In the hell 38.

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Mis piernas temblaron, Harry me sostiene de la cintura y yo me giro hacia a Michael, él se levanta del suelo aturdido por la noticia que acaba de gritar Taylor y nos mira con las fotografías en sus manos. Sus lágrimas caen lentamente y se ve muy afectado. Parece como si le hubieran sacado el aire. —Es de él ¿cierto? —Dice mirándome, sus ojos gritaban que le negara todo esto.

Estaba embarazada de Michael, tendríamos un bebé y me moría por besarlo ahora mismo.

—Michael. Y-yo. —Quería contarle la verdad, quería decirle lo que estaba pasando, pero esa navaja seguía en mi espalda, apenas tendría oportunidad de contarle y la navaja me atravesaría completamente. Ahora que sabía que estaba embarazada de Michael, no quería perder a nuestro futuro bebé.

Al ver que no le dije nada, Michael se limpia las lágrimas, furioso, y me mira, ahora con una mirada de odio, su mirada me hizo retroceder un par de pasos, no había visto esa mirada desde hace tiempo, cuando el paparazzi entró a nuestra recamara y nos tomó fotografías.

—Taylor, informales a todos allá abajo que la boda se cancela y que también se retiren, que la fiesta ya terminó. —Me mira con odio y dolor— Y por favor, acompaña la señorita Hamilton y su amante hasta la puerta. Dile a Bill que empacarás toda su ropa, porque la señorita no vivirá más aquí. —Dice con dolor y evitándome con la mirada.

Taylor estaba realmente impactada por las palabras de Michael.

—Entendido, señor. —Dice Taylor confundida y sale.

—Michael, espera. Yo...—Digo y la puerta se cierra de golpe, él me había cerrado la puerta en la cara. Los gritos de Michael se escuchan, mientras comienza a arrojar todo lo que hay en su paso. Mis lágrimas caen con rapidez y Harry comienza a reírse.

Me pegué a la puerta, acariciándola: —Michael, perdóname. —Susurré entre el llanto. —Te amo, tanto.

—¡Vaya, ¿estabas embarazada de Jackson y no me habías contado?! —Continúa riendo—Como sea, como quiera me ayudó a separarte definitivamente de él. Lo miré con odio y levanté mi mano para darle una cachetada, estaba cansada de él y sus estupideces.

Harry toma mi mano, impidiendo que mi mano golpeara su rostro. —No me creas tan estúpido para permitir que me golpees. —Me dice—Ahora, si no quieres que Jackson se quede en bancarrota también, dejarás de comportarte como una imbécil—Susurró.

Mis ojos estaban cristalizados. —Dijiste que no le mostrarías esas estúpidas fotos que montaste. ¡Teníamos un maldito trato, Harry! —Le dije alterada—¡¿Por qué lo odias tanto?! ¡¿Por qué disfrutas herirlo?!

Él sonríe: —Por qué él tiene que pagar lo que le hizo a mí hermana. —Me dice apretando mi muñeca, lo miré odiándolo.

—Sabía que no era yo quien te interesaba, todo esto es producto de una venganza contra él. —Le dije. —No, aceptaré que sigas con todo esto. ¡MICHAEL, ABREME, NECESI...! —Mi boca es tapada por este imbécil.

—Vamos... dile. —Dice susurrándome al oído y apretando mi boca para que me callara. Y una pistola llega a mi vista. —En cuanto abra esa puerta, le daré un último disparo. —Mi pecho subía y bajaba—¿Creías que vendría desprotegido, muñeca? Tengo a mis hombres rodeando toda la casa, con una sola señal, elimino a la familia Jackson. Ahora bien ¿Dejarás de comportarte como una idiota?

Asentí y Harry guarda la pistola.

Taylor aparece y nos mira, Harry la mira y después a mí: —Muy bien, muñeca. —Dice y besa mis labios. Suelta mi rostro y yo agacho la mirada, permitiendo que más lágrimas caigan.

Neverland | EspañolWhere stories live. Discover now