"Prometí nunca más enamorarme de alguien, y tú no serás la excepción."
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"No conozco al amor, sólo al odio y la venganza."
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"Después de todo, no somos tan diferentes."
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"Él? Capaz de hacerme algo? Jaja, lo dudo" Morín se burla, "de lo único que él es capaz, es comportarse como un imbécil."
"Eso es lo que creemos ahora, pero por que aún no lo conocemos bien," Joel comienza, "y qué tal si en unos meses intenta hacer algo?"
"Mira Joelito, no te preocupes, sí? Hace un rato me dijo que no quería que nadie lo viera hablando conmigo por que arruinaría su reputación," dijo imitando la voz de Mario.
"En serio te dijo eso?" Joel se asombra.
"Sí," ella responde rodando los ojos.
"Wow, entonces sí que es un imbécil. No entiendo cómo es que pudo haberte dicho eso."
"Pues ya ves como son ese tipo de personas," ella levanta sus brazos a los lados, "pero bueno, no me importa lo que él piense de mí. Entre más lejos esté, mejor."
En eso, la campana de advertencia suena, lo que significaba que tenían que irse a clase.
"Aún así, quiero que tengas cuidado, de acuerdo?"
"Está bien, papá," Morín rueda los ojos una vez más.
Joel ignora lo último y le pregunta, "Qué clase tienes primero?"
"Umm..." ella revisa su horario escolar, "Química, y tú?"
Con una sonrisa falsa contesta, "Educación Física."
Morín golpea su hombro levemente, "Suertudo, tienes mi clase favorita primero."
"Preferiría tener tu clase primero."
"Estarás bien Joey," ella le asegura, "bueno, te veo luego."
Cuando se despidieron, cada quien se fue por su lado. Como la clase de Química se encontraba en el tercer piso, Morín tuvo que subir las escaleras. Cuando llega al último escalón, se encuentra con una imagen no tan agradable.
·Narra Morín· Todos sabemos que cuando dos personas andan de novios, hay uno que otro beso que se dan a escondidas, lo cual no me molesta. Llámame exagerada, pero estos literalmente casi se desnudaban frente a mí.
"Consiganse un cuarto, porfavor!" grité.
Él chico que traía a la chica acorralada contra la pared se voltea y me encuentro con algo aún peor, el mismo idiota de esta mañana. Tenía que ser él, no me acuerdo de su nombre pero estoy segura que es él.
"Y si no queremos, qué?"
"Tranquilo mi amor, al rato continuamos, sí?" le dice la chica con un beso de despedida.
En el momento que ella se va, este comienza a reclamarme puras tonterías.
