Capítulo 16

155 16 2
                                    

-Te compró muchas cosas, ¿no?

Le había contado a Becka acerca de todo lo que había pasado en la convención. A veces me arrepentía porque literalmente chillaba diciendo que Zach era un amor.

-Lo sé, pero... es que son cosas que no consigues en cualquier lado, además, no llevaba dinero, y con el poco que traía nos compré un pastelillo y un café.

-Yo quiero un chico así. Lo único que me compró el idiota de Josh en nuestra primera cita fue un estúpido refresco.

Reí.

-Jaja, no fue una cita.

Arqueó ambas cejas.

-Claro, como digas.

-¿No te gusta?

-Por enésima vez... no.

-Bueno, ¿y tus padres se creyeron que era gay?

-Jajajaj sí. Admito que fue inteligente haber dicho que era gay. O sea... mi papá ya se estaba poniendo en su plan de padre sobreprotector, probablemente si él no hubiera dicho tal cosa no me hubiese dejado ir a la convención ni salir con Zach algún otro día. Así que sí, fue una buena idea decir que era gay.

-O sea que admites que quieres seguir saliendo con Zach.

-Bueno...

Me había atrapado.

Sonreí y desvíe la mirada.

-Acepto que es lindo.

-¡JA!

-Pero ya, guarda silencio. Todos te están volteando a ver.

-Mira te diré algo -Me hizo señas para que me acercar a ella. -Es un año mayor que yo, lo conocí cuando estaba en décimo grado, creo que entonces tenía una novia. Creo que terminaron porque ella se fue a Nueva York o no sé. Después, en onceavo grado Zach desapareció, de la escuela y del pueblo, creí que se había cambiado de escuela, pero regresó apenas en este año.

-Yo ni siquiera sabía de su existencia.

-Lo noté. Pero el punto es que desde esa última novia... Zach no sale con nadie, ni novias, ni ligues, ni fajes ni nada. Y puedo asegurarte que durante el tiempo que no estuvo aquí, tampoco tuvo algo parecido. Creeme, esto viene de una muy buena fuente. Ni siquiera habla mucho con chicas, pero ahora te habla a ti, y parece muuuy interesado. Debiste hacer algo para llamar su atención, así que yo creo que sí le gustas en el buen sentido y de verdad.

El cuchicheo de Becka era tan alto como si estuviéramos hablando normalmente en un jodido campo abierto.

La miré como procesado toda la información.

-Correcto, quiero un chocolate.

Me levanté de la mesa y me dirigí hasta la máquina de dulces. Apenas oí a Becka quejarse por ignorarla.

Saqué algunos centavos y los introduje en la máquina. Seleccioné una barra de chocolate para Becka, y después hice lo mismo para sacar otro chocolate para mí. Con el dulce de Becka no hubo problema, salió. Pero el mío no, se atoró. Golpeé la máquina pero la golosina no caía. Miré a mi amiga, ella se reía de mí desde lo lejos. Seguí dándole golpes a aquella chatarra pero no funcionaba, incluso pensé en patearla.

-¿Te ayudo?

Era Zach.

-Sí, se atoró. -Respondí haciendome a un lado.

Volteé a ver a Becka con intenciones de que viera a quien estaba a mi lado. Ella mantenía sus dos pulgares arriba con una sonrisa que decía "así se hace".
Rodé los ojos.

PacienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora