EPISODIO 1, ESCENA 14: En la que Vana sale al escenario y Astrid al callejón.

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Foster traga a mandíbula batiente y Moses le da sorbos a una soda. Hemos pedido unos nachos y también unas hamburguesas. En mi caso, ambas sin queso para no morirme de un shock anafiláctico.

La carta es limitada, pero todo está rico. La música está más alta que cuando llegamos. Hace dos horas, un hombre llamado Frida, ataviado con traje fucsia y con el pelo a lo Bowie, nos había dado la bienvenida a la sesión de noche del Festori. Una muchedumbre en primera fase de alcoholización se ha concentrado en la pista alrededor del escenario. Otros, como es nuestro caso, terminan sus libaciones en la zona de las mesas.

Hará una hora, Frida había presentado a un par de gemelas que bailaban k—pop. La gente eclosionó y yo silbé tan fuerte que casi se me erosionan los labios. Después vino un beatboxer acompañado de una rapera. Me gusta la diversidad de este lugar.

Ahora están haciendo una pausa para sortear bebidas gratis entre los que han comprado la entrada a partir de las diez. Tras revelar a los ganadores, vuelven a cederle el control al DJ mientras, Vana Liviana, la estrella de la noche, se prepara. Ella es la siguiente. La gente ahora mismo baila un remix electrónico de una canción de Ariana Grande.

Así que una criatura del folclore hindú casi se te merienda mientras posabas en calzoncillos pregunta Moses a mi lado.

Foster hace bajar el bolo alimenticio de carne de angus con un trago de cerveza.

En bañador, posaba en bañador dice mirándole de soslayo. ¿Y qué tienen que ver los hindúes con esto?

Una churel responde Moses, la fotógrafa caníbal dijo que era una churel, ¿no? Esa es una criatura legendaria del folclore de la India, Pakistán y Bangladesh. Y, como me da que tú de mitología no sabes mucho, dudo que te lo hayas inventado.

¡Pues claro que no! ¿Por qué puñetas iba yo a inventarme eso?

A estas alturas me creería lo que fuera dice Moses dando otro sorbo a la botella de soda. ¿Y dices que te ha ofrecido sus servicios?

Eso he dicho. Y no me preguntes cuáles son porque no tengo ni idea y no quiero saberlo.

Está bien, está bien.

El tema musical llega a su culmen. Me gustaría acercarme a la pista. No me gustan las multitudes porque no sé interactuar con la gente de la forma "adecuada", pero sí me gusta bailar. Sin embargo, hay algo que me ancla a esa mesa. Sé lo que es, así que mejor quitármelo de encima cuanto antes.

Mi madre no es mi madre. Le leí el pensamiento y no soy su hija. Ya está, ya lo he dicho, a dos personas que apenas conozco y a las que les importa un bledo.

Se hace el silencio. Entre nosotros, claro, no en el lugar.

Mi madre se mató de una sobredosis dice Moses de repente—, o eso me dijeron.

Vale, eso ha sido inesperado, pero ya no me siento una idiota.

Más silencio.

La mía está ingresada en un sanatorio —confiesa Foster—. Shock traumático o algo así.

Vale digo yo.

Vale dice Moses.

Bien. Foster le da otro bocado a su hamburguesa.

Rihanna versión disco se adueña del lugar.

¿Padre? pregunto.

Muerto dice Moses.

Realidad modulada (Libros 1 y 2)Where stories live. Discover now