No pudo formular nada cuando Sai lo tomó en brazos y comenzó a caminar, el gran nudo en su garganta le impidió reclamar, se sintió pequeño e impotente, Sai pareció tensarse al olerlo, sabía que olía a tristeza y decepción.

Sabía que tan difícil era para el alfa contenerse de consolarlo, estaba en el instinto alfa ser protectores.

Ocultó su cabeza en el hombro y dejó que unas cuantas lágrimas salieran de sus ojos, negando con rabia, Sai apretó más su cintura quizá dándole apoyo, quizá solo molesto por aguantar los lloriqueos de un omega.

Pero lo cierto era que no hubo palabras, no cruzaron miradas no hubo nada, ni un reclamo ni una burla.

Fue llevado de nueva cuenta a la enfermería, Sai lo puso en la camilla, y se fue de ahí sin decirle nada, la doctora al verlo negó.

—Por eso le dije que se quedara aquí teniente... —comenzó a quitar las vendas y notó la herida más abierta. — Necesitaré darle unas puntadas, antes no estaba así de abierta.

Naruto reprimió un jadeó, se dejó hacer lo que tenía que hacer, no sintió la aguja atravesar su piel, todo parecía pasar lento, respondió las preguntas que fueron hechas y aguantó la revisión de su pie doblado, tomó las pastillas para el dolor y se dejó caer agotado en la cama.

Todo parecía tan lejano, su cuerpo tiraba, necesitaba fortalecerse, ser más fuerte, ser más astuto, apretó con dolor su cadera, se removió queriendo no sentirse tan incómodo en su cuerpo, le picaba la piel por querer transformarse y dejar que las heridas sanaran más rápido.

Pero no, no podía depender de su bestia no hasta que su vida corriera realmente peligro. No pudo aguantar más y escuchó a la lejanía la voz de la doctora.

Cerró sus ojos para al fin quedar inconsciente

Despertó sintiéndose aletargado, realmente no quería levantarse, pero era necesario, vio la comida puesta en la mesa de al lado y se preguntó qué tan tarde era, no quiso saberlo, se sentó y tomó el plato, comió tranquilo sintiendo su estómago enco...

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Despertó sintiéndose aletargado, realmente no quería levantarse, pero era necesario, vio la comida puesta en la mesa de al lado y se preguntó qué tan tarde era, no quiso saberlo, se sentó y tomó el plato, comió tranquilo sintiendo su estómago encogerse queriendo vomitar, pero aun así comió, quizá no tendría otra oportunidad de comer tranquilo como ahora.

Cuando finalizó agarro sus cosas, su chaqueta faltaba, frunció el ceño tratando de buscarla, pero la punzada en su sien le dijo que tenía una herida con puntos.

Salió del lugar y vio venir a Haku con su chaqueta completamente limpia, este corrió hacia él con su cara bonita y llena de preocupación y entregó la chaqueta.

—Pensé que seguirías dormido, lo siento por tardarme tanto.

—¿Te obligaron a hacerlo?

—¿Eh? —dijo confundido.

—A lavar mi ropa, ¿te obligaron?

Naruto frunció el ceño sin importar el dolor, y vio a Haku encogerse en su lugar y asentir un poco casi con miedo a que alguien lo viera y regañara por haber hecho ese simple gesto.

—Pero la verdad no me molesta—dijo apurado— Es como un favor...

Naruto apretó los puños, no era posible que por ser omega fuese obligado a lavarle la ropa, era tan genérico y estúpido.

Por tratos como esos quería demostrar que equivocado estaban todos, agradeció sin muchos gestos y caminó rabioso hacia una cabaña en específico y no era la suya, cuando llego a las afueras supo que estaba metiéndose en la cueva llena de lobos pero no importó.

No iba a salir con una mordida de ahí... o eso esperaba

Se metió sin preguntar y no se sorprendió al ver a sus superiores, la mayoría sin camisas y relajados en los camarotes, ojeando revistas, escuchando muisca, algunos hacían ejercicios, y otros simplemente hablaban, tomando algunos tragos o fumando, todo un mundo lleno de olores fuertes y feromonas agresivas para su nariz, el estómago se le encogió y se le revolvió queriendo vomitar, pero se dio ánimo de continuar

Recordando la pequeña llama de rabia que se había encendido en él. Todos se sorprendieron saltando de sus lugares, le miraron sin comprender. Sai salió fuerte viéndolo directo a los ojos.

—¿Qué es lo que haces aquí?

—¿Acaso quieres renunciar? —Dijo divertido Deidara metiéndose a la conversación— Tira la toalla omega, nadie tiene porque saberlo.

Todos ahí comenzaron a reírse, solo negó y bramó.

—¿Dónde está el coronel Uchiha? — rezongó, nadie pudo contestarle al escuchar la puerta cerrarse a sus espaldas y la ronca voz resonó

—¿Qué quieres? —sintió un escalofrío recorrerle cuando sintió su fuerte presencia en la puerta. Se dio la vuelta y lo enfrentó con fuerza en sus palabras.

—¡¡Cómo puedes obligar a un omega a lavar la ropa solo por su género!!

Sasuke se puso tenso, un omega le estaba levantando la voz delante de sus hombres, desafiándolo, jaló a Naruto sacándolo de ahí, antes de que fuera demasiado tarde; arrastrándolo y Naruto jadeó tratando de soltarse.

Lo empujó haciendo que cayera vergonzosamente al suelo y gruñó fuerte.

—Si no soportas tal acción, vete como ellos se van ahora—Naruto alzó la vista y notó a varios hombres irse y abordar unos helicópteros, quiso sonreír al saber que él no había sido el primero en querer irse, eso le dio fuerzas para continuar.

—¡No, no lo hare! —se levantó desafiándolo. — Terminaré este entrenamiento.

—Eso estamos por ver.

¿Acaso era un desafío lanzado al aire para ver si lo tomaba?, Naruto se dio la libertad de sonreír felinamente, casi con gracia insolente y Sasuke frunció más el ceño, acercándose para poder intimidarlo.

—Solo eres cara feroz nada más.

—¿Me está desafiando soldado? —jadeó muy cerca de su cara rozándolo con su aliento.

—¿Qué si es así?

—¿Sabe que va contra nuestras reglas desafiar a los de mayor rango?

—No cuando todos quieren verme caer.

Naruto se dió la vuelta comenzando a caminar lejos de ahí, pero Sasuke se crispó, lo agarró de la muñeca reteniéndole y acercándolo muy próximo a él, su aura de dominio hizo a Naruto gemir, y querer ladear la cabeza para dejar ver su cuello.

—Enséñame el cuello omega...—dijo ronco.

—No...

Presionó más y gruñó bajo, peligroso, haciéndole sentir un fuerte cosquilleo en la piel, casi como si estuviera en Fiare, su aroma se espesó a tal punto que estuvo a punto de restregarse contra él, sus piernas temblaban y temió mojarse ahí.

—Se bueno y enséñame el cuello.

Al diablo si alguien los estaba viendo, al diablo si hacían una escena, Naruto estaba quedándose sin aire tratando de tragar la saliva espesa en su paladar, queriendo retener el calor que se quería expandir por todo su cuerpo.

Gimió quedito enseñando su cuello y Sasuke se acercó más, admirando la acanelada piel y aun con ese tono peligroso en su voz, bramó suave contra su oído.

—Aquí soy yo el que tiene el control.

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Espero les gustara, si hay alguna duda decirla por favor.

nos vemos 

Fiare -Omegaverse-Where stories live. Discover now