y me entrega varias pastillas y un vaso de agua. —Iré por tu ropa, mientras tomate tus medicamentos.

—Muchas gracias. —Digo y las meto a mi boca, tragándolas con un poco de agua.

Me bañé con cuidado como siempre y sequé mi cabello.

—Elizabeth, tengo tu ropa. —Dice Taylor al otro lado de la puerta.

Enrollé la toalla a mi cuerpo y abrí la puerta.

—Muchas gracias— La tomo.

—Beth... el señor Jackson me ha dicho que esperara por ti para el desayuno.

Sonreí y asentí: —Muchas gracias, Tay.

Neverland | EspañolWhere stories live. Discover now