Lelouch asintió. Tomó un respiro. Tiró del gatillo. La bala dio justo en el blanco. El anulador se partió por la mitad. Un hilo de sangre surcó el rostro del hombre moreno, cuyos ojos opacos sólo le dieron la razón al príncipe.

A pesar de saber que él no podría responderle, Lelouch esbozó media sonrisa y habló.

—No pensé que volvería a verte de nuevo en este mundo, Orange-kun.

La mirada de Lloyd se mantenía fija en las pantallas de su centro de vigilancia. Se mantenía en silencio absoluto, a pesar de que se encontraba a la profundidad suficiente como para sentirse a salvo. Sin embargo, sabía que más de una de las bestias que los amenazaban sin duda tenían la capacidad de escuchar hasta su más pequeño suspiro.

Analizó cada movimiento enemigo, sabiendo que sólo él podría estar seguro de que los Digimon a la vista no eran los únicos enemigos, sino que había otros bajo tierra y algunos más acercándose por los aires. Cerró los puños con fuerza. Negó con la cabeza. Fue hacia el ordenador más grande y presionó un botón para activar los comunicadores. A pesar de sus temores, decidió atreverse.

—Amano —dijo en voz baja—. No digas nada. No le demuestres a Clarisse Okada que estás escuchándome.

Silencio.

A través de la cámara, pudo ver a Yuu hacer la mímica de asentir con la cabeza.

—Escucha —continuó Lloyd—. Dame tiempo. Puedo inclinar la balanza hacia nosotros. Sólo debes distraerla.

La impotencia se reflejó en la mirada de Yuu.

El muchacho sabía que no podría lograrlo.

—¡Yuujin!

La voz cargada de desesperación de Haru hizo que la sonrisa de Clarisse creciera. La rubia observó a sus enemigos con suficiencia. Totalmente indispuesta a seguir esperando, Clarisse avanzó hacia adelante. Extendió una mano para que Piedmon le lanzara una daga pequeña. Fue hacia los prisioneros de guerra. Su mirada se mantuvo fija en Yuu.

—Esto puede terminar pronto, Yuu Amano —dijo—. Entrégame a los portadores del Ojo del Rey, o mi ejército destruirá al tuyo.

—¡Entonces que así sea!

El primer ataque salió de los aires, cuando AncientIrismon no quiso seguir negociando. La Sinfonía de Arcoíris fue directamente hacia la comitiva enemiga. El impacto golpeó al látigo de un Myotismon que intentó cubrirse. La Sinfonía de Arcoíris logró alcanzar al vampiro y dejarlo reducido a una nube de datos. AncientIrismon se elevó en los aires. Dio una voltereta y cayó en picada para apuñalar a dos Etemon de un solo golpe. Dio una sacudida a su espada. Sus silbidos cargados de valor ayudaron a que las espinas asesinas de Rosemon entraran también en la escena, junto con el grito de guerra que anunció el impacto del Estallido Solar de Aldamon.

Cuando la masacre dio inicio, sólo Lloyd pudo percatarse, a través de las cámaras, de la forma en que la mirada de Clarisse se mantenía firme. Como si cada movimiento, amigo y enemigo, hubiese sido parte del plan.

La respuesta de Orange-kun no fue la que todos esperaban, aunque bastó para Lelouch. La expresión del muchacho se ensombreció. Negó con la cabeza. No lo pensó dos veces antes de tirar del gatillo. A pesar del sobresalto de Nunally, Lelouch no se inmutó cuando la bala rebotó en el campo de fuerza que brotó del anulador. Hizo un gesto de reconocimiento. Llevó distraídamente una mano hacia su sien izquierda, con un elegante y estilizado movimiento. Negó con la cabeza.

No podemos luchar de otra forma contra el anulador, pensó.

Bajó el arma. Vio a Orange-kun mantenerse altivo. Supo al instante que no se trataba del mismo hombre que había conocido, aunque fuera físicamente idéntico.

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⏰ Cập nhật Lần cuối: Oct 15, 2018 ⏰

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