Capítulo 24

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Hace a penas unos segundos, estaba disfrutando de una hermosa noche junto a Nick, pero ahora...

Ahora me encontraba en una camioneta a toda velocidad con unos tipos que en mi vida había visto. No tengo idea de porqué me han secuestrado y tratado de esta forma, pero tengo miedo.

No quiero morir después de haber luchado tanto por sobrevivir, y mucho menos después de haberme declarado a Nick y ser correspondido.

—¿A d-dónde rayos me llevan?... ¡¿Qué es lo que quieren de mí?!

—No es de ti, si no de tu equipo— Me habló quien se supone se llamaba Louis—. Tu secuestro es una simple excusa, ¿pero quién sabe? Quizás de todas maneras nos quedemos contigo.

—Cállate, Louis— Francis, quien iba conduciendo, y me dejó en claro ser el más peligroso, lo hizo callar al instante—. No le des más información. No la necesita.

La camioneta contaba con dos cabinas. Una delantera y otra trasera. Yo iba atrás junto a Zoey y los otros dos iban delante.

Ella no me dirigía ni la mirada ni la palabra. Únicamente se dedicaba a apuntarme con un arma y mirar por la ventana, igual que una adolescente inmadura.

***

Llegamos a una casa, al parecer vieja. No era muy grande y estaba hecha de madera. Me tenían atado de las muñecas a mi espalda.

—Camina, mocoso.— Francis me cogió del cabello fuertemente mientras me hacían caminar hacia la casa.

Era bastante brusco. Si los chicos lograsen encontrarme, les costará trabajo deshacerse de él.

Me empujó hacia adentro, haciendo que cayera de brucez contra el suelo y sin tener posibilidad de retener el golpe.

—Ponte de pie— No lo hice. No sabía como hacerlo sin las manos, y toda la situación me mantenía paralizado—. He dicho... ¡QUE DE PIE!

Ocurrió algo que no me esparaba. Zoey me ayudó a reincorporarme. La verdad creí que nadie de aquí lo haría y que terminaría siendo golpeado otra vez.

"¡Eres un marica! ¡Deja de llorar y levántate!"

Ese tipo de comentarios los vivía a diario en primaria. No fue hasta que conocí a Keith en secundaria que todo eso cambió.

—Gracias...— Dije muy bajo, para que sólo ella lograra oírme. Respondió con una leve sonrisa que desapareció de inmediato.

—Francis, contrólate— Le dijo—. Es un pobre chico que acaba de ser secuestrado.

—Y yo soy un hombre que intenta sobrevivir.

Zoey le amenazó con una pistola mientras apuntaba a su cabeza.

—Ellos también.

La chica me tomó del brazo y me guió hasta una silla que se encontraba en lo que parecía ser el living. No me dijo absolutamente nada, pero me señaló que me sentase. Desató mis amarras, para ahora atarme de pies y manos a la silla.

Nuevamente, el gorila me tomó por el cabello, tirándolo muy fuerte sólo para quedar mirándolo.

—Muy bien, mocoso... Más vale que cooperes...

El principio del fin | Nellis/Gay ©Where stories live. Discover now