Rompecorazones vs. Mujeriego || Mario Bautista

·41· Te Amo

[Maratón 1/3]

-Narra Joel-

Doy un gran suspiro después de terminar la llamada.

Si supieras cuanto te amo de verdad... pensé.

Dejé mis pensamientos a un lado y decidí caminar hacia la 'supuesta Morín'.

"Oye, cómo te llamas?" le pregunto.

"Morín," me responde.

"Hablo de tu nombre real, no el nombre de mi mejor amiga que estás cubriendo."

"Alexandra..." dice nerviosa, "cómo-"

La interrumpo, "Yo conozco bien a mi mejor amiga y sé que en este momento me estaría golpeando o algo así y tú eres más tranquila. Además también conozco su cara."

Ella ríe nerviosamente, "Eso de que soy más tranquila es bueno o malo?"

"Es bueno por que así no tengo que ser golpeado mil veces al día."

Se ríe de nuevo.

"Y como te llamas tú?" me pregunta.

"Joel."

Ella sonríe al escuchar mi nombre.

"Te parece gracioso mi nombre o-"

"No," me interrumpe, "me gusta."

"Ya veo," le digo, "el tuyo también me gusta."

"Hmm... No será por que yo te lo dije primero?"

"No, tu nombre es muy lindo en serio," le respondo nervioso.

"Gracias," me dice, "me llevas a mi siguiente clase?"

"Con gusto," le sonrío.

-Narra Morín-

Aún no tenía ni un minuto desde que había regresado al cuarto y Mario ya me estaba interrogando.

"Quién era?" me pregunta.

"Nadie," le respondo.

"Cómo que nadie?"

"Nadie y ya, para qué quieres saber?"

"Sólo quiero saber y ya."

"Ugh, era Joel, ya contento?"

"Qué quería?"

"Sabes que? Hasta aquí llego la conversación," le digo.

"No Morín, dime que quería."

"Ya te pareces a Joel..." le digo a un volumen que apenas se puede escuchar.

Estaba caminando hacia el sofá cuando de repente, detrás, siento dos brazos alrededor de mí. Estaba tan conmocionada ante su acto que no sabía como reaccionar.

"A diferencia de tu amigo, yo sí te amo," me dice al oído.

Estaba sorprendida de que me había escuchado ya que lo había dicho tan bajo. Sin embargo, aún tenía ganas de golpearlo. Quería darme la vuelta y decirle que no era cierto, que ya sabía de su estúpida apuesta, que yo también sé jugar y que mejor aquí ya terminamos este juego por que el que iba terminar saliendo lastimado era él, pero no lo hice. Mi corazón era tan frío que tenía muchas ganas de seguir y verlo sufrir al último.