Capítulo 51

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Mire con nerviosismo la entrada a la universidad.

—¿Estás lista? —Carter me sonrió—. Oye... —Tomo mi rostro con suavidad—. Eres increíble, vas a hacerlo bien.

—Estoy nerviosa —Pase mi peso de una pierna a otra—. No quiero hacer el ridículo frente a los profesores.

—Mírame —Levanto mi rostro para que lo mirara a los ojos—. Todo está yendo sobre la marcha en nuestras vidas, esto también cuenta —Acarició mi mejilla—. Eres una mujer inteligente y testaruda. Vas a impresionarlos.

—Te quiero —Le di un beso fugaz en los labios y decidí ir de una vez por todas.

—¿Por qué no le dijiste que el nervioso eres tú?

Escuche en un susurro muy ligero a Bastian preguntándole a Carter, él vino junto a nosotros para no dejarnos solos y Mina está con Tomás.

—¡Suerte! —gritaron ambos al verme pasar la puerta de la facultad de ciencias.

Antes de decidir entrar al salón de exposición, pase primero por el baño, con el fin de verme en el espejo y asegurarme de que por ningún motivo mi uniforme de enfermera está comprometido con alguna mancha. Tome un respiro intentando tranquilizar mis nervios, pero mi corazón sigue latiendo con rapidez. Aun así, ya es hora de defender mi tesis. Solo tarde unos minutos en llegar a la sala donde los profesores me esperaban, al entrar los cuatro me miraron con curiosidad. En el centro hay un proyector de vídeo con el cual expondré mis diapositivas, no puedo evitar temblar bajo sus miradas.

—Buenas tardes —musité.

Ellos se limitaron a responderme de la misma forma.

—Estamos listos para escucharte —comento la profesora Luisa con una gentil sonrisa que de momentos apaciguó mis nervios.

—Estamos listos para escucharte —comento la profesora Luisa con una gentil sonrisa que de momentos apaciguó mis nervios

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—¿Y...? —pregunto Carter al recibirme fuera de la facultad, donde me esperaba al lado de una máquina expendedora.

—Bien... —murmure.

Él levantó una de sus cejas.

—En serio —aseguré—. ¿Y Bastian? —cuestione notando que no se encuentra cerca.

—Salió corriendo a recibir a su amada —dramatizo—. Solo somos tú y yo —Me dio un corto beso—. ¿Lista?

—¿Lista? —No entiendo a qué se refiere—. ¿Lista para qué?

—¿Cómo que para qué? —sonrió—. Eres oficialmente una enfermera.

—Eh, aún no... —Lo miré con el ceño fruncido.

—Vamos a celebrar —Me abrazo por la cintura—. En un hermoso restaurante, con tu postre favorito y la comida que tú quieras —Beso mis labios—. ¿Entonces, sí o no?

—Carter... —murmure cuando me dio otro beso—. ¿Cómo esperas que te diga que no cuando te pones así?

—¿Así cómo? Creo que estás confundida —Beso con suavidad mi frente.

Una tragedia nombrada vida │ST 1│Where stories live. Discover now