El principio del fin | Nellis/Gay ©

¡Feliz navidad!

10:00 a.m.

—¡Ya levántate, Nick!— Ellis gritaba excesivamente sobre el cuerpo dormido de Nick—. Vamos... ¡Ya es navidad!

—Hmm...— Se removió en la cama, amargado, y con ganas de extrangular a cualquiera que interrumpiera su sueño—. Y a mí qué... Ni siquiera soy católico como para celebrar el nacimiento de alguien en quien no creo...

—¡Eh, eh! Al menos ven a celebrar con tu familia... La navidad también es una fiesta para pasarla en armonía con tus seres queridos.— Susurró mientras, aún sobre él, le abrazaba.

—Tsk...— Chasqueó la lengua—. De verdad... No sé qué haces que siempre logras convencerme.

—Eso es porque me amas.— Reía el menor mientras se dirigía al clóset a buscar algo para vestirse.

Nick se levantó y con los ojos entre cerrados, caminó hasta al baño para lavarse la cara. Cogió crema de afeitar, y comenzó a quitarse la incipiente barba de tres días.

Habría pasado quizás un mes desde que llegaron a Nueva Orleans a vivir una nueva vida de manera segura. Aún no se encontraba ninguna cura para la gripe verde, pero gracias a las comodidades y precauciones que tomaron los militares, podrían vivir relativamente normal dentro de aquel lugar.

—Hey, Ellis— Habló desde el baño mientras el menor se cambiaba—. ¿Invitaste al mocoso de Keith? Tienes suerte que viva a dos casas de aquí...

—¿Suerte? ¡Yo lo llamaría destino!— Se quedó en silencio pensando en que lo que acababa de decir quizás se daría para malos entendidos—. Me refiero... A destino de amistad claro.

—Como digas, pero... ¿Le has invitado o no?— Mencionó en tanto cepillaba sus dientes.

—De hecho no he invitado a nadie— Nick se sobresaltó escupiendo toda el agua mentolada de su boca—. No te pongas así... Quería ir contigo para ello.

—Ellis... Es muy lindo de tu parte, pero... ¡¿No pensaste que ya tendrían planes?!

—Oye, no me grites...— Una vez vestido y arreglado  caminó hasta al baño donde se encontraba su novio—. ¿Y bien? ¿Qué tal me veo?

—Joder, tan solo espero que no se te haya ocurrido usar- — Al voltear a mirarlo, se quedó en un estado de shock.

Ellis vestía un elegante smoking de color negro. Lo que enamoraba a Nick, era que aquel muchacho de tan buen corazón, no supiera ponerse una corbata. Si bien la traía puesta, el nudo era un desastre, sin contar que aún traía puesta aquella gorra de mecánico.

—¿Y bien?

—Te ves... Te ves increíble...— No lo dudó ni un segundo.

Se acercó al menor cogiéndole por la cintura y el mentón, depositando un suave beso en sus labios. No obstante, el chiquillo no se conformaría sólo con eso. Con sus brazos rodeó el cuello de Nick atrayéndolo hasta él, y con su lengua comenzó a pedir de forma desesperada juntarla con la suya. Ambos disfrutaron ese momento, hasta que se separaron y juntaron sus miradas.

—Ellis...— Mencionó sin soltarse—. ¿Podemos echarnos una rápida?

—¡¿Qué?!— Se separó rápidamente—. ¡No me jodas, Nick! ¡Acabo de ponerme el traje!

—Jajajaja... Está bien está bien...— Se le quedó mirando unos segundos mientras corregía el nudo de la corbata y le quitaba la gorra. Se le acercó y abrazó—. Feliz navidad, Ellis...

—Feliz Navidad, Nick.— Durante el abrazo, abrió los ojos y pensó.

"No me arrepiento de aquel día."