γυναικα μου

919 74 84
                                    


—Perrie... ¿qué?— intentó cortarla.

—Perrie, sí. Pero dilo en griego. Né.— Entonces Perrie la besó ansiosamente. En una escala del uno al diez, fue un beso del once. La cabeza le dio vueltas a Jadey y el pulso se le aceleró.

—No vamos a hablar del pasado de ahora en adelante —dijo Perrie mientras empezaba a desnudarse.

—No, debemos. No podemos... —dijo poniéndole una mano en el pecho.

—No hay problema —murmuró la ojiazul.

Jade cometió entonces el error de mirarla a los ojos y eso la perdió. Perrie sonrió como un depredador, era la sonrisa de una mujer que sabía exactamente el efecto que podía tener en el sexo femenino.

—Yo pienso... pienso...—

—Sí, ¿qué piensas?— Perrie lucía interesada.

Cielo Santo, Jade la deseaba. La deseaba locamente.

—No pienso. No estoy pensando en nada ahora mismo.—

—Yo sí. ¿Por qué luchar contra lo que estás sintiendo?— la rubia acarició su rostro con delicadeza.

—¿Es esta tu rutina habitual de seducción?— la retó Jade con las cejas alzadas.

—Aún a riesgo de parecer una mujerzuela, yo nunca he necesitado una rutina.— A Jade no le costó ningún trabajo creerlo. De repente sintió la insoportable necesidad de estar de nuevo entre sus brazos. Levantó la mano lentamente y le acarició el sedoso cabello rubio.

Perrie no dijo nada, la hizo ponerse debajo de ella y jugueteó con su lengua entre los labios entreabiertos de una forma que hizo que los huesos se le derritieran y se estremeciera. Luego, terminó de quitarse los vaqueros, apartó el edredón y se tumbó sobre ella.

—Debería haberte preguntado qué te gusta—dijo—. Pero todavía no lo sabes, lo que significa que tenemos mucho que descubrir juntas, γυναικα μου*.—

* * * * * * * * * * * * * * * * * * 

Cuando Jade se despertó, los párpados le pesaban enormemente. Perrie estaba tumbada a su lado en la cama, despierta y mirándola.

—Perrie, ¿qué hora es?—

—Tarde. Las dos. No hemos comido desde que embarcamos, ni hemos salido de este camarote. Me imagino que la tripulación estará satisfecha con mi virtuosidad.—

Algo impulsó a Jade a decir:

—¡Yo sí que lo estoy!— Perrie se tensó y ella se ruborizó.

—Ha estado bien —admitió la rubia inexpresivamente—. ¿Pero por qué no iba a estarlo? Ya sabía yo que seríamos sexualmente compatibles.—Esa repentina frialdad en ella, dejó a Jade helada.

—Yo creía que ahora nos comprenderíamos mejor.—

—Solo cuando estemos en la misma cama.— Jade se sintió como si la hubieran apuñalado.

—Mensaje recibido —dijo.

—Me voy por unos días. No me preguntes cuándo volveré porque no lo sé. Un doctor vendrá para examinarte y darte un tratamiento de fertilidad para que puedas quedar embarazada— Perrie vió de pronto la cara de asombro de Jade— la tecnología crece a pasos agigantados, ya puedes quedar embarazada aunque ambas seamos mujeres—

—Espero que no regreses pronto —dijo ella empezando a enfadarse en respuesta al tratamiento que estaba recibiendo—. Ya te llamaré si me he quedado embarazada. ¡Con un poco de suerte, no tendrás que volver!— Perrie se levantó y la miró airada. —De todas formas, he de advertirte que las atenciones que me has dedicado pueden resultar ineficaces, ya que no es el mejor momento del mes para mí —añadió ella.

—¿Cómo puedes ser tan cruel? No hables de la concepción de nuestro hijo de forma tan ofensiva.—

—Tonta de mí. Me había olvidado de lo sensible que eres. Lo siento.— Perrie apretó los puños. Jade vio la evidencia de su vulnerabilidad y se sintió triunfante.

—Eres mi esposa —gruñó la rubia.

—No, no, no lo soy. Soy tu socia en este acuerdo, la socia que se tumba en la cama —dijo Jade cada vez más furiosa.

—Seguro que lo que quieres es que yo pierda el control y me ponga violenta. Entonces, te podrás divorciar y salir de esta libre y con un montón de millones. ¿Es eso lo que crees?— Jade frunció el ceño y se lo pensó. Era curioso pero esa perspectiva no la tentaba. —Seguramente irás a un buen abogado —añadió—. Como deberías haber hecho antes de firmar el contrato de matrimonio.—

—¿Perdón?—

—Puede que yo sea el canalla mayor del mundo, pero si te quieres ir de mi lado, vas a dejar conmigo a nuestro futuro hijo y te marcharás tan pobre como llegaste. Me dijeron que te pondrías histérica cuando leyeras la primera cláusula del contrato y que, para cuando leyeras la última, iban a tener que reanimarte. Pero eso es porque no te conocen como te conozco yo.—

—En lo único en lo que estabas pensando era en el dinero.—

—No, no es así— Perrie llegó entonces a la puerta.

La sangre se heló en las venas de Jade cuando se dio cuenta del control que Perrie quería ejercer sobre ella, incluso quería utilizar al posible hijo que tuvieran como un arma en su contra.

—¿Cómo puedes seguir odiándome tanto?— Perrie la miró fijamente a los ojos.

—Yo te amé de verdad una vez. ¿O es que eso es algo demasiado profundo como para que tú lo comprendas?— Jade soltó una lagrima la que no lo comprendia era Perrie.

γυναικα μου*: Mi esposa 


Hola bebés, estoy muy feliz de volver, quiero dedicarle este capítulo a JerrieKaren porque nos encontramos de una manera inesperada en whatsapp y eso me hace darme cuenta que tan pequeño es el mundo.

Recuerden que ahora son ustedes los que ponen la pauta para actualizar.

***28 votos y actualizo. 


Appearances|| Jerrie ✔️Where stories live. Discover now