Y pensar que su reputación se había ido a la ruina por un maldito mocoso de siete años cuyo nombre nunca le interesó en lo más mínimo.

Es sólo que ese niño le recordaba un poco a él mismo. Sus ojos vacíos, su vida miserable, sus deseos de matar.

Haberlo dejado vivo era una enorme y gran mancha negra en su expediente dentro de la operación Rouge. Claro que esa operación no duró más que unos diez años antes de que el caos explotara en los países que la controlaban. Hubo sospechas e información confidencial de todo lo que los mercenarios habían hecho bajo ordénes que salieron a la luz.

Todo por culpa de aquel idiota que escapó.

—¡Dime lo que sabes, carajo!– ordenó Yoongi con exasperación, sintiendo que sus viejos hábitos de golpear hasta la muerte para sacar información regresaban.

—Tranquilo, perro– Seokjin sonrió con malicía —no hace falta ladrar–.

Yoongi se tensó. Siempre había odiado a Seokjin pero ahora simplemente lo aborrecía. Era su culpa, de todos modos, ¿quien lo mandaba a irse de policía? Claro que cuando Rouge fue descubierta todos los mercenarios quedaron en la calle de nuevo y la mayoría ni siquiera tenían familia, como él. Los gobiernos de cada país involucrado ofrecieron ayuda a sus perros de caza y les dieron a elegir entre empleos disponibles y claro, Yoongi decidió irse por esa mierda policíaca.

—Seguro aún recuerdas a ese niño– continuó Seokjin.

—¡Olvidé su jodido rostro apenas salir de esa casa!– respondió a gritos.

—¿Al menos recuerdas el nombre del traidor que robó la información de la operación Rouge?– resopló Seokjin con una mueca.

—Claro, era Jeon Junhyun...–

Silencio.

Seokjin sonrió, dándole una mirada apremiadora.

—¿Estás bromeando?– preguntó aturdido.

—Debiste investigar a tu sospechoso más a fondo– aconsejó Seokjin y sacó un expediente privado —Jeon Jungkook, hijo de Jeon Junhyun y Jeon Saejae. Una hermana mayor, Jeon Minsoo. Su padre trabajaba en el centro de investigación de la operación Rouge en Corea. La hermana mayor nunca fue encontrada, madre asesinada, niño traumatizado, blah, blah, blah...–

Arrojó los papeles a la mesa.

—¿Sabías que cosas como ver a tu madre asesinada provocan demencía incorregible en los niños?– dijo, arqueando una ceja —debiste haber apuntado a la cabeza–.

Yoongi tomó el expediente y observó la fotografía del niño que aparecía ahí.

—A mí no me culpes, él ya estaba loco cuando yo lo conocí– negó la acusación.

Y, mierda. Si que había terminado de enloquecer por completo. Quien diría que ese mismo niño ahora sería un jodido asesino serial y lo peor, quien diría que encontraría a alguien tan loco como él.

—Éste expediente no estaba abierto al archivero general– mencionó.

—Obviamente el gobierno no se arriesgaría a que ese expediente anduviera suelto. Lo último que quieren es que se sepa más sobre la operación y el hecho de que Jeon "traidor" Junhyun escapó con esa valiosa información para fugarse con una puta–.

—¿Lo encontraron alguna vez?– Yoongi preguntó con curiosidad.

—No oficialmente– se encogió de hombros.

—¿Y éxtra oficial?–.

Seokjin suspiró.

—Uno de los perros de caza del sector nueve logró detectarlo en una ciudad costera en el norte de Australia un mes después. La información fue recuperada y los téstigos eliminados, nadie supo de eso y hasta ahora Jeon Junhyun sigue siendo un misterio–.

Yoongi asintió. Obviamente iban a encontrarlo, sólo había sido cuestión de tiempo. Jeon tenía conocimientos básicos pero no era mercenario, no estaba entrenado para rastrear y cazar. Nunca se había enterado de ello porque apenas unas semanas después de haber asesinado a la esposa de Jeon intentando recuperar la información la operación Rouge se fue en picada.

—¿Cómo sabes todo esto?– preguntó desconfiado —Rouge es sólo un mito, nadie sabe de su existencia excepto aquellos que fueron parte de ella–.

—Tú lo has dicho– sonrió Seokjin.

Entonces Yoongi captó todo.

—¿Tácticas de servicio interno? ¿Logística?– cuestionó.

—Inteligencia y es lo único que diré. No me enorgullece haber sido parte de Rouge, la verdad– Seokjin desvió la mirada apuntando a la puerta —ve y arregla tu error de hace diez años, no importa cómo–.

Yoongi arrojó los papeles de regreso al escritorio y salió dándo zancadas largas.

Joder, joder y más joder.

Maldecía el día en que había dejado vivo a ese mocoso.

—Dime que tenemos algo– pidió al llegar hasta el lugar de Namjoon.

—De hecho– el otro hizo un gesto —acaban de dar aviso, unos campistas encontraron una extraña... Esfera de cuerpos humanos– dijo, leyendo la hoja en donde iba escrita la denuncia.

Yoongi parpadeó. A esas alturas ya nada le sorprendía, ese par de mocosos estaban enfermos, más enfermos de lo que él llegó a estarlo... Bueno, quizás él estuviera un poco igual de enfermo pero al menos llevaba cinco años sin asesinar a nadie, debían darle crédito por eso.

—¡Min!– Hoseok llegó alzando una carpeta —¡investigué un poco más al chico que ordenaste cuando Jeon y Kim estuvieron aquí! Ese tal Minjae y no creerás lo que encontré–.

Yoongi le quitó los documentos de la mano y leyó. Hoseok sonreía.

—Kim Taehyung fue su pareja oficial durante un año antes de que Minjae desapareciera misteriosamente y fuera encontrado decapitado casi ocho meses después– explicó, orgulloso. —¿Coincidencia? No lo creo–.

—Dos de los desaparecidos y una de las víctimas tuvieron relación con ellos– asintió Namjoon —Park Jimin y Joon Hyena fueron vecinos de Jeon mientras que Minjae fue novio de Kim... Creo que los tenemos–.

—Aún faltan pruebas pero ésto será suficiente para una orden de cateo– dijo Yoongi.

—¿Catear su casa?– Namjoon se sorprendió —lo dudo, no hay ADN ni huellas que los inculpen–.

—No catearemos su casa, al menos no ésta donde viven ahora. Irémos a revisar sus viejas viviendas en Seúl, investiguen la dirección donde Taehyung vivió con Minjae–.

Los otros dos hombres asintieron. Yoongi estaba tan cerca de encontrar pruebas en su contra que casi podía sentir la victoria pero no se hacia ilusiones. Esos idiotas no caerían sin dar pelea... Probablemente ni siquiera pudiera llegar a arrestarlos, viendo de lo que eran capaces lo más seguro era que prefirieran matarse ellos mismos. Era por esa razón que Yoongi debía ser más rápido y matarlos primero.

Por otro lado, el tema de la pequeña bomba en el estómago del sujeto de la discoteca le estaba molestando. El dispositivo había sido hecho con basura reciclada y productos de limpieza domésticos. El sistema de detonación había sido por demás ingenioso según los expertos, hecho con algún tipo de mecanismo fabricado en casa y muy, muy pequeño.

Sabiendo eso, dudaba que Jeon tuviera el ingenio para hacer algo así y mucho menos se imaginaba a Kim intentándolo. Y si no fueron ni Jeon ni Kim entonces... ¿Quién mierda fue? Y por algún motivo, Yoongi ya lo sabía.









 ¿Quién mierda fue? Y por algún motivo, Yoongi ya lo sabía

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Sweet Killer::KVWhere stories live. Discover now