Capítulo 38

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—¿Algún día dejarán de burlarse?— Preguntó irritado el azabache.

—Sólo cuando dejen de provocarnos a hacerlo.— Rió la chica morena.

—Ellis, ven aquí— Susurró el mayor—. Recuérdame que los mate cuando estemos a salvo.

—¿Cuál es tu obsesión por matar a todos los que te ponen nervioso?— Preguntó entre risas.

Nick rodó los ojos alejándose del chico. Tomó su arma y caminó hasta la puerta de salida. Llevaba al otro lado de la calle por la que anteriormente habían pasado.

—Bien... Hora de ponerse serios— Miró al cielo, totalmente despejado y soleado—. Andando.

Al salir, en el suelo había un montón de advertencias por parte del ejército alertando que se trataba de una zona muy contagiosa.

Coach tomó uno de ellos y comenzó a reír mientras decía "Sin duda que sí."

A pesar de los recientes comentarios sobre la seguridad que había en Nueva Orleans, la ciudad estaba repleta de infectados. Cada vez la situación daba más cabida a perder la esperanza, y como siempre, Ellis sonreía para evitar esto, y los demás no se rendían.

Como bien dijo una persona alguna vez, "No necesitas una razón para vivir, sólo debes vivir." *.

Eso era lo que movía al equipo. Morir ahora no era una opción. Vivir, seguir respirando, abrir los ojos cada mañana, esa era la única razón que les movía. No estaban dispuestos a haber llegado tan lejos para rendirse y caer ahora.

—Por el parque— Indicó Nick apuntando unas escaleras hasta éste—. Me estoy empezando a hartar de que todas las calles estén cerradas...

Otro par de folletos pegados en la pared, en la entrada al parque "Bienville", llamó la atención de Coach.

"Reportad la enfermedad"— Leyó.

—¿Reportar la enfermedad?— Repitió el más joven con un gesto de confución, quizás hasta indignado.

—Se refiere a la infección, Ellis, no a los "enfermos".— Le explicó Rochelle.

—Ah... Porque de haber sido así, ya tendríamos que haber reportado dos... ¡Ups! ¡Cierto! Están muertos...

Todos rieron, a excepción de Nick y Zoey. Ella no rió, los horrorosos recuerdos no se lo permitían. Él, a parte de los recuerdos, el hecho de pensar que Ellis estaba perdiendo dicha inocencia infantil le espantaba. Tenía miedo de perderlo. Aquel chico, no solía hacer esa clase de bromas.

—¡Cuidado, ese zombie tiene blindaje!— Advirtió Zoey asustada interrumpiendo las risas.

Debían bajar unas pequeñas escaleras para ingresar al parque, pero un infectado blindado, que al parecer anteriormente fue policía, se los impedía. Aún no notaba la presencia de los supervivientes, por lo que éstos aprovecharon esa oportunidad para dar la vuelta, bajando por la escalera contraria.

—¿Están blindados? Joder... Y yo que ya creía haberlo visto todo...— Se quejaba el mecánico.

—Habrá que dispararles por la espalda— Dijo Coach—. No la llevan blindada.

—Pues si bien representa una ventaja para nosotros, hay que admitir que fueron unos estúpidos.— Dijo Nick disparando a la espalda del zombie blindado que habían visto.

El parque se dividía en tres caminos. Izquieras, centro y derecha. Propusieron dispersarse, pero desecharon de inmediato la idea, era muy peligroso.

Caminaron por el centro del parque, donde había una gran estatua honorífica a el majestuoso animal como lo es el equino.

—¡Un caballo!— Exclamó Ellis con brillo en sus ojos—. Adooooro los caballos...

El principio del fin | Nellis/Gay ©Where stories live. Discover now