V E I N T I U N O

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Lola; 

Tres meses después

Yo estaba tomando el avión para ir a Los Angeles y ver después de todo este tiempo a Paulo, yo verdaderamente pensaba que lo volvería a ver, pero no. 

Él  nunca me había dicho que no era solo una gira, sino también estaba aprovechando sus oportunidades de sacar temas con cantantes ingleses, uno de ellos fue Ed Sheeran, cuando visitó Los Angeles por primera vez, pero esa vez si volvió a Córdoba. 

Fijé mi vista en mi celular viendo la hora, faltaban exactamente 30 minutos para que llamaran para subir a mi avión y los nervios ya me estaban matando. 

No quería admitir que todo esto lo hacía para escapar de Buenos Aires, y de los tres meses que me mataron por dentro, todo culpa de Valentín. Pero una parte de mi, también se iba porque extrañaba demasiado a Paulo, sus mimos y sus abrazos. 

Era duro tener a tu mejor amigo tan lejos y sólo verlo por videollamada. Miré por todo mi alrededor y vi como dos minas estaban gritando como locas, fruncí el ceño y me acerqué con intención de ayudarlas, tal vez le estaban haciendo algo malo. 

Mientras más me acercaba los gritos eran más claros y me quise matar cuando una niña, de edad aproximadamente de 15, 16 años gritó "wos". 

No puede ser que me vaya por él y me lo venga a encontrar en el aeropuerto, me metí entre la bola de gente que se había formado y él venía con unas pintas horribles, parecía el wos después de una resaca. 

Suspiré y me di la vuelta para irme, cuando ya faltaba un dos personas para salir de todo ese circulo asfixiante de personas, una mano agarra mi brazo. 

-Para Lo- Lo miré a los ojos y él estaba a punto de ponerse a llorar. 

Tenía sus ojos azules brillantes y sentí una punzada en mi corazón. Él me miraba esperando que saliera algo de mi boca, pero no fue así, por lo tanto él volvió a hablar. 

-No te vayas, volvé a mi, te juro que no te vuelvo a fallar, pero volve, por favor- Dijo con su voz quebrada. 

Todos nos habían rodeado, y me sentía nerviosa de tantas miradas sobre mi, esperando una respuesta pero la que más me pesaba, y me hacía querer hundirme en mi depresión severa, era la azul mirada de Valentín. 

No tenía clara la idea de si volvería a  Buenos Aires, ya que Paulo me había ofrecido quedarme con él hasta que su contrato se venciera, y había puesto en suspenso esa idea. 

Tenía clara la idea antes de que Valen apareciera en el aeropuerto para pedirme de que no me vaya, pero ya esa idea clara había desaparecido y dudaba si de verdad debía quedarme en Los Angeles. 

-Voy a volver- Le mentí. 

No del todo, pero lo hice. 

Le sonreí y él se calmó, pero igualmente me estrechó entre sus brazos y sentí ese aroma de alcohol mezclado con su perfume favorito que también era el mío. 

-No me mientas, Lo- Dijo con su boca pegada a mi cuello. -Decime que vas a volver y hacelo de verdad

Me apretó más contra su cuerpo y cuando miré hacia el alrededor, ya unas cuantas personas veían nuestro pequeño show de despedida, pero a lo lejos. 

Inhalé fuerte y él me apretó aún más, si eso era posible. Y sentí como todas esas veces que prometí no volver a caer por Valentín se volvían falsas promesas, y  como mi corazón latía con más fuerza. 

-No te lo puedo prometer, Valen- Dije sincera. 

Acaricié con delicadeza su largo pelo con una necesidad de un corte urgente. Reí cuando sin querer, al mover sus labios provocó un par de cosquillas en la zona de mi cuello. 

No lo veía hace tres meses, ni siquiera a lo lejos y cuando estoy a punto de irme, aparece en el aeropuerto cuando estoy a punto de irme a otro País. 

-Te voy a extrañar- Dijo a punto de llorar.

Segundos después sentí mi cuello siendo mojado por pequeñas lágrimas de Valentín. Él estaba con su boca abierta y soltaba pequeños sollozos. 

Mientras que mis manos acariciaban su espalda, y sus sollozos se volvían un poquito más fuerte, pero con un par de besos en su cabeza, se fue calmando. 

-Lola dame un beso, necesito un beso- Dijo, negué con la cabeza.

Aunque lo deseara, no debía hacerlo. No podía caer tan fácilmente en las trampas de Valentín, me dejé llevar una vez y terminó de esta manera, otra vez no lo hago. 

De forma irónica, cuando nos separamos y nuestras miradas se cruzaron, no pudimos evitar comenzar a acercarnos. 

Todo esto iba en contra de lo que mi cabeza decía, sólo me estaba dejando guiar por lo que mi corazón decía y creía, no por la razón. 

Después voy a tener tiempo de arrepentirme, si.

Acomodé mis manos en su nuca y sin esperar más, unimos nuestros labios en un beso. Sus labios carnosos se movían con perfección con los míos, y mi teoría de que había olvidado a Valentín se esfumó. 

Extrañaba mucho la sensación que se provocaba en mi estómago cuando los labios de Valentín rozaban los míos. Hace más de un año que no chapábamos y ya extrañaba eso. 

Pasé mucha mierda por él, pero ese sentimiento no se iba fácil. 

Su lengua pidió permiso para pasar al interior de mi boca, y yo le di ese permiso. Valentín suspiró y sonrió a medio del beso. 

Sentí su sabor característico a menta y sin darme cuenta, también sonreí. Haciendo que su linda sonrisa se extendiera más cuando nos separamos después de unos segundos de chape, que para mi fueron muy cortitos, haciendo que me muera de ganas por volver a chapármelo. 

Juntamos nuestras frentes y ambos cerramos los ojos disfrutando del otro, cuando volvimos a abrirlos, nos miramos a los ojos y vi ese brillo que siempre predominaba en su mirada antes. 

-No te vayas, por favor- Dijo y yo negué. 

-No te puedo jurar lo que voy a hacer- Le dije y él frunció el ceño. -Perdón- Elevé los hombros. 

Él asintió con desilusión y yo me separé completamente de él, agarrando con firmeza mi valija. 

-Lola, tengo que decirte algo importante- Dijo con la mirada en el piso, y sin despejarla continúo- Este... y-yo ter..

Los pasajeros del vuelo hacia Los Angeles por favor ir abarcando

Interrumpió la voz de la mujer y yo lo miré con tristeza, porque ya no podría decirme lo que tenía que decirme. 

Yo sólo me acerqué a él y le di un beso en la mejilla, pero él no se conformó con sólo eso, ya que cuando quise acordar, sus brazos estaban rodeándome. 

-Yo terminé con Cata- Terminó su frase en mi oído yo lo miré sorprendida. 

Él me sonrió y sin decirle nada, agarré mi valija y comencé mi camino hacia la puerta de embarcación. Cuando ya estaba en la fila, miré hacia atrás esperando no seguir viendo el cuerpo de Valentín, pero ahí estaba. 

Él me miró a los ojos y me tiró un beso. Agarró su celular y tecleó con rapidez sobre él, lo miré frunciendo el ceño hasta que el sonido del mío me interrumpe la vista.

Valentín Oliva

»no me pienso ir hasta que estés encima de ese avión -10:30

Sonreí mirando mi celu. 

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maratón 1/?


Storm ; WosWhere stories live. Discover now