TEMO

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Nota 0
En cierto punto de este capítulo Temo tocará el piano, acompañenlo con el multimedia que les dejo aquí arribita para que lo disfruten mejor. Sin más a lo que vinieron.

Polita leía el cintillo que se repetía una y otra vez en la parte inferior de la pantalla de su televisor desde hacia tres días.

"Joven de diecisiete años, desaparecido en la Ciudad de Oaxaca de Juárez desde el día domingo en la noche; Alerta Amber activada."

La imagen del chico desaparecido, ojos rasgados, cabello platinado, metro setenta de altura, contextura delgada; salían todos los días en los periódicos a página entera y en cada uno de los canales de televisión durante cada pausa publicitaria.

--¡Es un angelito!-- dijo Doña Imelda al ver la noticia.

--"Nos dijo que no se sentía bien, antes de salir a cenar, cuando regresamos no había nadie en la habitación, no se llevó nada, su maleta y su dinero aún están donde los dejó"-- fueron las declaraciones que dio uno de sus amigos a la prensa, el chico claramente se veía muy afectado.

En el edificio, Polita era la más afectada con aquella noticia y Aristóteles una de las victimas de la psicosis de su madre. Tenía prohibido salir solo, como el resto de los menores, por lo que su único escape era subir a la azotea por las tardes a tomar un poco de aire. En las mañanas viajaba con los mellizos en la burra. A Temo le tocaba esperar a Gabriel, que lo buscaba al edificio en las mañanas y lo dejaba en el colegio, a la salida iba por él para que fuera a trabajar y luego lo dejaba en el portón del edificio, en las tardes; se había negado a esa medida pero al final no le quedo de otra que ceder, era eso o tener que ir hasta el colegio junto con Aristóteles.

--Soy como tu chófer particular-- le bromeó Gabriel una mañana antes de que bajara del automóvil tratando de que el chico le encontrara el lado positivo. --Si fueras un poco menos orgulloso y aceptaras venir junto con Aris, no tendrías que viajar conmigo-- era conocedor de que la medida no era del completo agrado de su joven amigo.

--Estoy más que seguro que es una conspiración de todos para vernos juntos de nuevo y no debido al chico desaparecido-- protestó Temo --te espero a la salida-- no esperó a que Gabriel respondiera, se giró y entró al colegio claramente molesto.

A parte de la discusión por la escena de Aristóteles el día del quinceaños todo seguía normal. El encuentro con Michael, tuvo que esperar a que todo se calmara, ya que la única manera de salir del edificio era acompañado.

Fue en esas fechas que las ansias por cumplir la mayoría de edad lo llevaron a planear su futuro lejos de Oaxaca, decidió hacer su vida en la Ciudad de México, estudiaría música, su meta entrar al Conservatorio Nacional de Música, para aprender lo único que en realidad lo apasionaba, el piano, para eso utilizaría sus ahorros. Daniela le había seguido pagando bien, y el dinero le alcanzaba para tener ya una buena suma en el banco.

A Temo le pareció curioso como la desaparición de aquel chico se fue olvidando poco a poco. Tristemente era así, conforme pasaban los días era menos probable que apareciera y los periódicos más amarillistas comenzaban a darlo por muerto.

Así fue como en el edificio de los Córcega un mes y medio después, cayó el olvido y la vida volvió a su falsa normalidad. Aristóteles dejó de viajar con Pancho el mismo día que Gabriel dejó de ir por Temo. El chico esperó del otro lado de la calle hasta que Temo saliera del edificio y luego lo siguió sin que se percatara de ello. No era por que no se hablaran, ya lo hacían más relajadamente, sin embargo no eran tan unidos como en un principio, y de seguro Temo se negaría a que caminaran juntos.

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