Capítulo LXXVII : ¿De qué lado estás?

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Lelouch se mantuvo en silencio.

—Chicos... Miren eso...

La voz de Labramon logró que todas las miradas viajaran hacia el castillo oscuro, en el punto más lejano. El rayo de luz de color rojo que bajaba del cielo, o que brotaba del castillo hacia las nubes oscuras, iluminaba la que sin duda debía ser la base enemiga.

El escondite de Clarisse Okada.

—Tenemos que ir a ese lugar —dijo Kira.

—No así —intervino Milly—. Primero tenemos que reunirnos con el resto de nuestros compañeros.

—Es cierto... —dijo Nene—. CC tiene que estar cerca de aquí, ¿no es así?

Suzaku y Milly asintieron.

Resignada, Kira suspiró.

—Pues... Andando —dijo—. No perderé un segundo más en este lugar, si el trasero de Clarisse está tan cerca.

Katsura la hizo callar con una mirada severa. Kira se cruzó de brazos.

La mirada gélida del príncipe exiliado sólo fue notoria para su cómplice. Cuando el muchacho habló, con la voz del líder enmascarado, todo comenzó a cobrar sentido.

—Sé que estás ahí. Sal.

La expectación duró demasiado, a pesar de que pasaron solamente unos segundos.

Cuando vieron la puerta secreta revelarse ante ellos, más de un rostro se iluminó.

CC, sin haber perdió su porte, atravesó el umbral secreto.

Para más de uno fue impresionante ver que el príncipe esbozaba una diminuta sonrisa.

—¡CC!

Nunally cruzó el cerco sin pensarlo dos veces. Para la hechicera no fue extraño que la niña pudiera correr. Que pudiera ver. Que la hubiera recibido con tanta efusividad luego de tanto tiempo. No fue capaz de devolver el abrazo. Sólo posó una mano sobre la cabeza de Nunally. Aunque CC no sonrió, Nunally pudo estar segura de que la mujer del cabello verde también estaba contenta.

Taichi observó los reencuentros con recelo. Con el entrecejo fruncido. Sabía perfectamente qué era esa sensación que lo recorría desde lo más profundo. No estaba dispuesto a controlar sus instintos. No estaba dispuesto a ceder ante los aliados del príncipe.

Al finalizar los reencuentros, el grupo entró a la cueva. Cerraron la puerta secreta y siguieron a CC a lo largo de un largo pasillo que se adentraba más y más en la tierra. Había suficientes cámaras de seguridad como para cubrir cada rincón.

—Hicieron algunos cambios... —dijo Suzaku cuando CC dobló hacia la izquierda.

—Han pasado muchas cosas desde que ustedes fueron a buscar a Lelouch —respondió CC.

—¿Cómo hicieron todo esto? —dijo Katsura.

—Es sencillo —respondió Rei—. Todo lo que nos rodea forma parte de una base de datos. Si controlas la base de datos, puedes controlar el terreno y manipularlo a tu antojo.

Como respuesta absoluta, CC sólo asintió.

Todos estuvieron seguros de qué era lo que eso insinuaba, y sólo lograron esbozar pequeñas sonrisas. La suerte estaba de su lado, al menos por ese instante.

Todo cambió cuando entraron finalmente a la cámara principal del refugio.

El reencuentro con Yoshino fue lo que Suzaku y Milly esperaban. Se fundieron en un fuerte abrazo. Ryo hizo otro tanto. La ausencia de Shirley fue evidente, pero nadie quiso hacer mención a ello. No era necesario mirar atrás.

Nene de la RebeliónWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu