El principio del fin | Nellis/Gay ©

Capítulo 21

—¿De quién te has enamorado, niño llorón?— Preguntó preocupado el chico del traje, esperando que la respuesta no se tratase de él.

—Joder, qué pesado...— El chico menor no se atrevía a hablar, pero al mismo tiempo lo único que deseaba era gritar que le amaba—. De acuerdo... Lo diré.

—Te escucho.

—La persona que me vuelve loco... La que se robó mi corazón... En realidad ni siquiera sé bien el porqué me enamoré.— Sintió las risas del contrario.

—¿C-Cómo que no lo sabes?— Preguntó entre risitas.

—No te rías o ya no diré nada— Le regañó, a lo que éste calló enseguida—. Esa persona desde el primer momento se burló de mí. Cada que tiene la oportunidad de burlarse lo hace. Es... algo mayor que yo, pero eso no me importa. No recuerdo que alguien me haya tratado como esa persona. No tenía idea de que estaba enamorado hasta que alguien me ayudó. Se suele quejar de todo y suele ser muy cascarrabias, pero aún así le amo... Con todo el corazón. Es realmente idiota, pero... Me vuelve loco.— Terminó de hablar orgulloso para luego mirarle directo a los ojos con una gran sonrisa, totalmente ruborizado.

Nick estaba realmente conmovido. Que Ellis se expresara así le daba sensaciones extrañas, como que su corazón no parara de latir. Aquella descripción se le asemejaba demasiado, era prácticamente obvio, y esto causó que le invadiera el terror. Por lo que preguntó nuevamente.

—Qué... Qué lindo eres... Pero eso no me ha dejado claro absolutamente nada.— Le dijo sonrojado.

—Eres realmente un idiota...— Contestó el joven riéndose, mientras que con esta respuesta le acababa de gritar que se trataba de él.

—No... Joder, no...— El mayor comenzó a llorar desesperadamente preocupando al joven.

Sucedió lo que menos quería y ahora no había remedio. ¿Cómo evitar lo que el corazón quería?

—Pu-Puede que te de asco... Q-Que ya no quieras seguir junto a mí. Ahora de seguro lo único que quieres es volver a aquel día y haber logrado suicidarte... ¿Verdad?— El chico estaba destrozado. Lloraba sin darse cuenta a la par que temblaba a causa de los nervios.

—No es eso, Ellis...— Le calmó.

—¿Entonces qué...?— Preguntó con la voz rota.

—Soy una basura... No te mereces a alguien como yo. Te haría demasiado daño, y es lo que menos quiero en este maldito mundo. Ahora mismo estás llorando por mi asquerosa culpa y con eso ya es suficiente— Se puso de pie, dirigiéndose al rincón de una pared—. ¿Qué demonios hiciste conmigo...?

Con todas aquellas palabras, Nick había dejado muy en claro lo loco que estaba por él. Ellis, aún con algunas lágrimas recorriendo su rostro, se puso de pie y caminó lentamente hacia Nick, quien le daba la espalda.

—¿Cómo es que un mocoso que odiaba terminó enamorándome...?— El chico sólo se mantenía sonriendo a sus espaldas—. Tú... Tú sólo querías cumplir un trabajo... Pero cometiste un error... Enamoraste al cliente— Estaba completamente destrozado, con los ojos totalmente hinchados y el corazón a mil—. Por favor... Deja que me vaya sin decir nada... No quiero hacerte daño...

—Nick...— El menor le abrazó por la espalda, causando que el contrario se sobresaltara—. Dices que sientes lo mismo por mí, pero te alejas con la excusa de que me harás daño... ¿Pues te digo algo? Cuando alguien ama a otra persona no la lastima, al contrario, es capaz de dar la vida por esa persona. Tal vez Nicholas Dillon, aquel apostador mujeriego y alcohólico, hubiera sido capaz  de lastimarme, pero tú no, tú eres Nick, mi mejor amigo y la persona a la cual amo, y el Nick que yo conozco cambió, ya no es un Nicholas Dillon...