T R E I N T A Y D O S

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Wos; 
Siento que no estoy en mi cuerpo, me siento extraño como si todavía no pueda creer que me acosté con Lola, que por fin gané la apuesta que tanto estuve esperando ganar.

Ayer después de hacerlo me sentía una persona completada y hablando en serio esa sensación me encantó, pero sé que esa sensación no era por la apuesta, sino porque por fin tuve lo que esperaba pero sin admitirlo; Que Lola fuera mía. 

He recibido un montón de mensajes de ella, no he contestado ninguno, no puedo y no quiero hacerlo. Si hubiera sabido que mi cobardía acabaría con nosotros, posta que lo hubiera arreglado. 

-Capo- Llamó Ecko. Lo miré esperando que hablara, este lo hizo enseguida. -Nos contaron que ya garcharon, ¿acabas la apuesta?

-No puedo- Expresé. 

Ecko me mira y sé que está a punto de reírse, pero no lo hace. Agradezco mentalmente que no ría, no soportaría las ganas de pegarle una buena piña, ¿quién estuvo ahí cuando lloró por Rocío? 

-¿Enamorado, Oliva?- Volvió a preguntar. 

-No me rompas las pelotas- Expresé alejándome de él. 

Escuché su risa, ignoré, seguí caminando hasta toparme con la puerta del edificio de Lola, ¿qué hago acá? Sin más preguntas entré, después de todo nosotros aún seguíamos siendo novios. 

Me duele llamarla así sabiendo que estoy haciéndole mal, lastimándola como nadie lo ha hecho con ella y sé que va a odiarme cuando se entere y puede que esta sea la última vez que nos veamos a la cara. 

¿Quién iba a decir que empezaría una apuesta como si fuera lo más fácil del mundo y la acabaría sintiéndome una miseria? 

-¿Qué onda, Julio?- Saludo al portero. Este me sonríe y responde con un "bien". 

Me meto al ascensor para ir hasta el departamento de Lola, en el mismo había una pareja besándose y me puteé mentalmente, a mi y al universo, destino o la mierda que provoque todo esto, capaz que el karma. 

¿Justo una pareja chapando me venía a tocar en el ascensor? 

Mi inexistente corazón deja de latir, Lola venía a mi mente, sus besos, sus palabras, sus movimientos, incluso su risa. Ella es perfecta y la perdí como un gil. 

Terminé enamorado, lo supe desde que era un pendejo. Ella me removió todo mi ser, y no me arrepiento de aceptarlo, creo que al contrario, me siento mucho más libre al soltarlo. 

Toqué timbre cuando ya me encontraba en su piso, y delante de su puerta. Lola abrió enseguida y con una sonrisa en la cara. 

Gil, gil, pelotudo, gil, gil

Me repetía a mi mismo mientras chapábamos, aunque no voy a negar que sus chapes aún siguen siendo de mis favoritos y ninguna va a poder reemplazarla cuando empiece a odiarme. 

-Veni, pasa- Me agarró de la mano. 

Entró y ella me prepara un café, estamos a pleno verano pero ella sigue insistiendo en tomar café, unas de sus características que amo. 

-Estás callado, bebé- Expresó dada vuelta, es la primera vez que me llama por "bebé" y mi cuerpo se calentó a sobremanera. 

Que bien sale ese apodo de tu boca, la puta madre. 

-Perdón, no paro de pensar en cosas- Admití. 

Aunque claro, ahora ya sé que se viene la clásica pregunta; ¿Qué cosas? Así que voy preparando mis mentiras. 

Storm ; WosWhere stories live. Discover now