D I E C I O C H O

1K 44 9
                                    

Wos; 

-No sé, me parece atractiva, nada más- Expresa Dani, lo miro desconfiando de lo que dice. 

Sé que puede gustarle, no lo culpo. Lola desde chiquita a sido una piba que cautiva a cualquiera. 

Me chupa un huevo que le guste, pero siempre y cuando mi apuesta haya terminado, aunque me moleste un poco el hecho de que le guste Lola. 

-Ahí va- No sé que decir.

¿Decirle que no se meta con ella? O, ¿que espere a que termine la apuesta? Mejor no decirle nada.

Un silencio incómodo de apoderó de la habitación, ninguno de los chicos dijo nada, ni yo tampoco.

La partida en el Fifa con Dani sigue, pero mi concentración está únicamente en mis pensamientos. ¿Qué estará haciendo Lola ahora?

No sé que hago pensando en ella, no quiero pensar en ella. Sin embargo siempre vuelve a mis pensamientos por más que yo no quiera.

-Eu, wachines- Llamó nuestra atención Duki. Todos lo miramos. -Deberían irse, María está por llegar y tengo que ordenar toda esta mierda- Explicó.

-Uh, la re pone hoy- Dijo Ignacio riendo, lo seguí y los dos nos levantamos para irnos.

Nadie ayudó al pobre Mauro, pero él no se quejó.

Salimos todos juntos, pero a mitad de camino nos separamos para irnos cada quien a su casa. Voy solo y en la puerta de mi edificio veo a Elena parada, esperándome supongo. 

Llegué hasta ella y la saludé con un típico beso en el cachete. Hoy no tengo ganas de chapar, menos de garchar. Ella es buena en eso, pero no tengo ganas. 

-¿Cómo va?- Pregunto poniendo la llave en la puerta, lo único que voy a poner hoy. 

Apenas entramos, Elena me acorrala contra la puerta cerrada de mi departamento y me comienza a besar el cuello, haciéndome jadear.

Bueno, creo que hoy pongo algo además de la llave en la puerta. 

(...) 

Lola; 

-¿Qué haces acá?- Pregunto apenas veo el pelo desteñido de mi ex en la puerta de mi departamento. 

No nos cruzamos hace unos meses y pensé que estaba superando nuestra relación, pero verlo acá me hizo volver a pensarme las cosas. 

-Te extraño, Lola- Expresó Indra, otro traper famoso en mi vida, pero con la diferencia de que yo lo quise desde mucho antes de que se convirtiera en la estrella del trap nacional o algo por el estilo. 

-Andate, Indra. O, ¿preferís que te llame Bhavi?- Jodí, pero él me hizo una mueca de arrepentimiento, la cual claramente no acepté. 

Él y yo terminamos porque su carera lo estaba consumiendo, las chicas se le tiraban encima y él siempre fue un gato. 

-Para, Lo. Quiero que volvamos a ser amigos, al menos- Expresa, negué. 

Tengo un montón de resentimiento y soy la persona más orgullosa en el mundo, ¿en serio me está pidiendo que seamos amigos sabiendo como soy? Este chico es increíble. 

-Indra, quedemos como estamos ahora, yo no te jodo, vos no me jodes a mi. Estamos bien así, ¿no?- Dije con una sonrisa que se transformó en una incómoda. 

-Seamos amigos, sólo eso- Expresó.

No tengo escapatoria igualmente, seguramente se lleva con los chicos, así que lo tendré que ver seguido. Mejor afrontar eso como amigos que siendo desconocidos. 

-Bueno, pero sólo amigos- Dije, a él la sonrisa le volvió al rostro, mientras que yo no sabía que hacer. 

-Sos la mejor- Habló luego de unos segundos de silencio, asentí incómoda. -Bueno, me tengo que ir, pero hablamos, ¿dale?- Asentí otra vez, esta vez un poco menos incómoda. 

-Dale, hablamos después. Chau- Dije cerrándole la puerta en la cara sin darle tiempo a responder. 

Pasó un papelito por debajo de la puerta y no sé cuando llegó a escribirlo, pero imaginármelo escribiéndolo antes de venir con esperanzas de volver a ser amigos me causa gracia, y no sé porque. 

"Perdoname por todas las cosas que te hice, la cagué y lo sé, Lo. Sos especial vos, y te quiero como novia, como amiga, como sea. Pero te quiero cerca, sos la persona que se ganó todo mi cariño, posta. Bhavi - Indra"  

Sonreí por inercia al ver las palabras que estaban en el pequeño papel arrancado de una hoja de cuaderno. 

Mis ojos se humedecieron al recordar nuestros momentos, nuestras risas y nuestras charlas, ¿por qué aparecen cuando los superás?

Indra siempre fue especial, siempre tuvo el don de hacerme sonreír y hacerme llorar -de felicidad o de tristeza- en un abrir y cerrar de ojos. 

Siento que voy a deprimirme si sigo en mi departamento, sola y hundiéndome en mis pensamientos. Apenas pienso en quien acudir, mi mente viaja al recuerdo de Valentín anoche en la joda. 

¿Y si voy y le pido perdón? No. 

¿Y si lo hablamos? Mejor eso antes de pedirle perdón por actuar como lo hice, y siento que lo hice y que está bien, así que, ¿para que pedir perdón? 

Hay un toque de frío afuera por no decir que si salís te cagas hasta las patas del frío que hace. 

Agarré mi campera y una bufanda, no quiero enfermarme y yo soy de las que agarran fiebre al segundo de salir afuera con un poquito de frío, a eso le llamo desgracia. 

Salí de mi departamento escuchando una nueva canción que sacó Valentín hace muy poco, purpura.

Es una buena canción y todo lo que dice es la verdad, nunca llegué a imaginar que este pibe iba a tener tanta razón con eso. 

Llegué al edificio de Valen que queda prácticamente cerca de mi departamento, entré y pregunté en cual vivía Valentín Oliva. 

La señora que parece re piola me indicó donde queda, yo asentí y seguí sus indicaciones hasta llegar al tercer piso, el departamento 65. 

Toqué el timbre, se escucharon ruidos adentro así que él está en el departamento, me tardó en abrir, pero no me quejé. 

No me quejé hasta que ella me abrió la puerta. 

Ahí sentí por primera vez lo mierda que eras, pero ignoré todo hasta ahora, valen. 

-La concha de la lora- Dije medio atónita por la situación que estaba viendo. 

La piba que estaba encima de Valen ayer ahora está en su remera, con una tanga nomás y mirándome de arriba a abajo. 

Me sentí una re estúpida por venir a hablar con él y encontrarlo en medio de una garchada, pero me fui sin decir nada. 

Me di la vuelta y escuché que Valentín se acercaba a ella segundos después, caminé hasta el ascensor con la cabeza gacha. 

-¿Quién era?- Preguntó él con la voz entrecortada, yo lo miré y nuestras miradas se encontraron. -Espera, lo- Intentó pararme, pero el ascensor ya estaba llegando, entré todo lo rápido que pude y lo dejé con su garche. 

Le escribí un mensaje como la poca dignidad que soy. 

»disculpame por cagarte el garche. -16:45

Me sentí una boluda en ese momento, ahora me siento una reverenda mierda por caer en tu mentiras, Valentín.



Storm ; WosWhere stories live. Discover now