V E I N T I O C H O

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-Valen- Susurró Lola mientras se aproxima a su punto máximo.  

Murmuré algo incomprensible, estoy enfocado en lo que hago y no puedo concentrarme en otra cosa que no sea complacer a la mina con la que estoy ahora. 

Es Lola, y quiero impresionarla con lo que sé hacer. 

Segundos después se viene, me alejo de ella y la beso. Ella me recibe el beso con gusto, aunque aún está con la respiración agitada y la comprendo, soy un dios en estos temas. 

-¿Verdad que soy el dios del sexo?- Pregunté riendo, ella me pegó en el hombro pero no respondió. -¿Eso es un si? 

-No hemos ni garchado bien, no puedo afirmarlo- Expresa con una sonrisa en la cara. 

Siempre la tiene después de venirse, es como felicidad al instante y me pone feliz pensar que yo logré eso. 

-Es verdad, ¿para cuándo garchamos?- Pregunté. 

Ella se rió pero no contestó, en cambio se subió arriba mío y comenzamos a besarnos, lento y suave, no quiero perder este ritmo con ella. 

Acaricio su cuerpo, cada centímetro de su espalda, y sus piernas. Ella me mira desde arriba, no dice nada y comienza a bajar. 

-Chicos- Interrumpe la voz de Duki. -¡La puta madre!- Putea cerrando la puerta. 

Reímos, pero nos vestimos rápido y salimos en busca del pelotudo que interrumpió a Lola, si no jodía justo ahora, yo tendría un lindo momento con la boca de Lola. 

-¡Giles de mierda!- Sigue puteando un rato más hasta que se tranquiliza. 

-No jodas más, Mauro. Vos también garchas- Dice Lola. 

Por su cara puedo suponer que está de mal humor y yo también. 

-Pero no en la casa de mis amigos- Excusa. 

Lo miro elevando mis cejas, ¿acaso se olvidó de cuándo garchó con con la piba aquella en mi casa? 

-¿Ah no? Yo recuerdo otra cosa- Hablo. 

Me mira confundido, pero su semblante cambia cuando recuerda o entiende de que estoy hablando, se pone colorado y sale casi corriendo del pasillo de su casa. 

Agarro a Lola de la cintura y los dos bajamos al piso de arriba, ella está medio inquieta y sé que le da vergüenza que todos sepan que estuvimos haciendo, pero trato de calmarla lo mejor que puedo. 

-Lo, tranquilizate. Todos lo hacen, vos no te pongas nerviosa- Susurro en su oído. 

Se sobresalta por la sorpresa ya que no esperaba que yo le hablara al oído, pero al instante reacciona y asiente con la cabeza. 

Seguimos caminando y estamos por bajar las escaleras de la casa de Lombardo cuando la hermana de mi amigo sale de su habitación y me mira tan intensamente logrando que Lola  se tense. 

Con Juana tuvimos algo, pero pasó hace mil y fue un simple garche sin importancia, tanto para ella como para mi. Me sonríe y baja las escaleras junto a nosotros dos. 

Nadie dice nada y es medio incómodo, pero mis manos siguen en la cintura de mi chica, y si no las ha apartado es porque aún no está enojada del todo. 

-Pibes, me voy- Anuncia Juana. 

Suelto un suspiro. Tenerla tan cerca y actuar como si fuésemos amigos  lo haría pero Lola no lo soportaría. 

-Dale, tené cuidado Juani- Expresa Duki dándole un beso en el cachete. 

Nos despedimos todos y ella se va, el cuerpo de Lola parece tranquilizarse y agradezco que así sea. Acaricio su cintura mientras ella está sentada encima de mi, tira su cabeza hacia atrás y los dos sonreímos. 

No te enamores, es una apuesta, expresó una voz en mi cabeza. 

Mi sonrisa se apagó, ¿qué estoy haciendo? No puedo jugar con ella, no puedo. Pero ya empecé el juego, y no puedo pararlo ahora. 

Tengo amigos demasiado oscuros, sé que comenzaron a quererla, pero aún quieren que siga con la apuesta, y mi culpabilidad está matándome. 

Siempre fui una basura, pero juro que no quiero perderte. 

Mi humor dio un giro, ahora mi sonrisa no aparece más, y ya deje de entender los chistes de mis amigos. 

(...) 

-¿Estás bien?- Pregunta Lola.

Hace unos minutos nos fuimos de lo de Duki, ella estaba cansada y le pregunté si quería que la acompañe hasta su departamento, asintió y acá estamos. 

-No, Lola- Expreso. 

Necesito que sea mi novia, necesito apurarme con la apuesta y que termine rápido. Ella me va a odiar aunque seamos novios o simples amigos con derechos. 

-¿Querés contarme?- Pregunta sentándose en la escalera de su edificio. 

Sigo sus pasos y me siento a su lado, ella me mira esperando una respuesta. Todo de mi está dispuesto a soltar esa pregunta que puede cambiar todo entre ella y yo, pero sé que mi corazón no. ¿Cómo puedo dañarla tanto? 

Inhalo todo el aire que puedo, cierro mis ojos y aprieto mis manos. Ella capta todos estos movimientos y sostiene mis manos lo más fuerte que puede, ese simple acto hace que mi Valentín escondido dentro salte de emoción. 

Me remueve todo, y no sé como lo hace. Ni hasta ahora sé como lo haces. 

-Lola, sé que no llevamos demasiado y sé que no tenemos tanta historia... pero me gustas- Expreso. -Me encantas, posta te quiero y no sé, tenerte a vos conmigo me hace feliz, te prometería un para siempre, pero sé que las cosas no duran para toda la vida, pero si vos sos eterna, te juro que no me voy a quejar 

La chica a la que le acabo de expresar todo me mira y sonríe como nunca vi sonreír a nadie, es ella y eso la hace especial, como todo lo que tiene. 

Me encantaría admitir que mentí, pero no. Expresé lo que de verdad sentía, no se si de ahora o de mi pasado, pero lo solté. 

-¿Querés ser mi novia?- Pregunté después de unos segundos en silencio. 

Ella asintió apenas solté el "querés", algo que me hizo emocionarme y sentir que quiero gritar que ella es mía, y que nadie va a poder impedirme ser feliz en este momento. 

Nadie, pero si mis pensamientos que están matándome. 

-¿Me das el primer beso como novios?- Pregunta ella. 

Me hace reír y me acerco a sus labios y la atraigo a mi para después darle un beso del que nunca se va a olvidar, como yo no me olvido de los suyos. 

-Que romanticismo hacernos novios en las escaleras de mi edificio- Habla después del tremendo chape que nos mandamos. 

Los dos reímos y seguimos así un rato más. Sin hablar, sólo juntando nuestros labios y soltando unas palabras re lindas, bueno, por lo menos las que ella decía. 

La quiero, posta que si. 

Pero esta felicidad se va a acabar, y espero que no tan rápido. Quiero disfrutar de ella antes que se aleje por la basura que soy. 

Y se acabó más rápido de lo que pudimos imaginar. 


Storm ; WosWhere stories live. Discover now