"Prometí nunca más enamorarme de alguien, y tú no serás la excepción."
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"No conozco al amor, sólo al odio y la venganza."
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"Después de todo, no somos tan diferentes."
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"Estás segura que quieres hacer esto?" me pregunta Joel.
"Sí, ya quiero ver su cara cuando se de cuenta que no estaba enamorada de él," le explico, "aunque, sí va a ser difícil."
"Y sí, por que tú sólo te la pasas insultando."
Golpeo su hombro.
"Eso no es cierto."
Joel hace una cara de 'Enserio?'
"Bueno okay sí, aveces," lo admito, "pero esto es diferente."
"Entonces, sólo te aventarás a sus brazos y ya?" me pregunta.
"No, como creés?" hago una cara disgustada, "iré despacio Joelito."
"No me parece una buena idea, pero eres mi mejor amiga así que te apoyo."
"Gracias Joelin, sé que siempre puedo contar contigo."
Las primeras 5 clases pasaron volando y aún no había señales de Mario. Por lo visto, hoy estaba ausente.
Llego a mi casillero, entro mi contraseña y en cuanto lo abro, me encuentro con una pequeña tarjeta.
Metí los libros que ya no necesitaba y comencé a leer la tarjeta.
Querida Morín, Creo que ya ha llegado el tiempo de confesar mi amor por ti, sin embargo, no creo estar listo para decírtelo en persona por que tengo miedo a que me rechazes. Sinceramente, Tu Admirador Secreto.
En cuanto terminé de leer la tarjeta, me eché a reír. Estoy casi segura que era Mario el que había escrito esto.
Guardé la tarjeta en mi pequeño bolso y me fui directamente a la cafetería. Tomé mi almuerzo y busqué a Joel.
Una vez que lo vi, me senté frente a él para contarle sobre lo que me había encontrado en mi casillero.
"Qué creés?" dije aguantándome la risa.
"Qué?" pregunta serio.
"El idiota de Mario me dejo esto en él casillero," le enseñé la tarjeta, "ahora este wey se quiere hacer el tímido y 'misterioso' admirador secreto."
Joel no dice nada por un momento.
"Déjame ver."
Le doy el pequeño papel.
"Oye, y que tal si es de alguien más?" me pregunta.
"Oh por favor, quién en esta escuela me va a querer?" le digo, "todos saben que yo no tengo corazón para amar."
"No sé, sólo decía..." se encoge de hombros.
"Estoy casi segura que era él."
"Si es él, entonces donde está ahora?"
"Buena pregunta..." me puse a pensar, "quizá se está saltando las clases, yo que sé, no lo estoy vigilando, Joel."
"Cierto..."
"Oh mira, allá viene," apunté mis ojos hacia la puerta.
