Especial Fiestas #2

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El primer año nuevo que puedo pasar de la mejor manera posible, junto a mis amigos y familia en el Campamento Media Sangre. Este sería mi primer año nuevo con Percy, Annabeth, Piper, Jason y Leo. Ah, olvidé que Hazel y Frank del Campamento Júpiter también estarían con nosotros en esta celebración de año nuevo.
Aún estaba algo incomoda de recibir a los campistas del campamento romano, después de saber lo que pasó hace unos meses atrás. Pensar que antes, deseaba formar parte de la comunidad, donde mi hermano pasaba casi toda su vida. Ahora, solo quiero borrarlo de mi mente.

Cada vez que intento avanzar, siempre termino en la misma miseria una y otra vez. Esta vez, intentaría no caer en ese abismo y lograr pasar un año nuevo como nunca antes. Mire el cielo estrellado encima de mi cabeza, luego el reloj en mi muñeca, marcando las 22:45. Sé que aún falta mucho para poder gritar: ¡Feliz año nuevo! En menos de lo que esperaba, Leo estaba sujetándome de los hombros y yo lo derribé con una llave de lucha.

─¡Oye nena, no hay necesidad de derribarme así! ─Leo me mostró una sonrisa, aplastada contra el piso.
─Perdón, pero es tu culpa por aparecer y sorprenderme de esa forma ─dije saliendo de encima de él, mientras se levantaba del piso y me sujetaba por la cintura─. Recibí tu mensaje. ¿Qué querías mostrarme?
─Primero, tengo que ayudar a Hazel en una cosa ─dijo Leo, mientras caminábamos hacia la arena de combate.

En las gradas de la arena, Hazel y Nico tenían unas varitas de estrellitas. Hace años que no veía una de esas, recuerdo que cada año nuevo con Charlie y Silena prendíamos una. Agh, ahí está otra vez. Necesito despejar mi mente.
Enfrente de ellos, estaba Frank con una cámara Instax mini, con una mirada muy ceñuda. Clara señal que no sabía cómo usarla. Nico y Hazel miraban la varita, sin entender que hacer con ella.

─Hola Frank, ¿qué intentas hacer? ─lo saludé desde la distancia, como lo dije antes, aún mantenía mi incomodidad.
─Intentó entender cómo funciona esta cámara, no logre sacar una foto ─miro el aparato con rabia y quería lanzarla lejos.
─¿Por qué no encendieron sus varitas? ─preguntó Leo, mientras encendía una pequeña llama en su dedo y encendía las varitas que veía. Yo tomé la cámara de las manos de Frank y noté que no tenía las películas dentro.
─¿Me permites, Frank? ─él me entregó la cámara, le puse el papel y saqué la foto de Hazel y Nico con sus miradas atraídas por las chispas que salían de las varitas.
─Wow, eres buena. Gracias ─le di la foto y la cámara a Frank y Leo me agarro de la mano sin avisar.
─Leo, ya enserio, ¿a dónde vamos? ─volvía a preguntar por segunda vez en el día.
─Ya vas a ver... Es una sorpresa.

Caminamos por un largo camino en el bosque y solo iluminados por la llama, que Leo invocó en la palma de su mano. En menos de un parpadeo, nos encontrábamos en la arena de la playa del campamento. El sonido del océano, las olas y la marea me daban ganas de darme un chapuzón frío.
Leo se paró frente a mí, dándome la espalda. Lance una mirada furtiva al reloj y marcaban las 23:52. ¡Que rápido había pasado el tiempo! Leo se dio vuelta y en sus ojos veía el destello de felicidad.

─Antes que los demás lleguen, quería hablar contigo.
─Mira Leo, no quiero recordar lo malo que resultó este año. Salvo lo nuestro, claro.
─Déjame terminar _______, por favor ─el puso su dedo índice sobre mis labio, para que me callara. Seguramente mis mejillas estaban más rojas que el campo de fresas─. Después de lo que pasó con tu hermano y con Calipso, créeme, no sabía cómo pensar en vivir. En el momento en que pensé haberte perdido, juro que estaba reviviendo la escena de mi madre una y otra vez. Quiero que sepas que, sin importar que... Siempre estaré para ti.
─Ay Leo, no ibas a perderme ─le sostuve la barbilla─. Los dioses no sería tan crueles contigo, el tío Apolo me lo prometio por la Laguna Estigia.
─¿Aún después de lo qué Teseo...?
─... Incluso si Teseo, hubiese cumplido con los deseos de su señor. Nada impediría esto, las Moiras lo quisieron así, ¿recuerdas?
─Cierto ─Leo soltó una risita algo nerviosa. De apoco, la gente se reunía en la playa, comenzado con la cuenta regresiva.

¡10!

Mi padre y mi hermano me prepararon, para lo que sería mi vida en un futuro.

¡9!

Charlie y Silena me protegieron para que no terminara en una semidiosa miedosa, insegura e insegura.

¡8!

Todos en las cabañas 5, 7, 9 y 10 fueron mi familia después de haber perdido a mis rescatistas.

¡7!

Hice nuevos amigos, sin importar que fueran griegos o romanos.

¡6!

Siempre recordaría mi linaje, desde la antigua ciudad de Troya, hasta hoy en día en Long Island.

¡5!

Mis amigos conformarán mi nueva familia por siempre, aun teniendo a mi familia de sangre viva.

¡4!

Jamás olvidaría los momentos, los riesgos y mis experiencias en mi vida.

¡3!

Ahora contaba con mis amigos para soportarme en momentos de crisis, al igual que ellos pueden contar conmigo.

¡2!

Siendo mi madre una egoísta e infantil, fue la que me abrió esta puerta hacia la vida que hoy poseo.

¡1!

Leo es la razón por la cual tanta precaución, estaba destinado a estar con él.

─¡Feliz año nuevo! ─todo el mundo gritamos, mientras los chicos de Hefesto, lanzaron el show de fuegos artificiales. En ese momento, Leo me miró y yo le respondí con un beso rápido. Él tardó uno segundos para responderme lo con uno más largo y apasionado.

Este nuevo año sería uno que nadie podrá olvidar... Al menos, eso quiero pensar.

El secreto de los dioses (Leo Valdez y tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora