Catalina se estaba durmiendo ya y pensé que era un buen momento para irnos, la casa de Mauro quedaba medio lejos, pero era la única opción. 

Ni loca me quedaba a dormir rodeada de todos estos boludos, pero claro, mi amiga si que quería, todo fuera por estar más de 1 hora cerca de su crush. 

-Vamos, Cat- Le dije tomando su mano y levántandola como pude. 

-¿A dónde, mamá? No me quiero despertar- Comenzó a llorar y yo me cagué de risa, igual que los amigos de mi primo. 

-Dale, tenes que ir al colegio, Catalina- Hice la voz un poco más gruesa como la de su madre, ella frunció el ceño pero volvió a llorar. 

-¡No quiero ir!- Se quejaba moviendo las manos. 

¿Siempre es así? Pobre madre, si me toca una hija así la tiro por la ventana ahre 

-Dale cata, soy Lola- Dije ya con cansancio. Me estaba durmiendo y después de todo necesitaba dormir, cada vez mi mente me recordaba lo sucedido con Camilo y lo boluda que fui. 

-¡Lola!- Abrió los ojos y los refregó con su mano, yo la miré y asentí. -¿Nos vamos?- Preguntó y otra vez volví a asentir. 

-¿No se quieren quedar?- Nos preguntó Mauro, mientras que los demás entraban en la casa. Negué al igual que ella. 

-Yo las acompaño- Nos dijo Valen y yo dudé. ¿Desde cuándo se le fue la timidez? 

-No hace falta- Dije ayudando a mi amiga entrar a la casa para agarrar nuestras cosas y poder irnos a mi departamento. 

-¿Seguras?- Cuestionó otra vez y yo revoleo los ojos. 

-Acompañanos, no confío en Lola- Dice la bocona de mi mejor amiga, yo la miro con mi mejor cara de culo y ella eleva los hombros. 

-Dale- Se río un toque y se fue, volvió con una campera y los tres salimos por la puerta. 

-Estuvo bueno entrar por la ventana- Habla después de 5 minutos, yo me río al recordar la situación. 

Tenía una cara de felicidad en ese momento, y casi se tropezó, pero un chico la agarró antes de que cayera al piso. 

-¿Qué?- Con una sonrisa en la cara preguntó Valentín. Sí, tuve que enterarme de su nombre gracias a Lombardo, pero si fuera por el pibe este no lo sabía hasta que tenga 40 años. 

-Tuvo que entrar por la ventana por que unas minas no la dejaban pasar- Expliqué y los dos soltaron una risa, los miré y no pude evitar reírme con ellos. 

-Malditas perras- Dice Cata con un tono rudo y estirando su brazo hacia arriba. 

-¿Vas a la guerra?- Preguntó Valentín y la miró con una sonrisa en la cara. Ella asintió e intentó correr pero cayó al piso. 

La levanté y me tenté, es media estúpida cuando se pone en pedo. 

-¿Cuánto falta?- Preguntó y yo miré un cartel que había en una esquina. 

-Dos cuadras- Le dije y ella asintió frunciendo el ceño, de vez en cuando cerraba los ojos. Claro, ella no es la que va caminando, sino que va agarrada de Valentín y de mi, así cualquiera. 

De vez en cuando las manos de Wos tocaban las mías y sentía electricidad, provocando que los dos nos miremos y él sonría como boludo, mientras que yo tenía una cara de ortiva que no daba más. 

-Llegamos- Dije después de pasar las dos cuadras. Mi amiga quedó dormida y tuve que pedirle a Valentín que me ayudara para poder subirla a mi departamento. 

La tiramos en el sillón, después de dudar un rato, decidí acompañar a Valen hasta la puerta, por lo menos él me ayudó, no podía ser tan hija de puta de no acompañarlo. 

-¿Vos estás bien?- Me preguntó cuando apreté el botón del ascensor para bajar a la planta baja. 

-Maso- Miré mis uñas para no mirarlo a él, todavía no estoy muy acostumbrada a mirar sus ojos celestes, son muy profundos para mi y me dan miedo. 

-No vivis muy lejos- Me dijo después de un incómodo silencio, elevé una ceja y lo miré directamente a los ojos por segunda vez en la noche. 

-Ah- Dije sin más, él arrugó su frente y volvió a mirarme, pero esta vez no coincidimos. 

-Sos re ortiva cuando queres- Me elevo de hombros y no lo miro. -Pero lo buena que estás no te lo quita nadie- Dice por lo bajo y yo abro los ojos, me quedo estatica en mi lugar y lo miro, él me sonríe. 

-Sos un tarado- Me reí bajito y le pegué un codazo en el estómago, se queja y me putea. -Te lo mereces por ser un chamuyero- Le saco la lengua y él mira mis labios por un momento. 

-Pero no tan fuerte, bruta- Ríe y su risa me pareció una cosa hermosa, aunque ya la haya escuchado, recién me parece hermosa. Tal vez porque yo la provoqué y sin dudas no me molestaría volver a provocarla. 

-No me digas bruta, bruto- Me río y él me sigue. Cuando se acerca a mi y sólo unos centímetros nos separan, las puertas del ascensor se abren por fin, ¿cuánto tardó en bajar? 

-¿Justo ahora tenías que abrirte?- Habla hacia el ascensor y parece un loco, sonrío por inercia y ambos salimos hasta la puerta del edificio. 

Nos despedimos y él me deja un beso en la comisura de mis labios. Lo miro sorprendida, no dice nada y se va. 

-Chau- Me grita cuando se da media vuelta a mitad de la cuadra, lo despido con la mano y voy corriendo al ascensor otra vez, necesito dormir de una vez por todas. 

Me miro en el espejo de las cuatro paredes y me toco en la comisura donde él me dejo el beso, algo se movió en mi, pero yo creía tener las mariposas del estómago muertas. 



Storm ; WosWhere stories live. Discover now