V E I N T I C I N C O

Start from the beginning
                                    

Lola.

Ella viene a mi cabeza, la escena de ayer no paró de torturarme hasta que la marihuana hizo efecto en mi organismo. Era ella, siempre fue ella. 

Un chape sin importancia que terminó lastimando a la única persona que me "quiere" después de unos años. 

-¿Seguís viviendo con mami y papi?- Se burló MKS. 

Reí un toque, pero sorbe de mi mate. El sabor amargo traspasó mi  garganta, pero lo ignoré, después de todo el mate dulce nunca me gustó. 

-Tuve un problemón con el departamento, pelotudo. Creo que te lo conté, ¿o no?- Respondió Dam.

Un par de bromas más sobre la situación de Dam y ya estaban todos hablando de la joda otra vez. No quiero recordarla más, al principio era gracioso recordar las cagadas que se hicieron mis amigos, pero ahora que las mías ya son un recuerdo sólido me da mucha vergüenza hablarlas. 

Todos se fijaron en mi y me removí en mi lugar del sillón, pregunté que pasaba aclarándome la voz lo más que pude. 

-¿No vas a hablar con Lola?- Preguntó Nacho. 

-¿De qué o qué?- Me hice el pelotudo, claramente. 

Sé lo que tengo que hablar con ella, pero verla a la cara después de haber chapado con otra por celoso me da cosa. 

-No te hagas el boludo, todos vimos a Lola irse llorando- El corazón se me vuelve a parar. 

Soy un pelotudo, un tremendo pelotudo. 

-¿Qué? ¿Alguien la llevó?- Pregunto. 

-Sí, Indra- Respondió sin interés Nacho. 

Todos le pegaron un codazo, él se elevó de hombros hasta que por lo visto recordó toda la mierda que pasé con ese pibito. 

Cada día me pone más histérico ver como sigue su vida después de cagar la mía, la de Lola y la de mi mejor amiga. 

-¿Saben qué? Voy a hablar con Lola, me cansé de estar como pelotudo esperando que ella me venga a buscar- Reflexioné. 

Ver a Mauro ir a buscar a María me hizo pensar que debería hacer lo mismo, él se la jugó por una mina, no sabe si la va a perdonar o no, pero va de frente. 

Eso quiero; quiero ir de frente, si Lola me perdona o no, ya es cosa suya. 

-Ahí va, campeón- Me festejó Nacho, reí. 

Llamé a Dani que parecía medio perdido, me miró sin expresión en la cara. 

-¿Aún te atrae Lola?- Pregunté.

-No bobo, a vos te gusta, se ve a kilómetros- Expresa con una sonrisa. 

-No me gusta- Reproché. 

-Lola está en la casa de los padres, te mando la ubicación, aunque es a pocas cuadras- Me dice Dam, al segundo escucho mi teléfono sonar debido a la ubicación que me pasó Dam.

Todos me miraron como si no creyeran las tres palabras que acabo de tirar, ni yo me las creo. 

Les tiré un beso a todos antes de que suelten algo que me delate, se ríen pero dejan que me vaya. 

-¿Me prestás tu auto, Marcos?- Pregunté desde la puerta principal. 

-¡No jodas, la casa de Lola queda a dos cuatras!- Me grita mirándome desde el sillón. 

-¿Y si quiero garchar pero está todo el árbol genealógico de Dam?- Pregunto. 

-¡Dejá de joder, vos no la ponés ni en remojo!- Se ríen todos, les enseño el dedo medio y me voy a la antigua casa de Lola. 

Esa piba me va a escuchar, aunque sea complicado y termine echando a patadas. Escuchar me va a escuchar. 

La quiero, después de todo la quiero. Tenía que esperar a cagarla para darme cuenta, pero es así. La quiero desde que somos unos pendejos, ella visitando la casa de Dam y yo loquito por ella. 

Es un año menor, claro está. Y pocas veces coincidíamos en visitar a mi mejor amigo de la infancia, pero cuando coincidíamos ella se la pasaba con su tía, para no molestarnos. 

Al contrario, ella nunca me molestó. Sus ojitos celestes y su pelo castaño, en nada a comparación a ahora. Ahora es una rubia oxigenada, pero sigue estando igual de buena que siempre. 

Debo de admitir que cuando pasaron unos dos años, no paré de buscarla en Instagram hasta que la encontré aquél día, y desde entonces se volvió una incógnita constante en mi vida. Vamos y venimos, eso no se puede negar. 

Estamos bien y estamos mal, pero la quiero. 

Nunca se lo diría, soy un poco cagón. La apuesta me ayudó a darme cuenta de que es una piba fantástica. 

Entre mis pensamientos llego a la casa de los padres de Lola, veo las ventanas buscando la suya, la encuentro en el que parece ser el segundo piso, el rosado -su color favorito, por cierto- resalta desde la calle. 

Subo con un toque de dificultad, pero logro abrir la ventana y ver a una Lola bailando con una sonrisa hermosa en la cara. 

-¿Qué carajos haces acá?- Pregunta sobresaltada cuando me ve. 

La agarro del brazo sin decir nada más, la acerco a mi cuerpo y la chapo como nunca la chapé. Lento y después subiendo los niveles, ella acepta el chape sin quejarse, sólo disfrutando de lo que nuestros labios pueden hacer. 

Te quise siempre, Lo. Ese chape te lo dijo todo


Storm ; WosWhere stories live. Discover now