"Prometí nunca más enamorarme de alguien, y tú no serás la excepción."
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"No conozco al amor, sólo al odio y la venganza."
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"Después de todo, no somos tan diferentes."
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"Claro.." ríe sarcástico, "de seguro ni te diste cuenta por que estabas muy ocupada acostándote con Mario."
Usando todas mis fuerzas lo empujé al piso. Varios idiotas comenzaron a formar un círculo alrededor de nosotros mientras gritaban, "PELEA" repetidamente.
Joel se pone de pie y dice, "Lo siento, yo no peleo con niñas."
Todos hicieron el típico, "Uuu!"
"Siempre hay una primera vez para todo," le digo mientras acomodo mis puños.
Él sabía que lo iba matar después de lo que dijo, así que empezó a correr. Mientras lo correteaba, casi todo el colegio fue siguiéndonos con un celular en la mano.
"Ven acá cobarde!" le grito.
Después de correr tanto, Joel llegó a un lugar sin salida. Estaba muy cerca de matarlo cuando de pronto, se atraviesa la directora. Sin importarme que estuviera en frente de mí, la rodee para seguir, sin embargo, esta me agarró de las manos. Si no fuera por la entrometida de la directora, ya le hubiera partido su madre a Joel.
Una vez estando en su oficina, ya me había calmado un poco.
"Srta. Morín, a usted la voy a suspender por unos días."
"QUÉ?!" grito casi lo suficientemente alto como para que se escuchara fuera de la oficina.
"No actúe sorprendida," me dice, "acuérdese que esta es la segunda vez que la veo aquí."
"Pero esta vez ni le hice nada!" intento justificarme.
"Si no estuviera ahí a tiempo, estoy segura que lo hubiera lastimado."
"Así es," le digo en un tono obvio, "si no fuera por usted, lo hubiera matado, y así sí hubiera válido la pena los días de suspensión."
Ella comenzó a escribir algo en una hoja. "Será una semana de suspensión ahora."
Empecé a maldecirla bajo mi aliento. "Y si sigue, le seguiré agregando más tiempo," me advierte.
"Por mí que le agregué todo un año si quiere, me vale!" le digo, "pero ya que me va a suspender, déjeme hacer una última cosa."
Salgo de la oficina y le doy un golpe fuerte a la cara de Joel.
"Vuelve a decir las cosas que dijiste y verás como te va ir!" le grito antes de irme.
Honestamente, ya todo me valía. Ni siquiera me importaba que era mi mejor amigo. Lo que dijo no me gustó, así de simple. Además, su nueva amiguita le hará compañía ahora, por que no pienso dirigirle la palabra jamás.
