In the paradise 03.

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— ¿El señor Jackson? —Repetí.

— ¡Sí! Él ha dado órdenes estrictas de atenderte y complacerte. Lo importante es que te recuperes. Dime ¿Cómo te sientes?

—Mareada, sedienta, adolorida y con la vista borrosa.

— ¡Oh! El efecto de la morfina está pasando.

— ¿¡Morfina!? —Dije alterada.

—Tuvimos que inyectarte Morfina, estabas inconsciente y sin ella no lo hubieras logrado, te desangraste,  y el señor Jackson te ha donado dos litros de su sangre, él no quiso que sufrieras más, así que decidió inyectarte Morfina para al menos mantenerte sin dolor durante la operación.

No tuve palabras para responder a eso.

—Chica eres tan afortunada, tienes a un ángel, el ángel más bueno en todo el mundo. Iré por tus medicamentos y tu comida.

Un ángel.


Sí que lo era.

Una vez que mi enfermera regresó y me hizo terminar mis medicamentos y seguido mi comida, comencé a llenarla con preguntas; al parecer he estado inconsciente setenta y dos horas seguidas, el señor Jackson me encontró  y me trajo hasta su casa. Ayer fui operada de mi pierna derecha debido a que mi agresor perforo algunos músculos, pude haber perdido mi movilidad completamente pero debido a mi ángel sin rostro podré recuperar mi movilidad poco a poco con terapias. Si no fuera por el señor Jackson, habría quedado coja por toda mi vida.

—Y... ¿dónde está él? —Pregunté.

—Poco antes que despertarás tuvo que salir de viaje por razones de trabajo. Pero quizá vuelva esta noche. —Me informó.

Asentí.

—Lo recomendable es que reposes los próximos dos días y  luego empezaremos con tus terapias. —Cambió de tema.

—Está bien. —Respondí.

Ella me sonrío y yo agache la mirada.

Me envolví en las sabanas de la camilla, no es como si estuviese haciendo mucho frío pero me entro un gran ataque de frío, quise imaginar que era un efecto secundario de los medicamentos.

La enfermera inyecta un líquido en mi bolsa de suero sin decir nada más y sale, no le dije nada debido a que es su deber, mientras leía una revista, aparecía Madonna  con un escandaloso vestuario, muy lindo en mi punto de vista. En la siguiente página aparecía en grande el nombre de mi ángel guardián.

"Michael Jackson, arrasa con las ventas de su disco de hace tres años que fue llamado "Bad" con un numero increíble."

"Michael Jackson, él rey del pop, con sólo 24 años en 1982, y con su álbum "Thriller"  logró obtener el puesto número uno, convirtiéndose  en el álbum más vendido de la historia de la música"

¡Esto es increíble! —Pensé.

Comencé a interesarme más por su vida, es decir, el señor Jackson ha sido una celebridad tan grande y tan generosa al mismo tiempo, quizá si me hubiera encontrado otro artista, me hubiese dejado morir en el bosque. Quería saber más sobre mi salvador. Y ansiaba tanto poder darle las gracias personalmente, le debía mi vida entera.

Comencé a sentirme mareada y asqueada a la vez. Levanté la mirada hacia el suero y vi que aquel medicamento amarilloso comenzaba a mezclarse con el líquido transparente. Cerré los ojos por un instante, para tratar de recuperarme, pero sin más mis ojos fueron cerrándose,  abracé la revista para que no se me fuera retirada.

Neverland | EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora