Fiare -Omegaverse-

Capitulo 4

Habían alfas que no parecía costarles nada porque eran altos y fuertes, ¿pero y él? La corriente le llegaba al vientre, y sabía que tenía que poner el esfuerzo doble de esos alfas.

—Comiencen a bajar señoritas, quiero mis sentadillas en este momento—gritó con fuerza Deidara.

Varios comenzaron a bajar, y subir, Naruto sintió sus brazos temblorosos queriendo ceder, pero él no sería el primero en que se le caería ese tronco, trato de bajar, pero el agua llegaba más arriba que él, subió rápidamente y Deidara le vio mal.

—¿Acaso eres muy enano? ¡Baja! —ordenó.

—Sí mi señor...

Trató de bajar otra vez pero la corriente era demasiado fuerte, lo empujó con fuerza haciendo que se fuera con ella, se golpeó de manera agresiva contra las rocas bajo él, el tronco rodó contra el golpeando su cadera, cerró los ojos y abrió la boca para gritar del dolor, pero lo único que logró fue quedarse sin aire.

Busco con desesperación la superficie saliendo del agua, había sido arrastrado unos metros más lejos y con más profundidad del rio, nadó hacia la orilla, sus brazos cansados no podían más, apenas y podía moverlos sin sentir un terrible dolor, se dejó caer en la orilla, respirando rápido, rogando por un momento de paz, sintió un fuerte dolor en la cabeza, siseó llevando su mano al lugar.

—Veo que no estás muerto—volteó rápidamente hacia la voz notando a Gaara ahí. — Estas sangrando.

Miró su mano notando la diluida sangre en su mano, trato de levantarse reprimiendo un gemido de dolor por su cadera, Gaara sonrió de lado.

—Que inútil.

Se dio la vuelta y se fue corriendo de ahí, Naruto se arrastró de vuelta con el orgullo pisoteado, hacia donde todos estaban, notando a Gaara dando su informe a Deidara para luego regresar a su puesto con el tronco en el rio.

Deidara volteó a verlo, pero no dijo nada, siguió gritando pendiente de los otros, Naruto agarró un tronco nuevo, tratando de meterse al agua nuevamente.

—Vete de aquí Uzumaki—gritó Deidara— No me hago cargo de nenas heridas.

Naruto negó, entonces sintió un fuerte golpe y pronto fue empujado haciendo que cayera de lleno al río; botando el tronco de nuevo. Levantó su mirada y Sasuke estaba frente a sus ojos con esa mirada que juraba querer matarlo.

—Ve a la enfermería—dijo ronco— Y no me hagas perder más el tiempo, porque aquí si hay personas que se merecen más esto que tú.

Se sentía humillado, débil. Se levantó con las piernas temblorosas, su uniforme estaba empapado, no solo de agua si no de sangre, limpió su frente y cojeó saliendo de ahí, resistió hasta llegar al campamento, lo único que pudo ver antes de desmayarse fue a Sai, el alfa al verlo gritó su nombre y lo vio correr hacia él, notando por primera vez genuina preocupación.