Reencuentro con el pasado

1.8K 94 4
                                    


—Has arruinado tu vida como hizo tu madre con la suya —dijo Leonard Thirllwall.

Jade miró a su abuelo, griego, con sus ojos color mar. Estaba muy nerviosa, pero había ido a suplicarle algo y, si dejarle que se metiera con ella lo ponía de mejor humor, soportaría cualquier ataque.

Esbelto y fuerte para sus setenta y tantos años, el canoso anciano paseaba por la lujosa suite del hotel de Londres.

—¡Mírate, aún soltera con veintisiete años! Soltera sin hijos. Hace diez años, yo te abrí mi casa y traté de hacer lo mejor para ti...— Cuando se detuvo para respirar, Jade supo lo que iba a continuación y se puso más pálida.

—¿Y cómo me pagaste mi generosidad?—continuó el anciano—. Tú deshonraste el apellido de mi familia. Me hiciste caer en desgracia, destruiste tu reputación e insultaste de manera imperdonable a la familia Edwards.—

—Sí...—Jade estaba lo suficientemente desesperada como para suicidarse incluso si con eso calmaba a su abuelo y le daba la oportunidad de rogar por la causa de su madre.

—¡Vaya un matrimonio que te conseguí... Y en su momento estuviste muy agradecida por tener a Perrie Edwards, era tu mejor amiga y no hubo problema alguno por ninguna de las dos familias que ambas fueran chicas! Lloraste cuando te dio el anillo de compromiso. ¡Recuerdo muy bien esa ocasión! Y luego lo tiraste todo por la borda en un momento de locura. Me avergonzaste a mí y a ti misma...—

—Diez años es mucho tiempo...—

—¡No lo suficiente como para que yo lo olvide! Sentía curiosidad por volverte a ver. Es por eso por lo que accedí a hacerlo cuando me escribiste. Pero deja que te diga ahora, para no perder más el tiempo, que no recibirás ninguna ayuda económica de mí.— Jade se ruborizó.

—No quiero nada para mí... pero mi madre, tu hija...— Leonard la interrumpió antes de que ella pudiera mencionar el nombre de su hija.

—¡Si mi hija te hubiera criado para ser una joven decente, de acuerdo con las tradiciones griegas, tú no me habrías deshonrado!— Ante esas palabras, Jade decidió que no iba a permitir que su madre pagara por sus pecados, así que levantó la barbilla decididamente.

—Por favor, déjame hablar...—

—¡No! ¡No te voy a escuchar! Quiero que te vayas a casa y pienses en lo que has perdido para ti y tu madre. Si te hubieras casado con Perrie Edwards...—

—¡La habría castrado! —exclamó ella sin poder contenerse.

Su abuelo levantó las cejas sorprendido y ella se ruborizó.

—Lo siento.—

—¡Por lo menos ella te habría enseñado a mantener la lengua quieta cuando te está hablando! Ahora solo te puedes ganar mi perdón casándote con Perrie.—

—¿Y por qué no me pides también que escale el Everest?—

—Ya veo que te haces a la idea.—

—Si yo pudiera hacer todavía que se casara conmigo, ¿tendría acceso todavía a la fortuna de la familia Thirllwall?— preguntó ella con esperanza y suspicacia.

—¿Qué estás sugiriendo? ¿Hacer que se case contigo? ¿Perrie Edwards, al que insultaste tan gravemente, la que puede tener a cualquier mujer u hombre que desee...?—

—Pocas mujeres pueden ofrecer una dote tan grande como la que tú ofreciste como compensación hace diez años.—

—¿Es que no tienes vergüenza?—

—Cuando tú trataste de venderme como uno de tus petroleros, yo perdí todas mis ilusiones. Y aún no has respondido a mi pregunta.—

—¿Pero a qué viene una pregunta tan tonta?—exclamó el anciano.

—Solo lo quiero saber.—

—Yo le habría pasado el control de la empresa familiar a Perrie el día de su boda, ¡y todavía lo haría con gusto si fuera posible! Mi único deseo era dejar en buenas manos el negocio al que le he dedicado toda mi vida. ¿Era eso mucho pedir?— Jade decidió que aquello no tenía sentido, así que empezó a dirigirse a la puerta, pero entonces, pensó que debía hacer un último intento.

—La salud de mi madre no es buena...—

Leonard gruñó algo en griego y Jade lo miró echando chispas por los ojos:

—¡Si ella muere en la pobreza, espero que la conciencia te castigue hasta la tumba y más allá, porque eso es lo que te mereces!— respondió ella en griego también, él la miró por un segundo con ojos inexpresivos. Luego le dio la espalda.

Jade abandonó la suite y se metió en el ascensor, donde se derrumbó. 


Ya sé, yo no paro, he aquí una nueva historia espero la disfruten y se enamoren de ella.

Appearances|| Jerrie ✔️Where stories live. Discover now