XXIII

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Percy

Quien penó que la situación no podía empeorar, desearía poder cambiar de lugar con ese alguien. Lo malo de toda este embrollo, es que teníamos a cuatro personas menos con quien contar de ayuda, a menos que Zeus nos haga un favor, y nos envíe alguno de los dioses para dejar combatir a los romanos. ¿A quién engaño? Zeus me detesta, por varios motivos (la mayoría, injustificados), recordando de como le contesté hace como tres años atrás.
Volviendo al presente, dejando de lado mi ego, estábamos a más de 16 pies (5 metros) de altura, alejados del círculo como por 10 metros, con una gran posibilidad de morir, si Jason no nos llevaba a una distancia considerable a nosotros 7. Nico, Sherman, Annabeth, Piper y yo tendríamos que encargarnos de Teseo y Calypso; mientras Frank, Reyna, Hazel y Jason, se encargaban de los discípulos. Esperando que Teseo no se dé cuenta de que están obligados a no contrariarlo. Cruzo los dedos, mentalmente, para que nuestro rescate salga de manera exitosa. Rápidamente, con aportes de mi novia, creamos un plan bastante bueno.

Jason nos llevaría a Nico, a Sherman y a mí, volando a una distancia bastante próxima a la plataforma donde se encontraban Leo, Will y __________. Frank se transformaría en un águila gigante y llevaría a las chicas, depositándolas cerca del borde del centro, donde estaban dispuestos la mayoría de los seguidores de Teseo.
Mientras Sherman y yo, intentamos distraer a la parejita maniática (el nombre lo dio Jason, aunque ninguno de nosotros entendió, si era para poner un código o intentaba decir un chiste), Nico intentaría liberar a ____________ y sacarla de ahí. Luego, las chicas nos ayudarían a liberar a Leo y Will. Si tenemos suerte, todos saldremos felices para comer perdices.
Ok, lo admito, no comí por más de 3 horas. Necesito algo para no tener el estomago vacío. Pero tendrá que esperar. Además, me dan más energías para patearles el trasero al enemigo.

   —¿Todos listos? —todos a mi alrededor asintieron y Nico tenía mejor aspecto—. Ahora tenemos que ver, como diablos bajaremos hasta ahí, sin morir.
   —Faltan unos pocos minutos. Ya es hora, traigan el suero de Kalmia Latifolia —ordenó Teseo, mirando a unos chicos, a quienes no se les podía ver el rostro.
   —Tenemos que actuar ya, antes de que le administren ese veneno —aviso Piper—. Katie me advirtió sobre esa planta.
   —De acuerdo, chicos... Espero que estén listos —dijo Jason, después inhaló profundo.
   —¡¿Por qué lo di...CES?! —no pude terminar mi frase con una monotonía de voz, porque mi amigo nos lanzó con una ráfaga de viento.

Sherman me sujeto del cuello de la camiceta, para nos desbalancear el equilibrio que estábamos teniendo en esta "ola" de viento. Todos, literalmente todos, los presentes voltearon a vernos. Salvo Leo y Will, quienes aún estaban obligados a mirar hacia abajo. Cuando mis pies tocaron tierra firme, tuve que contenerme para no besar el piso y sacar a Contracorriente.
El silencio duró menos de tres segundos, hasta que Teseo lanzó la orden de ataque. Jason empezó a combatir solo contra los subordinados del chico, mientras que las chicas ya estaban bajando gracias a Frank. Piper y Reyna eran sujetadas por las patas del águila, mientras Hazel y Annabeth iban montadas en el lomo. Me di la vuelta, eche una mirada furtiva a Sherman y ambos asentimos. Atacamos al líder y Calypso. No vi a Nico por ninguna parte, así que el plan estaba yendo bastante bien.

   —¡Amo, traigo el suero! —gritó el enviado, sobre el sonido de las hojas chocándose entre sí, algún que otro grito de guerra y otros de dolor—. ¿Qué supone que haga ahora?
   —¡Inyéctele el contenido a la chica, inútil! —bramó Teseo, mientras se ocupaba de luchar contra mí, utilizando una espada de oro imperial.
   —¡Hey! ¿A dónde crees que vas? —diablos, ya vieron a Nico. Lo vi, siendo derribado por un mastodonte de semidiós—. Jefe, ¿dónde meto a este chavo?
   —Enciérralo en la primera prisión que encuentres, ¿no ves qué estoy ocupado aquí? —Teseo hizo una maniobra increíble, incluso me cuesta admitirlo, y me dejo sin espada e inmovilizado en el suelo—. Vaya, vaya, vaya. Con que este es el famoso hijo de Neptuno, eres más hábil de lo que mi chica me contó.
   —¡Cierra la boca, hijo de...! —le pusieron una mordaza a Leo, seguro ya venía maldiciendo desde hace bastante.
   —En fin, me encantaría que fueras el primero en presenciar lo que estamos por hacer aquí y ahora —sujetó de mi cabello y lo alzó, para que pudiera ver en vivo y en directo como le inyectaban una aguja (de un tamaño intimidante, como si fueran a vacunar a un elefante). Tanto a él, como a su hermana. El grito de dolor que _____________  soltó, me desgarró por dentro, Teseo se mantuvo en silencio, salvo por un leve quejido que emitió. Seguramente a él también le habían administrado el veneno—. Ahora, mi querida Calypso. Hora de que entres a escena.
   —Con gusto, mi amor —wow, esperen un segundo. ¿De qué me perdí?—. Mírenme directo a los ojos, ustedes dos.

Automáticamente, Will y Leo levantaron la cabeza mirando directamente a Calypso. Entonces eso era lo que pasaba, ella los tenía bajo el efecto de un hechizo, o algo por el estilo. Piper se acercó inmediatamente, confiando en que su embrujihabla hiciera algún efecto sobre ellos. Pero le fue imposible sacarlos de las palabras de Calypso. Inesperadamente, el lugar quedó en completo silencio. Dejé de sentir la fuerza de Teseo sobre mi cabello, mientras su cuerpo se desplomaba sobre el mío.
Calypso dio la orden de retenernos, dejarnos en el borde de la roca, esperando para nuevas instrucciones. Me quitaron a Teseo de encima, me levantaron de un tirón y me obligaron a caminar rumbo al borde más cercano. Volteé dos segundos a ver a _________, no podía emitir ningún sonido. Estaba colgada, sin moverse, sin gritar, completamente inmóvil. Will quería acercarse, pero un gorila lo mantenía en el suelo. Leo solo admiraba la escena, estático, congelado por las órdenes de Calypso. Pero sus ojos, reflejaban el dolor y la tristeza del momento.

Nadie más se movió, Calypso no paraba de dar pedidos a todos sus esclavos y servidores. Nadie sabía o tenía una ruta de escape para esto, con cada segundo que pasaba, empezábamos a perder la esperanza. En medio de ese silencio mortal, Leo gritó como un maniático. El rosto de Will estaba pálido, mientras la sonrisa de la hija del titán se ensanchaba cada vez más.

—No tiene escapatoria —anunció Calypso con una inmensa felicidad—, es la última etapa del ritual. Después de esto, __________ Gaitán estará muerta.

El secreto de los dioses (Leo Valdez y tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora