Capítulo 20

2.4K 223 98
                                    

Estoy harto de todo. Estoy cansado, hambriento y sucio. No extraño para nada la vida que llevaba, pero el castigo de vivir constantemente en el fin del mundo con ese horrible temor de perder a tus seres queridos es asqueroso.

—Joder y aún no amanece...— Ellis encendió su linterna de manera brusca. De seguro está igual de irritado que yo.

—Exacto— Dije—. Como si ya no fuera suficientemente malo enfrentarse a esas alimañas, ahora hay que hacerlo de noche.

—Bueno— Respondió Ellis—. Seamos positivos. Seguro que encontramos a alguien.

Continuamos nuestro camino por una gasolinera, totalmente saqueada. Al otro lado de ésta, pudimos ver algunas casas y remolques.

—No creo que haya alguien aquí que pueda ayudarnos.— En medio de un pueblo desconocido, con casas abandonadas, no veo una ayuda posible.

—Oh, vamos Nick...— El niño llorón feliz y optimista—. No te rindas tan fácil. Debe haber personas lejos de aquí.

—Como sea, busquemos en las casas a ver si hay algo útil.

Nada. Absolutamente nada. Únicamente un par de píldoras y una que otra cosa para comer, y eso hicimos, comerlas.

Había un camino poco definido para movilizarse entre las casas. Llevaba hasta la zona central del pueblo, donde había una tienda, un bar, al parecer un taller mecánico y una tienda de pesca junto a una zona donde se rentaban balsas para cruzar un río que allí estaba.

—¿Te hubiera gustado venir a trabajar aquí Ellis?— Le pregunté apuntando el taller.

—No lo sé. Mi taller era mucho mejor, ¿pero sabes? Este sitio se veía tranquilo, tal vez si hubiera venido.

—Lo imaginaba— Ellis era alguien demasiado optimista, aunque en el fondo sufriera por cosas como el temor de perder a alguien—. Mierda, aquí también hay infectados.

—A matarlos.

Comenzamos a matar a los pocos que habían. Al parecer este sitio no era muy habitado.

—¡Joder, miren eso!— En el muelle donde se rentaban las balsas, había colgado y atado un Charger.

Se notaba que le habían torturado. Estas personas no andaban con chistes, eso era una clase de advertencia.

—¿Están seguros que deberíamos seguir buscando ayuda? Digo... ¿Esto no les asusta?— Preguntó Rochelle preocupada.

—Me asusta más que haya lagartos.— Dijo Ellis apuntando un cartel de "No bañarse con cocodrilos".

—No seas ridículo, muchacho— Le dijo Coach—. Deben estar muertos igual que los animales de aquella granja en Whispering Oaks.

—¡Miren!— Al otro lado del río, se podía ver un ferry conectado con nosotros. Rochelle se acercó a la zona en donde se llamaba el barco—. Aquí hay un cartel que dice "Vengan al pueblo".

—¡Eso quiere decir que aún están vivos!— Exclamé—. Venga, rápido, activémoslo.

Jalé la palanca activando el mecanismo para atraer el barco.

—Joder, hasta mi abuela es más rápida.— Dijo Ellis.

—Hacerme feliz es más rápido.— Traté de bromear, y a pesar de ser un tema un tanto serio, todos reímos.

—Bueno, aprovechando que tenemos algo de tiempo... Esto me recuerda a aquella vez en que un caimán se le tiró encima a mi colega Keith— Joder. No. Ellis, ahora no—. Sólo queríamos cazar dos para molestarlos y que se pelearan, pero la tercera vez que vi a Keith, supe que había algo raro, es decir... Bueno, ustedes saben que-

El principio del fin | Nellis/Gay ©Where stories live. Discover now