Past lives: Predestiny || HopeV «Omegaverse» 2T

Septuagésimo octavo sueño✨

Tercer mes de embarazo.

Mis ojos no podían irse a otro lugar que no fuera el espejo frente a mí.

No era un gran espejo, no era de cuerpo completo y estaba algo desquebrajado en algunas esquinas, podía ver mi rostro y si me ponía de puntillas tenía la oportunidad de verme hasta el abdomen. No se trataba de mi altura, claramente no lo era, si no, se trataba de altura en la que aquel opaco espejo había sido puesto.

¿Que hora era?

No lo sabía con mucha claridad, pero cuando me desperté, pude ver por la ventana que el sol ya había salido y el día estaba entrando en su apogeo, así que no era relativamente muy temprano, de todas formas, lo primero que hice cuando me levanté fue venir al baño, incluso cuando en toda la noche me habré levantado casi sus seis veces... Sí, porque mi vejiga me ha estado molestando mucho últimamente.

De todas formas, la razón por la que diligentemente estoy parandome de puntillas frente al espejo, sin quitar mi brillante mirada del reflejo frente a mí...

Es porque mi vientre ha crecido.

Un brillo codicioso se albergó en mis pupilas, un sentimiento indescriptible atravesó mi pecho hasta mi corazón y un sensación de calidez me abrazaba en este mundo instante en el que cautelosamente me daba la vuelta hasta quedar de costado frente al espejo, notando por sobre mi camiseta como una pequeña montaña de amor se hacía notar con emoción.

Mi mano se movía, suave pero vacilante y alisaba mi camiseta por encima de mi vientre para así, encontrar mejor la forma de mi estómago... Y cada vez que lo hacía, cada vez que acariciaba y tocaba mi tan imperceptible pancita, mi corazón se estremecía con anhelo.

—Es tan pequeño...— Murmuré en un susurro bajo mientras mis manos seguían descubriendo la forma de mi vientre y lo abultado que se estaba tornando— Tan pero tan pequeño... Que casi no se nota, pero estás ahí ¿Cierto?— Pregunto por primera vez quitando mis ojos del cristal frente a mí y ahora simplemente enfocándome en mi pequeña montaña— Me preguntó... ¿Si serás tan pequeño como una pepita de oro? ¿Por eso no vientre aún no crece tanto? ¿Por qué serás pequeñito?

La sola idea... Lo sola idea de pensar en mí bebé siendo tan pequeño, tan ligero, tal vez débil y menudo, hizo que mis manos protegieran fieramente aquel lugar en donde él se sumía en un sueño divino.

—Mi pequeño...— Dije mientras mis ojos instintivamente se cerraban, como si aquello que estuviera diciendo fuera una canción de cuna para él, que inevitablemente causaba efecto en mí— O tal vez mi pequeña...— Dije inmediatamente, habíamos hablado infinidad de veces en este tiempo con Hoseok, él creía que sería un lindo varoncito, yo solo quería que viniera sanito y bendecido— Quiero conocerte, quiero sostenerte en mis brazos y besar tu frente con el amor que solo tú papi puede darte... Quiero que veas a los ojos de tu padre y se tus labios salga la palabra "papá"— Confesé suavemente, mis manos acariciando por encima de la tela, mis ojos brillando como dos hermosos luceros— Quiero arullarte y leerte un libro, el libro de la historia de cómo tus papis se conocieron y como... Cómo se enamoraron.

Abriendo esta vez mis ojos, me doy cuenta que estos se sentían húmedos, algo confuso miro nuevamente hacia el reflejo en el espejo, solo para ver que pequeñas lágrimas corrían por debajo de mis ojos, haciendo su caminó lentamente por mis mejillas... Sorprendido llevo mi mano hasta ellas para secarlas.

Mi corazón se empieza a agitar al ver mi estado... Mi cabello revuelto, mis ojos teñidos de un leve rojo y bañado en lágrimas, mi piel pálida y mis labios secos... Mi camiseta ancha y desgastada me daba un aspecto hogareño, porque en eso era lo que me había convertido.