Capítulo 64: We were good friends

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El día estaba nublando, y corría mucho viento, hacia frío, sin duda, y Nirvana Rose caminaba sola por las calles de Westbrook, con una melodía en la mente que no había podido quitarse desde hacía ya un par de días, sonaba tranquila, y parecía que escuchaba un piano y una voz dolida <<you have been the one, you have been the one for me>> era lo único que recordaba, pero ¿de dónde había sacado la melodía? Llegando a casa la buscaría en google. Por lo pronto su estómago requería algo de comer y seguramente no llegaría a casa hasta dentro de una hora, si es que sus padres se tardaban tanto en esa agencia de autos.

Entró a un lugar curioso, llamó mucho su atención, para ser un restaurant. Tenía por nombre McCarthy's.

Una campanilla sonó cuando entró y pudo sentir la calidez del lugar, además de la excelente música que abrigó sus oidos, Scorpions. La melodía provenía de una rocola de aquellas de los años 80's, sonrió para sí. No había mucha gente en el lugar, si acaso dos mesas estaban ocupadas. Se acercó a la barra y tomó la carta. Necesitaba unas papas a la francesa con mucha salsa ketchup. Una chica vestida de uniforme la atendió  no tenía más de unos 25 años. Buscó una mesa y se sentó, eligió una cerca de la ventana, pronto comenzaría a llover y no quería perderse tan maravilloso panorama.

La canción combinaba a la perfección con el clima.

Y su estado anímico.

***

Para Zach fue inevitable no verla. Ahí sentada con la mirada perdida en un punto fuera del restaurante, con su cabello perfectamente lacio y rubio cayéndole por la espalda como una cascada de oro. Estaba más hermosa que nunca. Habían pasado ya muchos días de no verla, y encontrarla ahí era una mera sorpresa. Tenía que ir con ella y hablarle.

Apresuró el paso, enormes gotas de agua fría empezaban a caer. Nirvana no se percató de la persona que había hecho sonar la campanilla de la entrada, estaba tan ensimismada mirando por la ventana cómo las gotas de agua chocaban contra ésta que no quiso perderse ningún detalle.

Ya no había música en el lugar y Zach aprovecho el momento.
Un silbido conocido llamó la atención de la rubia y se giró a ver de quién era tan buen gusto.
Se encontró con Zach de espaldas y sonrió, y con la misma desvío la vista de nuevo a la ventana, silabando al mismo tiempo que Axl Rose.

—Tienes bien gusto para la música. —Dijo Zach parándose frente a su mesa con las manos dentro de los bolsillos de sus jeans.

—Gracias, tú también lo tienes. —Ella le sonrió.

Demonios, ¡ella tenía una sonrisa preciosa!

Nirvana le miró con atención. Se veía muy elegante, su abrigo negro de gabardina le quedaba perfecto.  Ya había recuperado mucha de la masa corporal perdida meses antes, el color le había vuelto a la piel y también el brillo de los ojos, el cabello ya le había crecido y ahora lucía tan sedoso ondulado, suave y brillante como siempre, sus mejillas ligeramente coloradas por el frío lo hacían lucir verdaderamente lindo.

—¿Nos hemos visto antes? —Le preguntó la chica. 

—Sí, puede que sí. —Respondió con una sonrisa de lado.

—¡Oh! Claro, tú eres el chico que estaba en el hospital cuando desperté.

A Zach no le quedó más remedio que fingir una sonrisa. La pequeña chispa de esperanza de que ella lo pudiera recordar se había esfumado tan pronto como apareció.

—Sí, ese era yo. Mi padre era tu doctor, por eso estaba ahí 

—Ohh ya veo. —Dijo asintiendo. —¿Quieres sentarte? —Le preguntó.

PacienciaTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang