S I E T E

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-¡Valentín!- Grité cuando él comenzó a correr por todo mi departamento. -No sos un niño- Reté. 

-Y vos no sos tan ortiva... ah no, para. Si sos ortiva- Puse los ojos en blanco y comencé a correr para alcanzarlo. 

-Sos un boludo 

-Sos hermosa 

Mis cachetes se tiñeron de un rojo intenso y él soltó una carcajada al verme de esa manera, a lo cual yo me tapé la cara con las manos. 

-Te vas a caer- Avisé cuando siguió dando vueltas conmigo detrás para detenerlo. 

Cuando quise acordar, él estaba tirado boca arriba y haciendo puchero con su labio inferior, carcajeé viéndolo de esa forma. 

-Te avisé, ¿para que no haces caso?- Pregunté divertida. 

-No me importa, ni me duele- Expresó con un mueca de dolor. 

-Ese orgullo no te lo robo

-Isi irgilli ni ti li ribi- Burló y logró que suelte otra carcajada. -Ayudame, dale

Le estiré mi mano y él la tomo para tirarme encima, me quejé pero ambos terminamos riéndonos. 

-Teñida- Comenzó. 

-Pelotudo

-Tarada 

-Imbécil 

-Boluda 

-Cabeza de piso- Utilicé uno de los insultos de Lit y ambos sonreímos divertidos. 

-Hermosa

-¿Podés dejar de chamuyarme? Encima chamuyos baratos- Quejé pero obviamente su comentario movió algo en mi que ni yo sé que fue. 

-Callate, si te encanta que te chamuye este precioso chico- Me guiñó un ojo y yo solté una risa sarcástica. 

-El ego por allá arriba, ¿eh?

-Y si- Dijo sin más, yo seguía encima de él. Nos miramos a los ojos y sentí como una electricidad recorrió toda mi espina dorsal. 

Lástima que vos nunca lo sentiste así. 

Intenté pararme cuando pensé en que ya era demasiado, además de sentirme una mala persona por dejar que un chico con novia me chamuye, sentía que si no lo hacía en cualquier momento chapabamos. 

-¿Qué haces?- Pregunta. 

-Pararme. Vos tenés novia y no tenes que estar así conmigo, creo, ¿no?- Dije y él asintió. 

-Tenés razón, pero no tiene porque enterarse- Me vuelve a guiñar un ojo y sonrío incómoda. 

-No, Valen- Me voy a sentar en el sillón de la sala y él me sigue. 

-Algún día vas a caer, vas a ver- Nunca pensé que ese comentario tenía doble sentido. 

Le doy a play para seguir viendo la película de terror que mirábamos antes de que Valentín comience a correr para sacarme el último pedazo de pizza. 

De reojo pude ver como en partes de la película donde se suponía asustaban Valen se encogía, ahí fue cuando me di cuenta que tenía miedo al terror, pero que quiso poner esta para poder tenerme pegada a él. Cosa que no pasó. 

Terminó la película y nos quedamos hablando un tiempo corto, hasta que el celular de Valen comenzó a vibrar. 

-Hola- Dijo él atendiendo a la llamada. -Ya voy, no seas pesada eu- Se quejó y quedé impresionada al escuchar la manera en la que le habla a su novia. -También te amo, chau- Habló tajante. 

-Bueno, nos vemos después- Dije apenas cortó la llamada, él asintió y se fue dejándome un beso en el cachete, ni siquiera permitió que lo acompañara a la salida del edificio. 

Me senté en el sillón donde estábamos sentados hace unos minutos y aún puedo sentir el perfume de Valentín llenándome las fosas nasales. 

Era un pibe lindo, si. Pero no pasaría a nada mientras que esté de novio, no quiero ser una arruina parejas tampoco. 

Me sentí sola y no sé porque, así que decidí mandarle un mensaje a Seven, es un gran amigo y además no nos vemos desde la última vez en la casa de Duki, hace como dos semanas. 

Al único que he estado viendo seguido es a Wos, que estuvimos juntos un montón de tiempo y ahora puedo considerarlo un

»Qué haces, Siete? -9:45

»Siete Kayne:  

Acá en casa ;) -9:Querés venir? Digo, hace mucho que no te quedas en mi departamento y además me siento sola. -9:46

»Siete Kayne: 

Dale, y llevo helado -9:46 

»Te amo siete -9:46

»Siete Kayne: 

Yo también, Lo -9:47 

»Siete Kayne:

Ya salí, esperame afuera eu -9:55 

Salí para encontrarmelo en la entrada del edificio, esperé unos 10 minutos y llegó con dos bolsas de helado. 

Me sonrió y me abrazó fuerte mientras que yo rogaba para no llorar, siempre que alguien me abraza mi lado sensible sale a la luz. 

Entramos en mi departamento y él sacó los dos potes de helado que compró para los dos, eran grandes y le agradecí toda la noche que estuvo en mi casa. 

Nos sacamos un par de fotos y reíamos al ver la cara de estúpidos que poníamos. 

Fue una noche divertida y dormir pegada a él es una de las cosas que más me gusta, pero al momento de cerrar mis ojos para dormir la cara de Valentín apareció de la nada, su sonrisa, su risa y sus labios. 

Me hiciste mierda, Valentín. 

Storm ; WosWhere stories live. Discover now