V E I N T I S I E T E

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Lola; 

-¿Dónde está mamá?- Pregunto en dirección a mi padre. -Tengo su regalo en el auto, no quiero que lo vea- Articulo. 

-Está en la casa de tu abuela, la fue a buscar- Expresa cocinando. 

Mi padre siempre fue un buen cocinero, no hay con que darle. Todas sus comidas son como un flechazo al corazón. 

Asiento dejándolo terminar de cocinar, yo voy hasta el patio donde está el auto que mis padres me prestaron y saco de ahí el regalo que le hice a mi madre. 

No es mucho, pero sé lo mucho que quería una cámara, ya que la suya se le rompió y desde que tengo memoria me demostró lo mucho que ama la fotografía. 

Regalarle lo que quiere desde hace meses es lo menos que le debo, ella es mi madre y posta no hay nada que se iguale a todo lo que me dio, claramente junto a mi padre. 

Agarro la pequeña caja que contiene a la cámara y un par de fotos que sin dudas, nunca fueron sacadas por otra persona que no sea mi madre. 

Son hermosas, con un toque antiguo que las hacen más admirables. Las logré sacar de un viejo álbum que estaba escondido en el placard de mi habitación, no sé que hace ahí, pero por la expresión de felicidad de mi padre al decirle que encontré el álbum, sé que es bastante importante para los dos. 

Mi celular vibra en mi bolsillo trasero del pantalón, voy hasta mi antigua habitación y dejo el regalo sobre la cama. 

Llamada entrante 13:02 

-Dam bebé- Saludo con una sonrisa. 

-¿Cómo va? -Pregunta. 

Después de un par de comentarios como para arrancar la conversación, Damián me dice para que realmente me llamó: 

-Che, ¿podrían ir los chicos al cumpleaños de la tía?- Pregunta con un tono inocente. 

-Mientras no se manden cagadas, sí- Respondo viéndome al espejo para comprobar que mi vestimenta esté completamente bien. -¿Va a venir Valentín?- Pregunto después de reaccionar al "los chicos". 

Un silencio traspasa la línea, se escuchan murmullos. Me intento enfocar en lo que dicen, después de unos segundos de escuchar "pará cabeza de escoba", "callate lagartija", "uh, es un jefe" y otros insultos más de parte de los chicos, sé que son ellos. 

-Van a ir, pero no se manden cagadas- Expresa Dam. 

No sé si se olvidó que está en llamada, o que. Carraspeo intentando llamar la atención de mi primo, quien parece haber creído que ya no estábamos en medio de una conversación. 

-Perdón, Lolita- Pide. -Y sí, respondiendo a tu pregunta si va, ¿puede no?

Estoy a punto de gritar de felicidad, ¿Valentín en el cumpleaños de mi madre? Nunca viví algo así, más que con Indra, pero con Valentín lo siento mejor. 

Es como si mi cuerpo quisiera explotar de amor. Sé que no somos nada, pero eso lo hace interesante. Saber que nos sentimos igual, él igual que yo, yo igual que él. 

Una locura, me  hace sentir que estoy viviendo algo que nunca viví y me encanta la sensación. 

Corto la llamada de Dam cuando siento más voces en la sala de abajo, voy hasta la planta baja de la casa esperando encontrar a la persona que no veo hace siglos casi. 

-¡Abuee! 

(...) 

Wos; 

Valentín, calmate. 

No es más que un cumpleaños donde vamos todos los pibes, es un cumpleaños como cualquier otro. No es la mamá de Lola, no es la mamá de Lola. No son los familiares de Lola. 

Intento calmarme pensando en que es un cumpleaños como los millones que tuve en toda mi vida, pero es complicado pensarlo teniendo en cuenta que la familia de la piba con la que "salís" están ahí. 

Siempre se quiere impresionar, por lo menos yo quiero hacerlo. No quiero una mala imagen, no ayudaría en nada, ni a mi, ni a Lola. No creo que una piba como ella quiera que sus padres piensen que el chico que le gusta es un vago que solo escribe canciones. 

Me visto lo mejor que puedo, me lavo la cara cinco veces al menos intentando despejarme. Nada funciona, mi estómago da vueltas y vueltas. Es complicado calmar mis pensamientos, y más aún cuando estoy metido en el auto de Dam a punto de llegar. 

La puerta está a una distancia de veinte pasos, sólo veinte pasos. 

Veinte pasos y vas a estar dentro de la casa donde los familiares de tu chica se encuentran, el tiempo va a pasar rápido, me aseguro pero en vano. 

-Dale wosito, apurate- Exige Dam. 

Todos habían avanzado lo suficiente, mientras yo me quedé parado al lado del auto de Dam, ¿qué tan malo puede ser? Me pregunto una y otra vez mientras avanzo a donde están mis amigos. 

-Estás bien, Wosito- Expresa Ecko. -No te preocupes, les vas a caer piola

-Gracias eckonomía- Jodo. 

Un señor de pelo castaño y ojos claros nos abre la puerta, tiene una similitud con Lola, así que deduzco será su padre. 

Todos entramos estrechando la mano del señor, con respeto claramente. Quiero caerles bien, reitero. 

-Chicos- Llama la voz que tanto conozco. -Vengan- Nos señala una pequeña pieza. -Van a poder estar tranquilos, voy en un ratito 

Todos entramos, nos sentamos en los sillones que hay. Veo unos pendejos de máximo 9 años intentando entrar, los dos miran a Dam y este se para a saludarlos con un abrazo. 

Serán parte de la familia, deduzco. 

-Eu pibes, voy a saludar a la familia, vengo en 15- Anuncia, se va y todos comenzamos a iniciar una conversación como todas las que tenemos. 

-Alta casa, eh- Expresa MKS riendo. 

-Mal, ¿quién no quisiera vivir acá? Que suerte tiene Lola- Habla Ecko mirando la pieza en la que estamos. 

Claramente no es su cuarto, el suyo es más rosado y con más elegancia, cálido. Este es frío y super elegante, sí, pero me hace recordar a oficinas y me estresa. 

-Lola vive en un departamento- Digo antes de darme de cuenta de lo que digo. 

Todos me miran y yo me elevo de hombros. 

Joden un rato más hasta que entra mi chica con otros pendejos agarrados de sus piernas, río con ternura viendo la cara que hace para intentar zafarse de los pequeños. 

La ayudo y termino jugando con los dos niños, mientras que mis amigos siguen jodiendo. 


Storm ; WosWhere stories live. Discover now