Capítulo 23 | No olvides quién eres |

3.2K 318 149
                                    

Había sido previsto y por qué no decirlo también obvio de saber, que los regaños y castigos aparecerían junto con su presencia en el castillo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Había sido previsto y por qué no decirlo también obvio de saber, que los regaños y castigos aparecerían junto con su presencia en el castillo. Aun así y con todas las miradas envenenadas en reproches y celos justificados valió completamente la pena. Su aventura, su pequeña saboreada y deliciosa degustación de libertad, el hecho de alejarse de todos y de finalmente perder los títulos impuestos que colgaban desde sus cuellos valía todo.

No ser la princesa de los Siete Reinos, no ser la doncella señorita que debía seguir los pasos de su hermana mayor, y no ser el bastardo más famoso del Norte era lo que siempre deseaban sus corazones. Y aquella tarde se habían saciado hasta el cansancio con normalidad fuera de reglas y normas establecidas que no significaban nada para ellos, o por lo menos para dos.

Al volver al castillo fueron reprendidos duramente por el Guardián del Norte y su esposa. No sólo era el hecho de haberse escapado durante toda la tarde sin avisar su paradero, sino que la noticia tergiversada del accidente de Seren en las clases de costura se había expandido por todo el castillo. Poco faltó para que las malas lenguas vibraran soltando que la princesa se había abierto las muñecas en un descuido, no muchos creían esa opción puesto que sabían que no existía nadie más hábil con el manejo de armas que la leona coronada. Versiones más intrépidas murmuraban a voces que la princesa había intentado quitarse la vida porque una carta del mismísimo Rey anunciaba su compromiso con un señor del Sur.

Tanto Robb como Theon sabían que aquello no podía ser cierto, su Seren jamás atentaría con su vida por nada del mundo, pero que Sansa hubiese corroborado la versión que involucraba una herida abierta y bastante sangre logró alterarlos de sobremanera.

Desde la hora del almuerzo, en donde no se presentó, fue buscada por ambos con desesperación por todos los lugares posibles del Castillo sin suerte alguna. El hecho de saberla herida era enloquecedor teniendo en cuenta lo ocurrido hace un tiempo atrás cuando vivieron en carne propia la posibilidad de perderla. Que volviera cuando la noche ya había caído tan campante en compañía de Jon, –obviando por completo la presencia de Arya-, transformó la preocupación que pesó durante todo el día en sus estómagos y corazones por la más pura y rojiza ira.

Jon fue culpado de todo, como siempre. No importaron las defensas y explicaciones de ambas jóvenes, él se llevó la peor parte incluso a pesar de que fue engatusado y saboteado por ellas en la inmersión de aquella aventura liberadora. Y aun así no le importó, había valido todo.

Cuando fue el momento de dormir la batalla se desató en la habitación del heredero de Invernalia. La irresponsabilidad y ligereza con que la leona afrontaba todo era algo que enervaba su buen ánimo y buen temperamento; simplemente no entendía como con tanta soltura arriesgaba su vida como si esta no valiera nada, como si ella no fuese todo para él.

Pero incluso a pesar de la fuerte discusión en la que por supuesto Seren le bajó el perfil a su maravillosa aventura, se quedó esa noche a dormir en la habitación y cama del lobo, más no en sus brazos.

Queen and the Lionheart |GoT|Where stories live. Discover now